Goles a cambio de errores

El concepto inculcado por Jagoba Arrasate a su equipo es puro osasunismo. Un equipo valiente, que aprieta arriba y que no se rinde nunca, incluso tomando riesgos. Pero no hay que confundir estos peligros con errores defensivos, colectivo o individuales. Osasuna debe de cerrar como sea ese caudal de goles encajados y que ayer le impidió llevarse tres puntos donde nadie lo había hecho gracias a una segunda mitad donde el equipo volvió a demostrar una personalidad y un juego muy definidos.

Osasuna no puede obviar esos errores ya que parecen un paso necesario para poder asaltar la zona de arriba. Todo lo demás parece bastante encaminado para el disfrute rojillo. Ayer la defensa navarra cometió dos errores. El primero por dejar a Zozulya rematar demasiado solo (aunque luego el ucraniano lo haga muy bien). Unai no estuvo especialmente rápido para obstaculizar el remate del ariete rival. Y en el segundo gol hubo dos errores en cascada. Primero la falta innecesaria de David García (que realizó un partido aseado en líneas generales) y el segundo de Lillo que rompe el fuera de juego que había tirado todo el equipo y había dejado a tres locales en fuera de juego.

Dos errores contra un equipo con la pólvora del Albacete se pagan. Y ayer no se pagaron muy caro gracias al acierto rojillo. El penalti de Torres, provocado por un

El acierto de Villar, la clase de Torres desde los once de metros y la lucha de Brandon compensaron dos errores graves defensivos