IA El tren que no se puede perder
La inteligencia artificial (IA) es una realidad. Su desarrollo supone uno de los grandes vectores de transformación económica de los últimos años
Europa multiplicará por tres hasta 2023 su inversión en inteligencia artificial. Alcanzará los 23.000 millones de euros y su despliegue no solo parece imparable, sino que está llamado a transformar miles de negocios y la experiencia de millones de clientes. “En Europa parece que hemos optado por la ética, pero en China se usará para rastrear las actividades de jóvenes entre 15 y 18 años y, por ejemplo, decidir quién puede ir a la universidad”, explicó ayer Humberto Bustince, que da clases en la UPNA sobre inteligencia artificial a estudiantes de Ingeniería Informática, durante una jornada organizada ayer por Negocios en Navarra. Un futuro con aristas inquietantes, que potencia a los grandes núcleos económicos y de población en detrimento no ya solo de los rurales, sino de ciudades incluso de tamaño medio, pero que ya está aquí.
Y va a seguir. Uno de los últimos proyectos en los que trabaja el equipo de investigación que dirige Bustince suena directamente a ciencia ficción. “Una compañía telefónica muy importante quiere que podamos encender el móvil solo con la mente”, explica. Es un ejemplo de lo que denominó inteligencia artificial fuerte, que tendrá en cuentas las emociones y las sensaciones, frente a la inteligencia artificial débil, presente ya en los teléfonos móviles actuales, y en la que España comienza a quedarse retrasada. “En el Plan Estratégico Nacional no aparecía por ningún lado la palabra euro”, señaló.
De hecho, la mitad de la inversión en Inteligencia Artificial que se hará en Europa en los próximos años correrá a cargo de tres países (Alemania, Francia y Reino Unido), mientras que a nivel mundial son dos países (Estados
Unidos y China) quienes concentran la mayor parte de la actividad inversora. “Con la industria que tenemos, no podemos quedarnos atrás”, explicó Bustince, quien reclamó la creación de un polo de datos “transversal” para diferentes materias y recordó que, por ejemplo, la Comunidad Autónoma Vasca está apostando de manera decidida por una materia clave. “Están destinando el 2,5% de su PIB a I+D. Como es imposible traer a un premio Nobel durante un año entero a vivir, lo traen durante cuatro meses cuatro años seguidos y así van creando equipos. En unos años –dijo– el Silicon Valley europeo va a estar a 80 kilómetros de aquí. Y nosotros parece que estamos más preocupados por tener un tren que nos lleve a Madrid el lunes para trabajar y nos permita regresar el viernes para pasar el fin de semana”.
“En unos años, el Silicon Valley de Europa estará a 80 kilómetros de aquí, en el País Vasco” HUMBERTO BUSTINCE Profesor e investigador en la UPNA
“Una de las barreras con la que nos encontramos es la integración con otros sistemas” MIGUEL ÁNGEL LORENTE IAR
Sector emergente El nuevo tejido empresarial
En paralelo al desarrollo de la investigación surge en Navarra un tejido empresarial que también estuvo representado en la jornada de ayer. Miguel Ángel Lorente, de IAR, empresa que trabaja con realidad aumentada, pedía a las empresas que “se quiten el miedo y se dejen asesorar. Y que pregunten, el precio puede ser muy asequible”. En su campo, la clave es hoy la movilidad, ser capaces de obtener buenos resultados en un entorno de luz variable y a pulso.
Mikel Sánchez, de Veridas (una joint venture entre Das nano y BBVA) hizo una demostración de reconocimiento facial en tiempo real. Una herramienta que permite abrir una cuenta bancaria, reservar una habitación de hotel o incluso solicitar y recibir la aprobación de un préstamo bancario. Más
“La máquina no es más lista que la persona que la entrena, pero sí mucho más rápida” JAVIER GARCÍA-LASHERAS GL Research
“Un millón de clientes usa ya nuestra tecnología de reconocimiento facial” MIKEL SÁNCHEZ Veridas
de un millón de clientes emplean ya una tecnología nacida en Navarra.
Javier García-lasheras, de GL Research, destacó la importancia de la inteligencia artificial a la hora de reducir los costes de producción en la industria y mejorar la eficiencia en los procesos. Su empresa ha desarrollado un software capaz de procesar un volumen muy alto de datos en muy poco tiempo. Trabajó con la organización europea de la industria nuclear y ahora tiene un proyecto con SKF. ●