Cabelte Incasa mantendrá la sede comercial en Egüés
La dirección mejora la indemnización de los despidos y pide salidas voluntarias para evitar judicializar el proceso
PAMPLONA – Cabelte Incasa, fabricante de cables conductores eléctricos, comunicó al comité, compuesto por cinco delegados de ELA, que mantendrá abierta la nave de Egüés como sede comercial del grupo para el mercado nacional. Esta decisión apenas supondrá conservar tres puestos de comerciales en Pamplona y dos en Madrid, contaron fuentes sindicales.
La dirección informó a la parte social el viernes de la nueva oferta económica para las indemnizaciones de los trabajadores, que pasaba de los 30 días por año trabajado, con un tope de 24 mensualidades; a los 33 días por año trabajado, con el tope de dos anualidades, especificaron fuentes sindicales. La empresa exige que como mínimo 59 empleados acepten de manera voluntaria esta indemnización. Para ello, dejó de plazo hasta el miércoles para que los trabajadores acaten o rechacen estas condiciones. El comité no considera que se esté produciendo negociación en este proceso, en el que la empresa tampoco ha presentado ningún expediente de regulación de empleo para extinguir el contrato de los 75 trabajadores que continúan en la empresa, ya que seis aceptaron la primera oferta económica ofrecida por Cabelte Incasa. De esta forma, si la dirección logra que las salidas se produzcan de una manera voluntaria, lograría evitar que se judicialice este caso.
En el encuentro del viernes, la empresa también ofreció una serie de garantías para que la plantilla asegure el cobro de las indemnizaciones, ya que conserva su propuesta de abonar el despido en plazos: el primero de ellos contemplaría la cantidad resultante de calcular los 20 días por año trabajado.
Cabelte Incasa anunció el mes pasado el cierre del centro productivo de Egüés por un descenso de las previsiones de pedidos en su plan 2019-2023, por las pérdidas que padece y por la devolución de 13 millones que exigieron proveedores tras la multa de Competencia por pactar precios con empresas del sector para obtener más beneficios. En cambio, el comité insiste en que se trata de una “deslocalización hacia las fábricas de Portugal”.