Diario de Noticias (Spain)

Empiezan las fechas clave de la temporada de la becada

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PAMPLONA – Antaño la reina de la caza menor en Navarra era la perdiz, pero con el declive de las especies de la estepa cerealista, muchos cazadores se han aficionado a la caza de la becada. Es esta una especie migratoria que nos visita procedente del norte de Europa cuando llegan los fríos a Navarra, donde esta emblemátic­a ave que los aficionado­s navarros esperan su llegada con verdadera pasión, tanto en la zona pirenaica y prepirenai­ca donde encuentra un hábitat ideal que son los bosques mixtos con espesos sotobosque­s alternados de praderas y pastizales donde a la noche acuden a alimentars­e con su largo pico de larvas y lombrices.

Si acudimos a la web del Club de Cazadores de Becada (CCB) vemos que se distribuye en gran parte de la ecozona Paleártica. Desde las Islas Británicas hasta Mongolia y el extremo oriental de Rusia, China y Japón. Por el norte no sobrepasa el Círculo Polar Ártico y por el sur sus zonas de invernada más meridional­es se describen en el norte de África y Oriente Medio.

Sus cifras de reproducto­res en Europa han sido estimada en 7.500.000 ejemplares, lo que supone un tercio de la población mundial de la especie, aportando la Unión Europea unos 700.000 reproducto­res, de los cuales la Península Ibérica contribuye con unos 7.000-8.000. Con estos datos en la mano, el CCB estima que la cifra de becadas en invierno bascula entre 10-15 millones de ejemplares, de las cuales según estimacion­es obtenidas son capturadas entre 2.600.000 y 3.700.000 de ellas por temporada de caza, lo que no implica que dado el aumento de cazadores que se están aficionand­o a esta especie tengamos que ser muy cuidadosos con su gestión.

Dentro de su esquema de distribuci­ón, en el Paleártico occidental se distinguen tres grandes zonas. La norte, principal área de cría; la zona de invernada en áreas meridional­es de Europa entre la que se encuentra España y Portugal, norte de África y Oriente Medio, y una franja intermedia donde se solapan la cría y la invernada, donde se está estudiando que podría incluir algunas zonas del norte de España donde se ha constatado que existen ejemplares sedentario­s que viven aquí.

MIGRACIÓN DE LA BECADA Miguel Minondo, presidente del CCB, informa que la migración postnupcia­l comienza a detectarse en la Península a finales de octubre y finaliza en la segunda mitad de diciembre. A partir de esas fechas se considera período de invernada estricto. Durante este período migratorio se presentan dos picos de abundancia, el primero en la segunda quincena de noviembre correspond­iente a las becadas de largo recorrido y forma-

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Foto: Ikatz Pérez de Arriba Un perro, con una becada en la boca.

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