“No todos conectan con nuestros personajes excéntricos, pero es algo que no vamos a cambiar”
ciendo a estos personajes excéntricos que presentan cada capítulo, y hacerse su propia idea de qué es una diva de diván. Para mi hermana y para mí, son todos esos personajes de películas, series y novelas que nos llamaban la atención desde pequeñas porque eran mujeres que, de una manera o de otra, desde lo cómico a lo dramático, se saltaban todas las normas y no se sentían nunca mal por ello.
Entre Let’s Pacheco y Divas de diván ha habido una evolución. ¿Cómo consideran que ha sido?
LAURA PACHECO: –Es curioso, porque Divas de diván es el último libro que hemos publicado juntas, pero es también una de las primeras series de tiras con las que empezamos a colaborar. Las primeras tiras de Divas de diván (también recogidas en el libro) las hicimos meses antes de que empezáramos a trabajar en el libro de Let’s Pacheco. Las temáticas y el tipo de humor son muy diferentes, pero no se debe a una evolución, sino a dos estilos en los que trabajábamos en paralelo. Dentro de la propia serie, desde que la empezamos en 2011, ha habido también evolución, por supuesto. Yo lo noto especialmente en la parte que me toca, el dibujo. Cuando empecé estaba probando varia técnicas y recursos diferentes porque acababa de empezar, y cuando finalicé el libro ya había encontrado un estilo que creo que funciona muy bien con divas y con el que me siento muy cómoda.
¿Cuáles dirían que son sus temas más recurrentes?
C.P.: –Creo que lo que lo que más nos divierte a mi hermana y a mí es crear personajes carismáticos. Tanto en el libro en el que hablamos de nuestra propia familia como en Troll Corporation o Divas de diván hay personajes que toman el control y se convierten en las estrellas del libro. En Let’s Pacheco! es mi padre, en Troll Corporation es la jefa de la oficina y en Divas de diván podría ser cualquiera de ellas. Todos esos personajes que pertenecen a universos distintos tienen en común algunos rasgos.
A lo largo de su extensa trayectoria han indagado por diferentes técnicas como el lápiz, el boceto y ahora lo digital. Laura, ¿en cuál se siente más cómoda?
L.P.: –Cuando comencé a dibujar cómics en 2011 llevaba mucho tiempo sin dibujar, así que pasé varios años explorando y experimentando con diferentes estilos. Primero fue el salto L.P.: –Estudié Bellas Artes, pero me especialicé en Restauración de Pintura porque tenía claro que me quería dedicar a ello y estuve trabajando en Zaragoza un par de años. Comencé el webcómic Let’s Pacheco con la intención de conseguir encargos como ilustradora freelance mientras encontraba de nuevo trabajo de restauradora. No me imaginé para nada que me acabaría dedicando a dibujar cómics y que me resultaría más gratificante que la restauración. Lo pasé muy mal en su momento, pero mirándolo ahora con distancia, me alegro de haberme quedado sin trabajo y haberme forzado a volver a dibujar.
Rápidamente su padre se convirtió en uno de los personajes más míticos de sus tiras. ¿Cómo se lo tomó? ¿Por qué se inspiraron en él?
L.P.: –Yo necesitaba una excusa para dibujar y nunca había escrito ficción, así que empecé contando anécdotas autobiográficas. Acababa de volver a la casa de mis padres y pasaba gran parte de mi tiempo con él, así que se convirtió en mi musa. Al principio sintió un poco de desconfianza, pero enseguida comenzó a estar encantado. La mayoría de sus diálogos en las tiras eran prácticamente literales, por eso le encantaba recibir me gustas y decía continuamente “es que soy genial”. Lo mejor es que tratar con mi padre en persona era algo complicado y convertirlo en personaje nos sirvió para ver esas situaciones de otra forma, casi como una terapia.
¿Cómo es el trabajo en común entre