Técnicas de Sodena avalan que el consejo invierta sin coincidir con el criterio de sus informes
La directora de inversión afirma que este proceder era normal en legislaturas anteriores y confirma la “soberanía” del Consejo de Administración sobre Davalor
PAMPLONA – Dos responsables técnicas de Sodena, María Victoria Iriarte y María Eugenia Lecumberri, ratificaron ayer la “soberanía” del Consejo de Administración de la empresa pública para tomar decisiones y realizar transacciones “sin suscribir al 100%” el criterio de los informes técnicos que elaboran, en este caso en relación a la concesión de un préstamo participativo a Davalor Salud. Algo que “no es habitual pero entra dentro de la normalidad”: “No es la primera vez que ha pasado eso ni la última, porque el Consejo de Administración es soberano”, explicó María Eugenia Lecumberri en calidad de directora de inversiones. “En otras ocasiones, en legislaturas anteriores, se han tomado decisiones incluso en contra de la opinión del propio director gerente”, reiteró.
Aunque añadió que ella no puede opinar sobre las decisiones. “Yo no estaría haciendo bien mi trabajo si cuestiono una decisión del Consejo de Administración de Sodena o del Gobierno de Navarra. Los análisis técnicos no tienen indicaciones, tienen un análisis de riesgos”.
Estas técnicas, que ayer comparecieron en la comisión de investigación del Parlamento foral sobre inversiones fallidas de Sodena, participaron en la elaboración del informe después de que Davalor Salud acudiera a la sociedad pública para pedir apoyo de 4 millones para su proyecto.
Lecumberri ratificó este informe del año 2015 en el que se recogía que las estimaciones que realizaba la compañía Davalor Salud “no eran realistas”, si bien expuso que el informe reiteraba que el proyecto era “igualmente interesante” y que si la máquina diseñada por la compañía “hubiera tenido aceptación comercial, habría tenido un éxito muy importante”. El informe recogía que las necesidades cuantificadas por la compañía eran de 6 millones de euros, pero, en realidad, en opinión de las técnicas las necesidades ascenderían a 15 o 17 millones.
En este contexto, el 23 de junio de 2015 el Consejo de Administración de Sodena adoptó un acuerdo en el que valoraba “positivamente” el proyecto, pero pedía que Davalor Salud justificara el cierre de 11 millones de euros proveniente de otros inversores y “la actualización de su plan de negocio con unas hipótesis razonables”.
Lecumberri quiso matizar que no es que el Consejo se “aparte” los informes, sino que sus posturas pueden no ser “coincidentes”. “Y no deben serlo”, explicó y detalló que a menudo estas decisiones se han tomado en sentido contrario. Lecumberri consideró “remotas” las posibilidades de recuperar el dinero invertido, ya que es lo que ocurre en un proceso concursal. Ambas técnicas coincidieron en asegurar que ninguna de ellas ha recibido indicaciones políticas a la hora de realizar su trabajo.