La exhumación de Franco pone fin a 44 años de exaltación
Culmina el proceso que inició Rodríguez Zapatero en 2011 ● Un falangista, el prior y el hijo de Tejero rezarán por el genocida
PAMPLONA – Después de un año de trámites administrativos y en los tribunales, el Gobierno de Pedro Sánchez culmina hoy un objetivo político que se marcó al inicio de su mandato, la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos y su posterior reinhumación en el cementerio de Mingorrubio. Han tenido que transcurrir casi 44 años para sacar al dictador de un mausoleo construido a mayor honra de su gloria. Y si son 44 los años transcurridos desde el entierro de Franco, en diciembre se cumplirán 12 años de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica (26 de diciembre de 2007), una ley que reconoce los derechos de las víctimas de la Guerra Civil, pero no se posiciona sobre los restos del dictador y sobre el futuro del Valle de los Caídos.
El Ministerio de la Presidencia ha elaborado un amplio dispositivo que involucra a la Delegación del Gobierno en Madrid, Patrimonio Nacional, Policía y Guardia Civil y también a las Fuerzas Armadas, encargadas del traslado en helicóptero de los restos del dictador. Todo el operativo, que tendrá un coste máximo de 63.000 euros, comenzará formalmente a las 10.30 horas, cuando se inicien los trabajos de exhumación dentro de la basílica, a la que no podrán acceder los medios de comunicación para garantizar la privacidad de la familia.
En su interior solo estarán los operarios estrictamente necesarios para extraer la losa que cubre la tumba, de 1500 kilos, así como un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, y 22 familiares del dictador, entre nietos y bisnietos. Todos pasarán antes por un detector de metales para evitar la entrada de cualquier dispositivo de grabación y el perímetro de la tumba estará cubierta con una carpa a la que solo entrará un familiar y el personal indispensable.
La pesada losa se levantará mediante cuatro gatos hidráulicos y un rodillo que permitirá apartarla a un lado. Los técnicos calculan que todo el proceso de extracción dure aproximadamente una hora, aunque podría demorarse hasta tres en función de cómo se encuentren los restos.
El cadáver de Franco se inhumó en noviembre de 1975 en un ataúd doble, con una estructura interna de zinc sellada y otra externa de madera convencional. Si el ataúd de madera se encuentra en buen estado, se empleará ese mismo para su traslado. De no ser así como es previsible, se introducirá el féretro de zinc en otro ataúd preparado al efecto. No está previsto que se abra el féretro para comprobar el estado del cadáver o su identidad, ya que el entonces notario mayor del Reino dio fe de que el cadáver que se inhumaba era el de Franco.
Por expreso deseo de la familia, el prior de la basílica, Santiago Cantera, que se ha opuesto en todo momento a la exhumación, bendecirá los restos, antes de ser portado a hombros por algunos de sus familiares hasta el exterior de la cripta, un recorrido de unos 300 metros.
Para el traslado a Mingorrubio habrá preparados junto a la explanada del Valle de los Caídos dos helicópteros de las Fuerzas Armadas, de los habitualmente empleados para el transporte VIP de personalidades, uno de ellos de reserva. Tras un breve vuelo de unos 15 minutos, en el que el féretro estará acompañado por uno de los nietos del dictador –Francis Franco–, y la ministra de Justicia, el helicóptero tomará
tierra en un antiguo helipuerto de la Guardia Real, cerca del cementerio. La familia y el resto de autoridades harán el viaje por carretera. Allí, y de nuevo en la más estricta intimidad, los restos serán reinhumados en un panteón propiedad de Patrimonio del Estado, donde ya reposa su esposa, Carmen Polo. También y por deseo de la familia, se celebrará un oficio religioso a cargo del prior del Valle de los Caídos y un sacerdote, hijo de Antonio Tejero, guardia civil condenado por el 23-F.
No obstante, toda la planificación quedaba pendiente del estado del tiempo, ya que si el helicóptero militar no puede volar por la niebla o el viento, el traslado del féretro se haría por carretera en un coche fúnebre. La previsión meteorológica para hoy es de lluvia ligera y viento flojo a primera hora, aunque a partir del mediodía podrían generarse bancos de niebla en la zona. Los medios de comunicación no podrán acceder ni a la explanada del Valle ni al interior del cementerio, aunque RTVE y la agencia Efe facilitarán gratuitamente imágenes en directo y fotografías de todo lo que acontezca fuera de la basílica.
Entretanto, la Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido dos concentraciones en las inmediaciones de Mingorrubio, una de ellas convocada por la Fundación Francisco Franco. El Ejecutivo argumenta su decisión en el peligro de alteraciones del orden público y la posibilidad de que puedan enfrentarse sobre el terreno partidarios y detractores de la exhumación. Reproches también de la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, que ha denunciado que la actuación de las fuerzas de seguridad y los operarios en la basílica ha sido “totalmente incompatible” con el principio de inviolabilidad de los lugares de culto, lo que han denunciado al Papa.
DIVISIÓN EN LA IZQUIERDA La batalla judicial iniciada por la familia del dictador impidió a Sánchez ejecutar la medida antes de las elecciones de primavera y ahora la exhumación ha dividido a la izquierda. El líder de Podemos, Pablo Iglesias, partidario de posponer la exhumación a después del 10-N, acusó ayer a Sánchez de electoralismo. “Es curioso, cuando va a Catalunya no se informa a los medios de dónde va, pero sí se informa de la hora a la que saca a la momia”, indicó, lamentando que el presidente se “apunte medallas” cuando se trata de un triunfo de los colectivos de la Memoria. “Cómo es posible que una gran victoria de la democracia española como va a ser la exhumación y el fin del mausoleo al dictador algunos en la izquierda lo sufran como una derrota”, replicó Sánchez.