4.526 fumadores navarros inician la medicación para dejarlo
La ayuda farmacológica puede mejorar la tasa de éxito del 8-11% al 14-20%, según el informe de Salud
PAMPLONA – El Gobierno foral recuperó en diciembre de 2017 la financiación pública de los fármacos para dejar de fumar. Así, en los nueve primeros meses de este año 4.526 personas iniciaron tratamientos con Vareniclina, parches de nicotina y Bupropion y recibieron, por parte del personal sanitario, apoyo educativo individual o grupal para dejar de fumar.
El estudio Tabaquismo y cáncer de pulmón en Navarra señala, en este sentido, que la ayuda farmacológica para la deshabituación puede mejorar la tasa de éxito al año del 8-11% –cuando sólo se realiza ayuda educativa– al 14-20%.
El informe también consideró que las altas tasas de cáncer de pulmón en población joven de Navarra en comparación con algunos países europeos, el incremento de la incidencia en mujeres y las crecientes desigualdades socioeconómicas en el consumo de tabaco constatan la necesidad de seguir intensificando esfuerzos en la lucha contra el tabaquismo, que se trabaja en tres subprogramas: la prevención del inicio del consumo, que es “prioritaria” y que se ha focalizado en el ámbito escolar; los espacios sin humo; y las ayudas para dejar de fumar.
La regulación de los espacios libres de humo, indicó Salud, tuvo “una buena aceptación social y ha contribuido a reducir el consumo y al abandono del hábito tabáquico, si bien el incumplimiento en una parte de los espacios y en algunas franjas horarias puede suponer un retroceso”. Salud Pública, junto con los colegios profesionales de Médicos, Estomatólogos y Odontólogos, de Enfermería y de Farmacia, la Sociedad Navarra de Medicina de Familia y Atención Primaria (namfyc) y el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo de Navarra, firmaron en mayo el Manifiesto a favor de los espacios sin humo para consolidar su creación.
Para prevenir el cáncer de pulmón Salud recomienda a la ciudadanía seguir los consejos del Código Europeo contra el Cáncer: no fumar ni consumir ningún tipo de tabaco, hacer de las viviendas y vehículos lugares sin humo, apoyar las políticas antitabaco en los lugares de trabajo y, cuando sea necesario, protegerse de las sustancias cancerígenas cumpliendo la normativa de protección de la salud y seguridad laboral.