El euskera sale del armario
Once días en euskera. ¿Mucho? ¿Poco? ¿Qué puede hacer cada uno o una? Euskaraldia lanza la fase final de una novedosa campaña en clave de suma que tiene como objeto fomentar el uso práctico, en la vida diaria, del euskera. Cada cuál en la medida de sus posibilidades, lugares y momentos. Para ello se ha activado un gran proceso de inscripciones y reparto de roles. Primero fueron los ayuntamientos (se apuntaron más de 400) y ahora se están sumando personas particulares que entre el 23 de noviembre y el 3 de diciembre harán de ahobizi (hablará en euskera) o belarriprest (invitará a que le hablan en esa lengua) gracias a unas chapas identificativas. El último dato oficial era el de 60.000 inscritos, pero con toda probabilidad se llegará a 100.000, de ellos unos 15.000 navarros. Todo un experimento sociológico que pretende servir como acicate ante uno de los déficits de la lengua: cubrir la grieta que hay entre