La falta de ventilación y un mal mantenimiento de la caldera, causas del suceso
Técnicos de gas inspeccionaron la instalación de la vivienda para aclarar lo ocurrido
PAMPLONA – El origen de la intoxicación por monóxido de carbono que ha ocasionado el fallecimiento de dos mujeres de avanzada edad en Pamplona y mantiene a otro hombre en estado crítico se produjo por la falta de ventilación y por una mal mantenimiento de la caldera de gas existente en la vivienda. Así lo indica la investigación llevada a cabo por la Policía Municipal de Pamplona, encargada del caso bajo la dirección del Juzgado de Instrucción número 5.
Según informó el Gobierno de Navarra, cuando los bomberos llegaron al lugar pasadas las 14.30 horas encontraron las ventanas abiertas y la vivienda ventilada, y el explosímetro midió una baja concentración de CO que en posteriores mediciones arrojaron unos valores que ya eran normales. Los bomberos cerraron el suministro de gas y en la casa no se encontró otra posible fuente de emanaciones que hubieran podido producir las intoxicaciones.
Vecinos del edificio señalaron que durante la mañana del martes una mujer que ayudaba a la dueña de la casa en sus tareas diarias no había podido entrar en ella, por lo que intentaron localizar al hijo de Amelia Corera, que acudió al inmueble y localizó a las tres personas afectadas, dos de ellas en estado grave y otra ya fallecida, tendida en el suelo y con un golpe en la cabeza.
Horas más tarde de descubrirse el suceso, técnicos de la empresa suministradora de gas natural, así como técnicos de una empresa de mantenimiento de calderas, acudieron al edificio situado en la calle San Agustín y realizaron una inspección en el domicilio para intentar esclarecer las causas de la intoxicación sufrida por los tres ancianos.
Según los análisis preliminares realizados, uno de los factores determinantes para producirse la intoxicación habría sido que la caldera de gas natural presentaba un mantenimiento incorrecto, lo que a su vez habría originado un funcionamiento deficiente. Junto a ello, otro de los factores que habría contribuido al suceso sería la falta de ventilación en torno a la caldera de gas situada en la vivienda.
En concreto, las rejillas utilizadas para evitar que se concentre el monóxido de carbono se encontraban obstruidas, lo que imposibilitaba que el gas nocivo saliera al exterior del edificio y se quedara retenido en el interior del domicilio en el que estaban los tres afectados. Dada la combinación de ambos factores, la concentración de monóxido de carbono en la vivienda habría resultado mortal para sus ocupantes.
El Reglamento de las Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) indica que el usuario debe revisar cada dos años su caldera de gas de forma obligatoria. En el caso de los calentadores de agua, esta revisión obligatoria debe realizarse cada 5 años. En cuanto a las calderas de gasóleo sí que deben revisarse obligatoriamente cada año.