UNO DE CADA CUATRO EMPLEADOS DEL AGRO NAVARRO CAMBIÓ DE SECTOR EN UN AÑO
● El trasvase se produce a la industria y servicios ● Los extranjeros copan el 60% de los contratos en el campo ● 2.400 de los 20.500 contratos para receptores de renta garantizada se registran en el sector primario
● El campo registra 2.400 de los 20.500 contratos a perceptores de rentagarantizada ● En 2017 sólo se extinguieron 728ayudasdelos 10.000 expedientes revisados
PAMPLONA – El 25% de las personas con contrato en la agricultura el año pasado se cambió a otro sector en 2018, principalmente a la industria y servicios, según un informe del Observatorio de la Realidad Social.
Este trasvase coincide con un incremento de ofertas en otros sectores con empleos más estables y mejor remunerados en pleno crecimiento de la economía navarra. En cambio, apenas el sector primario ha recibido personal procedente de otras actividades: en el último año, solo un 2,4% llegó al campo de la construcción; un 1,8%, de la industria y un 0,7%, de los servicios. La suma de todos los porcentajes solo supone la recepción de un 5% de ocupados, que no cubre el 25% que se ha marchado.
En época de crisis, la agricultura y la ganadería actúan como sector refugio ante la masiva destrucción de empleo en otros actividades; en cambio, en el momento de la recuperación, comienza la fuga a empresas, sobre todo, a la industria. En definitiva, es un movimiento cíclico.
La agricultura en Navarra genera más de 700 millones (VAB) –un 4% del PIB foral– y registra actualmente 14.200 ocupados, el 5% del total. En línea con el dinamismo del resto de sectores, la contratación en el agro sigue creciendo, aunque su peso sobre el global también se queda en un 5%. El perfil de trabajador se corresponde con una persona extranjera –principalmente africana–, sin cualificación, con una elevada temporalidad –de casi el 97%, la más alta de entre las actividades– y con una remuneración más baja que en otros sectores.
TRAS LA CRISIS ECONÓMICA La prolongada crisis en la última década llevó el desempleo a cifras récord, con 56.000 personas sin trabajo en 2013. Actualmente, el paro se sitúa en los 33.115 desocupados en Navarra, de los que un 37% se consideran parados de larga duración –más de un año sin trabajar–. En este último perfil predominan las personas mayores de 45 años, con primera etapa de estudios de Secundaria, y en un 74% de los casos carecen de cobertura de prestación por paro. Por ese motivo, ante la ausencia de esta ayuda y de otros subsidios, un 33% de los parados de larga duración cobra la renta garantizada –600 euros–. El Gobierno foral aprobó la nueva prestación en 2016 para garantizar los derechos de la ciudadanía más desfavorecida, al mismo tiempo que se activó un mecanismo para intentar reincorporarlos al mercado laboral. El año pasado, se suscribieron 20.500 contratos a casi 7.000 perceptores de renta garantizada. De todos los contratos, unos 2.400 se realizaron en el sector agrario, que representan el 12% del total, porcentaje superior al 5% del peso de dicho sector primario en el global de la contratación en la Comunidad Foral.
La semana pasada, UAGN afirmó, a través de su presidente, Félix Bariáin, que el sector primario padece un problema de mano de obra en el campo que hace peligrar la recolección de las campañas y la posibilidad de que agricultores y empresarios prefieran cultivos que no requieran mano de obra. Bariáin culpabilizó de esta situación a Derechos Sociales y a la renta garantizada porque, según ellos, ahuyenta a sus perceptores de trabajar en el campo, principalmente extranjeros, por la cuantía que perciben. Sin embargo, los datos desvelan que la actividad agrícola se sustenta sobre todo de personas de otros países, ya que concentran el 60% de los contratos –la mayoría marroquíes, seguidos de portugueses, rumanos y sudamericanos–. Además, el 67% de los contratos de renta garantizada para trabajar en el campo son rubricados por extranjeros.
Navarra padece falta de mano de obra en el sector agrícola, pero no es la única comunidad que sufre esta fuga de trabajadores. Organizaciones agrarias como COAG y ASAJA han realizado estas mismas denuncias en Murcia, Castilla-la Mancha o Andalucía –territorios en los que no está implantada esta renta garantizada–. Estos representantes agrarios creen que parte del problema se debe al trasvase de trabajadores a otros sectores tras la mejora de la economía. Un hecho que también explica la falta de personal en el campo navarro: solo en el último año el 25% de trabajadores agrarios cambió a la industria o servicios, según los datos del SISPE. ●