MIKEL BUIL ELOGIA LAS “GRANDES CONQUISTAS SOCIALES” DEL CUATRIPARTITO
El portavoz parlamentario, Mikel Buil, encabezará la candidatura de Podemos en las elecciones de mayo. Apuesta por una lista al Parlamento que sea “unitaria” y esté compuesta por gente “madura, capaz y leal” a los órganos del partido
PAMPLONA – Ha sido una legislatura agridulce para Podemos. La fulgurante irrupción con siete parlamentarios se ha visto salpicada por una disputa interna que ha acabado en la división del grupo parlamentario y la expulsión del partido de quien fue su última candidata. “Ha sido un proceso duro pero hemos aprendido muchísimo”, asume Mikel Buil García (1979), rostro de una nueva etapa que Podemos Navarra afronta con el objetivo de “ganar las elecciones” y formar un “Gobierno morado” que permita “ir más allá” al proyecto de cambio iniciado en 2015. “He decido dar el paso por puro compromiso con el cambio”, explica.
¿Tiene ya decididos los nombres que le acompañarán en la lista al Parlamento?
–Los nombres los decidirá la asamblea. Pero sí hemos trabajado en una lista unitaria que recoge los valores que buscamos: capacidad, madurez y lealtad a los órganos del partido.
¿Las primarias las carga el diablo?
–No, son una seña de identidad. La gente tiene oportunidad de votar a quien quiera. Aunque lógicamente, yo como candidato haré una propuesta del que quiero que sea mi equipo, al final será la asamblea quien decida.
Las encuestas apuntan una tendencia bajista. ¿Se las cree?
–Las encuestas siempre nos han dado mal, y aun así nos dan un suelo electoral muy potente. Ocurre que Podemos ha sido el enemigo a batir por los poderes fácticos, por quienes no quieren cambiar el status quo. Y eso hace que gente que nos va a votar no lo diga.
¿Que el cabeza de lista al Parlamento y el líder de Podemos en Navarra sean personas distintas puede generar fricciones?
–Todo lo contrario. Somos un partido asambleario, y no es bueno concentrar todos los poderes en una persona. La política es muy rápida y hay que tomar muchas decisiones trascendentes. Y tanto Eduardo Santos como yo seremos capaces de trabajar con lealtad.
¿Cómo ha vivido la expulsión de Laura Pérez?
–Como cualquier militante de Podemos, con mucho dolor. Ha sido una experiencia muy dura, tanto en lo personal como en lo político. Lamentablemente, la mayoría de partidos que empiezan tienen un proceso duro de estructuración en sus inicios. Y como partido hemos aprendido muchísimo.
¿Y qué han aprendido?
–Que lo importante es presentar perfiles que sean capaces de aglutinar y no de dividir, desde la lealtad a las decisiones que toma una asamblea.
¿Qué relación queda con Orain Bai-ahora sí?
–A nivel personal no tengo ningún problema. Pero otros partidos, algunos de ellos socios en esta legislatura, han permitido que cuatro personas que no tienen relación con Podemos se hayan quedado dentro de nuestro grupo parlamentario. Con la complicidad del PP cambiaron el nombre, y eso ha sido aprovechado para distorsionar los posicionamientos políticos propios de Podemos. Son personas que van por libre y Podemos no es responsable de su irresponsabilidad. ¿Eso descarta una confluencia en el futuro?
–No es algo que valoremos porque Orain Bai no es un partido político.
¿Y con IU y Batzarre?
–La asamblea de Navarra voto a favor de ir en confluencia con las fuerzas hermanas, y ese es un trabajo que está haciendo el consejo de coordinación de Podemos. Cuando tengamos el acuerdo al que se pueda llegar, valoraremos.
¿Qué balance hace de la legislatura?
–Se ha hecho un trabajo muy bonito, con grandes conquistas. Personalmente me siento orgulloso de haber pertenecido a esos 26 parlamentarios del cambio que consiguieron desplazar a la derecha de Navarra del poder.
¿Con qué se queda de estos años?
–Con que se ha sacado de la pobreza severa a mucha gente, se ha reestructurado la política de vivienda y se han conseguido avances en el cambio de modelo productivo. Aunque en muchos aspectos son avances insuficientes para nosotros.
¿Diría que ha funcionado el cuatripartito?
–Sí. Ha habido diálogo constante y voluntad de negociación. Han sido miles de reuniones en las que hemos podido debatir y trabajar con lealtad. Y no era fácil entre cuatro fuerzas tan distintas. Pero había un mandato histórico, y esto tenía que funcioinar. Era algo que teníamos asumido todos como personas progresistas de Navarra. ¿La apuesta es repetir?
–Nuestra apuesta sigue siendo el cuatripartito. Aunque en algunos puntos es difuso, el acuerdo programático nos ha permitido llevar a cabo buena parte de nuestro programa electoral. Es casi una Constitución para nosotros que ha servido para cambiar la dirección política. Y sigue siendo una hoja de ruta válida y potente para los próximos diez años. ¿Qué grado de cumplimiento se ha dado?
Todo depende de cómo se mire y de las expectativas de cada uno. Porque el acuerdo programático recoge todas las ilusiones y todos los objetivos políticos de aquella aspiración de cambio que pudimos hacer realidad en 2015. Pero hay cuestiones sin cuantificar y sin temporalizar. Y nuestro objetivo ahora es ir más allá, hacerlo más concreto para conseguir una mayor justicia social. El camino es largo.
¿En qué ámbitos?
–Nuestra prioridad sigue siendo la lucha contra las políticas de austeridad, y por un cambio de modelo productivo. Eso supone favorecer al pequeño comercio y al pequeño productor, fomentar modelos de producción de energía a nivel local. Un modelo productivo que en vez de estructurar la desigualdad social como hace el modelo que impera en la Europa neoliberal, reparta la riqueza y luche contra la desigualdad. En Navarra hay tres brechas profundas: la de genero, la de edad y la de territorio, que solo se pueden cambiar con un nuevo modelo productivo. Una renta garantizada evita situaciones dramáticas, pero no arregla el problema.
¿Habrá presupuestos en 2019?
–El anteproyecto, en cuya elaboración hemos trabajado, recoge algunas aportaciones que considerábamos importantes, como la ley derecho subjetivo a la vivienda, que incluye ayudas al alquiler para los jóvenes, o la reversión de los recortes en educación. Es cierto que hay renuncias que nos duelen mucho, como la cooperación al desarrollo. Pero no serán escollos fundamentales como para
“Hay cuestiones que habrá que concretar más, pero el acuerdo programático sigue siendo una hoja de ruta válida para los próximos años”
“La decepción del PSN es cíclica. No ha hecho autocrítica de sus años con UPN, así que al final hará lo mismo de siempre, pactar con la derecha”
“La derecha busca su legitimidad fomentando el miedo y el odio. En las próximas elecciones Navarra se juega la ruptura del contrato social”