“La gente percibe que hay otra forma de hacer las cosas de manera justa y honrada”
JOSEBA ASIRON ALCALDE DE PAMPLONA
“No sabes cuánta gente me dice no te voté pero me gusta cómo lo estás haciendo”, afirma Asiron, más ilusionado que nunca al ver que los proyectos, tras tres años de trabajo, van “eclosionando”
PAMPLONA – A ese carácter que sin duda ayuda de ser hombre cercano, consistente y templado, en política municipal suma el poso de más de tres años de un gobierno experimental con sus luces y sombras pero del que se muestra con más ganas que nunca de rematar y de volver a liderar de cara a los próximos comicios. Para convencer a los que les votaron y, asegura, a “más gente” que no sólo no ha visto “caos” sino una “ciudad mejor” con “infinidad de logros”.
¿Qué tal se encuentra en este momento de legislatura?
–Me encuentro fenomenal, pletórico de fuerzas, muy ilusionado y muy comprometido con el cambio. Han tres años y pico duros pero ya vamos percibiendo que podemos cerrar el ciclo del mandato e incluso abordar uno nuevo. Lo difícil fue poner en marcha la maquinaria, ahora prácticamente cada día estamos rematando algún proyecto o abordando la fase final de propuestas que nos ilusionan. Todo el trabajo de estos tres años está ahora eclosionando.
¿Qué es lo que más ha sacrificado en estos cuatro años y la mayor recompensa?
–Yo creo que las dos cosas van unidas. El mayor sacrificio a nivel personal es a nivel familiar; dejar un oficio en el que llevaba 24 años para embarcarme en esta aventura a los 53 años exige esfuerzos. Hay un esquema que odio y es el de salir a las siete y media de casa y dejar a los hijos en la cama, y volver a las once y medida, y encontrarlos en la cama, y decir: he perdido un día... Ya me pasó cuando estuve siete años en equipos directivos en la ikastola y me horrorizaba. La familia es la parte pagana. Hay otra parte también de impuestos a pagar que es la pérdida del anonimato. Pero en el mismo castigo está la recompensa, salir a la calle y que la gente te diga que lo estás haciendo bien, y por supuesto, ser alcalde de una ciudad con mucha proyección social es un privilegio. Y tomar decisiones en materia de movilidad, de memoria histórica, de justicia social... es un lujo. No sabes cuánta gente me dice yo no te voté pero me gusta cómo lo estás haciendo. Veo a la gente muy ilusionada.
Sus exsocios dicen que el cambio no ha ido al ritmo que debiera...
–Hay dos cuestiones. Una, las expectativas. Yo creo que el que pensara que a 24 años de gobierno ininterrumpido del régimen, ahora en cuatro años se le iba a dar la vuelta es algo irreal. Yo creo que reubicar la ciudad va a costar mucho más que eso. Y hay otra cuestión. Frente a la velocidad del cambio yo hablaría de la profundidad, de la buena cimentación y de la irreversibilidad del cambio. Yo creo que el cambio será cambio en la medida en que se consiga que esté bien cimentando. Yo creo que han sobrado nervios, probablemente electorales a partir de la rueda de prensa de mayo de 2017, y faltó un poco de perspectiva
política.
¿Se está cumpliendo el acuerdo programático? También reprochan que ha faltado ambición.
–El mismo día que Aranzadi anunció que se había salido del gobierno por falta de velocidad en cuestiones sociales nosotros estábamos en ese mismo momento inaugurando el nuevo comedor social.
¿Cree que el éxito de este cambio ha sido su propia normalización? ¿La ciudadanía acepta que los que estaban podían pasar a la oposición sin que cayeran las 7 plagas de Egipto?
–Eso ha sido una aportación importante. Se había vendido de manera muy interesada que detrás de la alternancia formal de políticas entre UPN y PSN, detrás no había absolutamente nada más que el caos. Y lo que ha quedado claro y es algo que visualiza todo el mundo, también la gente que no ha votado el cambio, es que hay otra manera de hacer las cosas, y que más allá de la alternancia hay alternativas reales. Han podido ver que es una manera de hacer las cosas justa y yo diría que, además, honrada.
Déme dos ejemplos de ese buen hacer...
–Una de las cosas de las que más orgulloso me siento es de las políticas sociales. Hoy podemos hablar de 102 viviendas que se han rehabilitado y que forman parte del parque municipal, que estaban en situación de abandono, y que han pasado en manos de ciudadanos en situación de emergencia habitacional. En este momento estamos en 102 viviendas reformadas, y en obras otras 22. Calculamos que 10 podrían estar preparadas antes de fin de año y otras 12 el primer trimestre de 2019. Y está previsto que otras 25 estén en marcha entre el segundo y tercer trimestre del 2019, y que se podrán rehabilitar gracias al millón de euros de las Inversiones Financieramente Sostenibles. Serán 140-150 pisos antes de fin de mandato.
¿Pero hay lista de espera?
–Hay 210 solicitudes que forman parte de esa lista de espera según datos de la Oficina de Vivienda. Es una realidad que ha aflorado.
¿Están seguros de que van a repetir gobierno de cambio?
–No soy capaz de aventurar qué va a ocurrir, lo que sí puedo asegurar y doy toda la garantía de que los siete meses que quedan van a ser de trabajo, esfuerzo y compromiso, y es algo que, tanto la gente que nos votó como la que no, van a saber valorar al final de la legislatura. Cuando miremos atrás y veamos la cantidad de cosas que se han hecho en estos cuatro años.
¿Cómo valora la convivencia en la calle de una ciudad tan plural y cómo se ve observado desde fuera?
–La prueba de la buena convivencia que existe es que cuando salimos en cuerpo de ciudad, por ejemplo en el Privilegio de la Unión, la ciudadanía ve con normalidad que vayas por la calle detrás de un concejal de UPN y delante de otro del PSN...
¿Qué van a valorar los electores y qué les pueden reprochar?
–Lo que más van a valorar al final de legislatura, cuando tengamos perspectiva de la cantidad de cosas que se han hecho, es poder comprobar que Pamplona ha cambiado. En movilidad, en igualdad, en memoria histó- rica, en aspectos sociales... Lo que nos pueden reprochar es la velocidad del cambio. A lo mejor hay a quien le hubiera gustado que se hubiera corrido más. En política lingüística, en movilidad, en igualdad... Pero yo creo que lo importante es que lo que se haga esté bien cimentado y con visos de perdurabilidad. No quiero ser una anécdota en la historia de esta ciudad, quiero que el cambio sea perdurable.
¿Cómo se ha logrado esa cimentación? Ponga ejemplos.
–En movilidad, por ejemplo, se podía haber corrido más pero que vayamos a terminar la legislatura y tengamos el centro amabilizado, un corredor sostenible en Pío XII como arteria de dos kilómetros que conecta con el centro y se va a convertir en una vía moderna en la línea de lo que se está haciendo en ciudades de Europa y del resto del mundo... o el eje que vamos a iniciar desde Txantrea hasta la Baja Navarra atravesando de este a oeste toda la ciudad... son propuestas bien estudiadas para que no den problemas a futuros, bien justificadas y participadas. Lo que se está haciendo, algunas proyectos sobrepasando el marco de la legislatura, se están haciendo a buen ritmo y yo creo que bien. En Pío XII por ejemplo al final de año podremos ver que no va a ser un problema desde el punto de vista de movilidad sino todo lo contrario.
¿Y después de Pío XII qué?
–Hoy (miércoles) hemos conocido la nueva red troncal de la Mancomunidad en transporte publico comarcal. Es importante que todas las medidas que se tomen estén coordinadas en clave comarcal. Los datos de uso del transporte público son buenos. Con la amabilización los datos de peatones y usuarios de villavesa han subido, y en Pío XII y con el eje Labrit también va a ocurrir lo mismo. Sabemos que entorno a 6.000 ciclistas están andando cada día en el centro. Estamos cogiendo la orientación que hace tiempo se asumió en otras ciudades como Donosti, Vitoria o Pontevedra.
Cuatro atropellos mortales en menos de un año. ¿Es Pamplona una ciudad inhóspita para el peatón?
No, pero venimos de un paradigma que hay que cambiar, el de una ciudad consagrada al vehículo privado. Vamos a tener un instrumento como es la ordenanza de movilidad para reorientar la tendencia. Pamplona va a ser declarada Ciudad 30 y se van a crear entornos escolares seguros. Policía Municipal no tiene recursos para llegar a todos los puntos conflictivos. Hay que confiar en la señalética, en los pasos de cebra semaforizados y, por supuesto, lo que tiene que primar aquí es la concienciación de todos.
¿En qué ha cambiado el gobierno tras la salida de Aranzadi e I-E del gobierno una vez cesados de sus áreas? Da la impresión de que están queriendo agilizar proyectos...
–En primer lugar, la salida de Aranzadi e I-E de la junta de gobierno fue voluntaria porque podían haber estado como lo estuvieron antes, durante dos años y medio, Geroa Bai sin tener concejalías delegadas. Mi voluntad es que siguieran en el equipo de gobierno. En algunas cuestiones puntuales sí que ha habido cierto atasco. No se nos escapa que sobre todo I-E y Aranzadi no encontraban mayoría dentro del gobierno municipal. También es verdad que ahora están saliendo proyectos porque es resultado de tres años de trabajo. Ellos decidieron salirse al verse privados de las concejalías delegadas por una falta de confianza. Intentar pactar tus inversiones, llegar a acuerdos con la oposición para conseguir mayorías que no tenías en el equipo de gobierno está fuera de rango en la lógica política. No tendría sentido por ejemplo que un ministro de Sánchez que no consiguiera las partidas para su ministerio intentara pactarlas con el PP.
Pero al final se han incrementado las partidas polémicas para Casa de las Mujeres, el eje Labrit y la reforma de la unidad de barrio de Milagrosa. ¿Todos ceden?
–Es verdad que hemos perdido dos meses para poder ejecutar las inversiones financieramente sostenibles. Lo que se ha demostrado es que había muchos más acuerdos que diferencias, y que no había una razón real para oponerse en julio a las IFS. Sí se ha cedido. Lo que preveíamos es que las partidas que se iban a destinar a cada uno de los proyectos, a todos, tenían que estar ajustadas a las posibilidades reales de ejecución, para que esas partidas no fueran a deuda. Y, al final, yo diría que ha sido una cesión de las dos partes, y se ha llegado a acuerdos que han permitido salvar esas inversiones, a la que se sumó por cierto el PSN, y que demuestra que este gobierno del cambio tiene capacidad de llegar a acuerdos. Para mí hubiera sido muy satisfactorio poner en marcha la Casa de las Mujeres en el segundo año, lo que ocurre es que cuando entras a gestionar una administración con toda su maquinara, hay que hacerla rodar y tienes un calendario.
Sus exsocios hablaban también de rodillo...
–Ha habido muchísimas cuestiones dentro del cuatripartito que hemos conseguido sacar adelante como los presupuestos, dentro o fuera del gobierno. Y ha habido logros importantes. Lo que creo es que Aranzadi e I-E no asumieron desde el principio su peso real en el Ayuntamiento. I-E consiguió un concejal de 14 en la mayoría del cambio y dentro de un Ayuntamiento de 27, y pretender que te diera mayor representatividad dentro de la realidad del Ayuntamiento es una equivocación. Pretender que con tu concejalía tienes el mismo peso que Geroa Bai con 5 o Aranzadi con 3 es un claro desenfoque. Siempre creo que hay que intentar llegar a consensos pero cuando no es posible creo que hay que intentar llegar a mayorías. Lo bueno que tiene este gobierno a cuatro es que ningún grupo por sí solo tenía la mayoría, siempre teníamos que llegar a un acuerdo.
¿Algún aprendizaje de esta crisis para futuros gobiernos?
–La radiografía de junio de 2015 fue que había que ponerse de acuerdo entre diferentes y a futuro va a seguir siendo así. Vamos a tener que seguir negociando. Yo siempre digo que más allá de las personas y de los nombres concretos, el sector ideológico que representa Aranzadi o I-E va a seguir siendo necesario.
¿Cree que ha podido desgastar esta desunión de cara a la confianza de los electores?
–Desde luego el mejor mensaje hubiera sido haber continuado las cuatro fuerzas y de cara a a reeditar un acuerdo habrá que restañar heridas y acordar un marco de juego que todos estén dispuestos a respetar.
¿Les cuesta menos a EH Bildu entenderse con Geroa Bai?
–Geroa Bai y EH Bildu tienen en común una cultura política con más trayectoria que el sector de Aranzadi, y un sentido institucional. En la mayor parte de las cuestiones sociales podemos sentirnos más cercanos a I-E y Aranzadi. Por lo tanto es una mezcla de todo. Creo que además tenemos una buena sintonía personal dentro del gobierno municipal.
¿Y el feeling con el PSN es mayor que a comienzos de legislatura?
–El PSN está en una situación que quiere marcar perfil y diferenciarse un poco de UPN porque han estado toda la legislatura a rebufo de UPN. Lo que ocurre al PSN es que ha pretendido dar lecciones de lo que es trabajar desde la izquierda, y entre lección y lección votaban indefectiblemente con la derecha.
¿Estaría dispuesto a pactar con ellos o preferiría volver a hacerlo con Aranzadi e I-E?
–A día de hoy es muy difícil considerarlo agente de cambio. Los hechos demuestran que añoran todavía volver al escenario del bipartidismo en el cual se repartían cuotas de poder con UPN. Sí creo que los sectores ideológicos representados por Aranzadi e I-E forman parte del cambio y tienen que ser para nosotros prioritarios para crear acuerdos.
¿Se encuentra cómodo con el área de Igualdad? Le han llamado Cisgénero y machista. Algo habrá hecho...
La intención última de quien se manifestó en ese sentido es que pudiera deslizarse la sospecha de que algo habrá hecho. Aunque luego no se haya aportado nada, ni una sola situación real. He trabajado 24 años en la enseñanza, unas 1.200 mujeres habrán pasado por mis aulas y jamás nadie me ha hecho ese reproche. Me he encontrado con un área que no tenía estructura y que se ha puesto en marcha en esta legislatura, con unas técnicas que trabajan con un nivel de profesionalidad muy grande, muchos proyectos en marcha, una ciudadanía muy movilizada y concienciada, y afortunadamente con colectivos que llevan muchos años trabajando. Es decir, me he encontrado las mejoras circunstancias y lo menos importante era la concejala o el alcalde.
Al trapo: ponga cuatro ejemplos de transformación de los barrios.
–El proyecto EDUSI en Milagrosa y Azpilagaña que supondrá una transformación integral del barrio en lo que se refiere al tejido comercial, rejuvenecimiento del barrio, movilidad... También ERDIGUNE supone abordar el cuadrante más desfavorecido de San Jorge, con un proyecto además para la mejora de la convivencia... En el Ensanche tenemos proyectos importantes como el PSIS de Maristas, está la recuperación del Geltoki, el debate sobre los Caídos o la nueva unidad de barrio. En Txantrea tenemos el eje ciclable de Labrit, el pro-
“Una de las cosas de las que más orgulloso me siento es de las políticas sociales. Hoy podemos hablar de 102 pisos rehabilitados y 45 en marcha”
“La ciudadanía va a poder comprobar que Pamplona ha cambiado. En movilidad, en igualdad, en memoria, en aspectos sociales...”
“La radiografía de junio de 2015 fue que había que ponerse de acuerdo entre diferentes ,y a futuro va a seguir siendo así”
“Frente a velocidad del cambio yo hablaría de profundidad, buena cimentación e irreversibilidad”
yecto de movilidad Txantrean Poliki, el parque Txantrea Sur, el edificio de Salesianas... En Etxabakoitz tenemos los derribos de viejas naves industriales, mejora de accesos y un frontón que se va a construir.
¿En cuántos puestos se exige euskera en la nueva OPE? Lo digo porque es un tema que levanta suspicacias...
–Tenemos una plantilla de 1.846 empleados. Cuando accedimos nos encontramos con un 6% de perfil de euskera y prácticamente copado por la plantilla de escuelas infantiles. En la nueva OPE que vamos a sacar hay 229 plazas de las que perfil en euskera tendrán 39, es decir un 17% cuando la matriculación en euskera en esta ciudad es en esta ciudad del 25.
¿Y contratos de libre designación? Les comparan con UPN...
–El gobierno del cambio tiene 35 puestos de libre designación que suponen seis menos que la anterior legislatura y con un ahorro de 400.000 euros, con un gasto que ha pasado de 2,2 millones a 1,8 millones.
Monumento de los Caídos. ¿Cuál es la mejor solución para el alcalde?
–Yo personalmente creo que lo fundamental es la reorganización de todo el espacio. Hay un triple debate: memorialista, eliminar un símbolo fascista; arquitectónico y urbanístico para redefinir el límite con el Ensanche. Yo siempre he dicho que todas las ciudades terminan en una cúpula y ese edificio puede resignificarse y ejemplos en Europa hay montones como el Coliseo.
¿Va a haber una cesión de los locales del antiguo Oscus a los del gaztetxe Maravillas para que salgan del palacio de Rozalejo? Ya ha habido contactos reconocidos desde EH Bildu.
–Ha habido contactos y quiero pensar que desde otras formaciones se ha intentado trazar puentes porque me parece un ejercicio de responsabilidad, y lo contrario me parece sectario. La ubicación del gaztetxe tiene que ocupar un segundo momento. Ahora lo principal es que el gaztetxe surja del barrio. En segundo lugar, tiene que haber un proyecto. El gaztetxe será bueno e importante y conseguirá ser permeable a la sociedad en la medida en que tenga un proyecto fuerte. Autogestionado y sin tutela pero un proyecto fuerte. Desde luego para nosotros la ubicación es importante que cumpla parámetros de seguridad, salubridad y accesibilidad, y tenemos nuestro propio modelo como ha quedado definido en Antzara de Mendillorri o Salesianas en Txan- trea, y que a futuro tendrá el Casco Viejo con Redín y Cruzat, un edificio donde se han invertido 800.000 euros. ¿Estarían dispuestos a ceder Oscus al gaztetxe con unas condiciones? –Entre las posibles variantes de locales manejamos también Oscus pero a futuro está prevista la desaparición del edificio y la apertura de una plaza interior. Sería en todo caso una solución transitoria a medio plazo. Creemos que la gran dotación del Casco Viejo puesta a disposición de la ciudadanía tiene que ser Redín y Cruzat. Tiene cabida para todo, lo que pasa es que no está en marcha todavía y previsiblemente hasta marzo no lo esté. Habrá gente que diga por qué a ellos y no a otros... –El gaztetxe por definición es de todos y de nadie. Son edificios abiertos, de la juventud del barrio y nadie los puede patrimonializar. Por otro lado, la gente que está en el gaztetxe es súper variopinta en extracción social, ideológica, motivaciones y edades.
¿Qué opina de la gestión y desenlace de la ocupación de Rozalejo en estos once meses? ¿Se ha negociado con el Gobierno? ¿Qué papel han jugado? –En un edificio que no era del Ayuntamiento nos tocaba mediar. El Ayuntamiento ha estado vigilante pero no agente. –Llevarlo todo desde los parámetros del diálogo. Salvo el momento del desalojo hemos mantenido una relación con el Gobierno de Navarra.
¿Que medidas se puede adoptar e para evitar el riesgo de gertrificación o masificación turística ante la subida de precios del alquiler?
– Pamplona no tiene problema acuciante de pisos turísticos pero que lo puede tener. Si nos comparamos con Barcelona o Donosti... Pero hay que tomar medidas para evitarlo. Yo creo que el hito importante es la nueva ordenanza, para finales de año.
¿Se podría adaptar a la normativa estatal que plantea el veto de las comunidades de vecinos?
–Habrá que adaptarla. Lo que se persigue es regularizar la situación de los pisos turísticos.
Se plantea subir la contribución de pisos vacíos a la espera de tener un censo del Gobierno foral. ¿Cree que es buena medida?
–El cargar con impuestos las viviendas vacías puede ser una medida pero va a ser la solución como ha ocurrido en otras ciudades. Lo que hay que hacer es incentivar y dar garantías que se pueden incorporar esas viviendas al mercado. ●
“Oscus sería una solución transitoria. Creemos que la gran dotación del Casco Viejo para la ciudadanía tiene que ser Redín y Cruzat”
“Lo que creo es que Aranzadi e I-E no asumieron desde el principio su peso real en el Ayuntamiento y en un gobierno a 14”