Otro consejero de Educación en el punto de mira de Navarra Suma
Tras las campañas contra Mendoza y Solana, UPN ya insinúa que Chivite debería dar un tirón de orejas a Gimeno
PAMPLONA – El departamento de Educación se ha convertido en una pieza fetiche de la derecha. UPN primero y Navarra Suma después han aprovechado la magnitud y complejidad de la cartera para tratar de achicharrar políticamente a quienes han ostentado la titularidad del departamento desde que se produjo el histórico vuelco electoral de mayo de 2015. Primero fue José Luis Mendoza, al que dos buenos conocedores de la casa –Alberto Catalán (UPN) y casualmente Carlos Gimeno (PSN), el hoy consejero– acorralaron hasta su relevo; después, las críticas se mantuvieron con la misma intensidad con María Solana; y ahora, Carlos Gimeno, otrora azote del departamento en la oposición, empieza a sufrir en sus propias carnes la fijación de los sectores opositores, obsesionados con recuperar el mando en las políticas educativas. El último episodio, al que ayer se refirió el vicepresidente Javier Remírez al ser preguntado por la prensa, vincula al consejero Gimeno con el nombramiento de la esposa de su hermano como auxiliar en su departamento, un cargo de libre designación en el que algunos sectores han visto nepotismo. No por discreto en el tono Pedro González fue menos incisivo. “No entramos a valorar esas cuestiones, es una decisión del propio consejero, simplemente nos queremos remitir a las palabras de la presidenta cuando ha habido algún caso similar, la hemeroteca es muy precisa”, dejó caer, insinuando que Chivite quizá debería dar un tirón de orejas al consejero.
CAPACITACIÓN TÉCNICA El vicepresidente, Javier Remirez, consideró que es lógico que para cargos de confianza se designe a personas competentes y cercanas al consejero. “Estamos hablando de una persona que, a parte de la confianza política que tiene del consejero, también tiene capacitación técnica”, razonó, para añadir que “los criterios de nombramiento de los cargos de confianza están basados en la confianza de cada consejero y consejera a la hora de determinar las plazas en su gabinete y la capacitación técnica”.
Según sus explicaciones, la cuñada del consejero de Educación “es una persona suficientemente capacitada para ejercer esa responsabilidad más allá de la relación persomente
nal que se tenga”. Y preguntado por si le parece “ético y estético” dicho nombramiento, Remírez consideró que “la cuestión ética es una cuestión que compete en este caso a cada persona en particular”, sin entrar en más valoraciones.