Barcina regresa al Parlamento para explicar su inacción ante el hundimiento de Caja Navarra
La expresidenta comparece en la comisión que investiga el final de la entidad financiera
PAMPLONA – Yolanda Barcina Angulo regresa hoy al escándalo que marcó su único mandato como presidenta del Gobierno de Navarra. Y al que seguramente terminó de forma anticipada con su carrera política. A las dobles y triples dietas cobradas sin justificación alguna, a su labor como presidenta de la comisión de control, a su papel en la Junta de Entidades Fundadoras, a lo que hizo, y a lo que dejó de hacer mientras Caja Navarra adoptaba primero un nuevo estilo de gestión, se aliaba posteriormente con otros socios y, por último y tras más de un siglo de actividad independiente, se desmoronaba y tenía que integrares en Caixabank, donde apenas posee el 0,9% de las acciones.
Porque Yolanda Barcina, que siempre ha tratado de minimizar su papel en la entidad financiera, acumula una larga historia primero como consejera en la Caja de Ahorros de Navarra (1996-1999), después como última presidenta de la Caja de Ahorros Municipal de Pamplona (1999-2000) y, posteriormente, en la fusionada Caja Navarra. Fue vicepresidenta (2000-2004), posteriormente presidenta de la comisión de control (2004-2010) y finalmente miembro de la Junta de Entidades Fundadoras (2010-2012). Entre 1996 y 2012 se mantuvo así en los diferentes órganos de gobierno y consultivos de ambas entidades. Solo los abandonó cuando se supo que, junto a Miguel Sanz, Álvaro Miranda y Enrique Maya, seguía cobrando de un órgano opaco, la comisión permanente de la Junta de Entidades Fundadoras mientras Caja Navarra se hundía.
En todo este tiempo no se conoce que Yolanda Barcina mostrase duda alguna acerca del devenir de la entidad financiera. Ni siquiera ya en el último momento, quizá demasiado tarde, cuando Lorenzo Riezu, director de Caja Navarra hasta finales de 2001, le hizo llegar su demoledor informe acerca de la gestión de Enrique Goñi. En él quedaba acreditada la pérdida de solvencia y de rentabilidad en el negocio recurrente.
Barcina no movió ficha entonces, en la primavera de 2011, cuando ya cobraba de forma generosa por asistir a reuniones de cinco minutos sin contenido. Alcaldesa de Pamplona y presidenta del Gobierno, Caja Navarra sí reportó a la también presidenta de UPN unos ingresos fijos que le han ayudado a engordar su patrimo- nio. Solo entre 2007 y 2011 percibió 264.935 euros, de los que algo más de 71.000 euros ni siquiera se correspondían con su labor como consejera o presidenta de la comisión de control. Los ingresó por asistir a charlas, sobre todo de economistas, a quienes Caja Navarra invitaba a Pamplona para hablar de distintos asuntos. De 2004 a 2006 percibió entre 21.000 y 26.000 euros al año, según consta en las memorias. Las cantidades se iban actualizando año tras año y Barcina cobraba de la entidad desde el año 1996.
Yolanda Barcina tuvo que devolver 68.500 euros correspondientes a las sesiones de la Junta de Entidades Fundadoras y su comisión permanente una vez que se supo que cobraban este dinero básicamente por no hacer nada. Hoy será preguntada por todo ello en la comisión que investiga el final de Caja Navarra. ●