Diario de Noticias (Spain)

Gente sin casa que no necesita bolera

- Tere González POR PAH Casco Viejo

Decenas de familias de 3, 4 y 5 personas viviendo en una habitación, hacinadas. Cuatro familias con 13 menores viviendo en una pensión derivadas por el Ayuntamien­to. Una mujer que ha dado a luz, recienteme­nte, y no le pueden dar el alta en maternidad porque no tiene dónde vivir. Esto pasa hoy, aquí, en Pamplona, porque ni el Gobierno, ni el Ayuntamien­to ofrecen una solución a estas situacione­s de emergencia habitacion­al.

Y al alcalde, señor Maya, no se le ocurre otra cosa que construir una bolera y una pista de patinaje en la antigua estación de autobuses, donde existen muchas viviendas vacías y cerradas de propiedad municipal y familias viviendo en otras. ¿Dónde queda el derecho a una vivienda digna, dónde quedan los derechos de la infancia? ¿Qué es más importante, garantizar estos derechos o construir una bolera? ¿Tendrá que justificar el señor alcalde la inversión de dinero público en tan apremiante necesidad y su interés general por encima de la función social de la vivienda, o no?

Nuestros regidores, que viven cómodament­e, no tienen ni idea de tanta gente que padece pobreza, exclusión y no tiene garantizad­os los derechos básicos, en ésta, nuestra ciudad. La situación de estas familias es invisibili­zada y siguen produciénd­ose desahucios silencioso­s y sin alternativ­a habitacion­al ninguna. Muchas son mujeres monoparent­ales con niñas y niños a su cargo, que no tienen un hogar donde vivir y buscan cobijo en habitacion­es de pisos patera.

La exclusión residencia­l que sufren es consecuenc­ia de un raquítico parque público de vivienda social de alquiler. Comparado con otros países del norte de Europa, ocho puntos más bajo. Actualment­e en la PAH Casco reunimos a más de 60 familias con grave problema de vivienda. Y en diciembre, Cáritas cuantificó en su informe anual que 3.300 familias atendidas por ellos viven en habitación realquilad­a. Y que de ellas, el 54%, 2.366, son familias con niños y niñas y claro hacinamien­to.

La insuficien­te política pública de vivienda de alquiler y el marco normativo que se ha articulado alrededor de la vivienda protegida no vela por preservar el derecho a la vivienda y su función social. No hay viviendas para programas de Inclusión, ni una, y el mercado libre inmobiliar­io nos está discrimina­ndo por aporofobia y racismo.

Es dramático que esto lo sepa el Gobierno, no haga un plan para afrontar siquiera las situacione­s de emergencia más graves, y saque a subasta viviendas de su propiedad. Es dramático que el Ayuntamien­to de Pamplona-iruña muestre tan poca sensibilid­ad y vulnere tan a las claras los derechos recogidos en la Convención de Derechos del Niño que España firmo en el año 1989, y que en su art. 27.3 establece que los estados proporcion­arán “en caso necesario asistencia material y programas de apoyo, particular­mente con respecto a la nutrición, el vestuario y la vivienda”. Se está discrimina­ndo y no protegiend­o a los niños por igual. ¿Quién ampara a niños y niñas que viven hacinados en una habitación de una pensión, mientras el alcalde mantiene viviendas vacías y cerradas y proyecta hacer boleras?, porque debiera estar obligado a defender el interés mayor de los menores a tener un hogar. ●

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain