Gran homenaje a la música navarra

Cabizbajo y genuflexo. Así entré al Teatro Gayarre el pasado sábado. Y es que, si siempre impone acceder a este templo de la cultura, en esta ocasión la congoja era todavía mayor, pues tocaba disfrutar de la segunda (y, en principio, última) representación del proyecto Cuéntame una de rock navarro. El espectáculo había sido ideado por Rudy Goroskieta y Santi Echeverría, grandes conocedores, narradores y actores destacados de la escena musical navarra; sin ellos, la historia no hubiese sido la misma, al igual que sin otros guerrilleros como Fernando F. Garayoa. El mundo de la cultura de nuestra comunidad les debe mucho a todos ellos.

La noche comenzó con un vídeo de Motxila 21, ejemplo de buena música e integración. Después, el repaso propiamente dicho, que estuvo concentrado en una serie de vídeos, uno por década. Cada una de las proyecciones estuvo narrada por una voz conocida de las ondas navarras; dibujaban el contexto político, social y económico, glosando los principales acontecimientos locales, regionales, nacionales e internacionales.aunque, lógicamente, lo más sustancioso fue el repaso musical: un sinfín de nombres bien hilvanados (ni estaban todos los que fueron, ni fueron todos los que estaban, el tiempo era limitado y el material inabarcable). En cada época se mencionaba a muchos y se incidía en los nombres más representativos: los Iruñako y sus más de tres mil actuaciones en España, Europa y América en los sesenta, los grupos de rock y de rock progresivo de los setenta (Mugre, Tubos De Plata, Tensión, Magdalena...), Tahures Zurdos, Barricada y Serafín Zubiri en los ochenta, los gigantescos Koma, Marea y Berri Txarrak en los noventa y, ya en el nuevo siglo, los éxitos internacionales de Skalariak, Vendetta o El Columpio Asesino, o Iseo & Dodosound, Kokoshca y Amaia Romero en la década actual.

Pero no solo de músicos está formado el panorama musical navarro de las ultimas seis décadas: también se recordaron las tiendas de discos, bares de música, salas de conciertos y de ensayo, periodistas musicales, promotores, festivales...

Por supuesto, hubo música en directo a cargo de La Banda Del Desagüe, que actuaba después de cada vídeo tocando canciones de la década que acababa de ser recordada (interpretaron temas de Los Iruñako, Tubos De Plata, Tijuana In Blue, Tahures Zurdos, Barricada, Skalariak, El Color De La Duda, Marea, Berri Txarrak, e Iseo & Dodosound). Al final, un vídeo que recordó a algunos músicos que se fueron demasiado pronto y, como despedida, una versión de Cuéntame adaptada al rock navarro y un cierre con todos los invitados sobre el escenario interpretando al alimón Maneras de vivir, de Leño. Suponemos que no se eligió una de un grupo navarro como adiós para no desmerecer al resto.

Como pueden ver, dos horas con mucho contenido. Obviamente no daba tiempo para profundizar demasiado, pero, para quien desee hacerlo, se citaron el libro Al paso de los sesenta, de E. Aguerri y J. S. De Beltzunze, y el documental Córtate el pelo, de Marino Goñi. Me permito añadir, entre otras referencias, el documental Sonido Pamplona, de Beatriz Echeverría, esencial para comprender la Pamplona underground de los noventa. Un completo resumen con alma de homenaje a todos los que han ido urdiendo la red del tejido musical navarro en los últimos sesenta años, que se dice pronto. Al margen de las dos representaciones, el sábado se pudo escuchar música de artistas navarros en los exteriores del Gayarre y también hubo feria de discos y una conferencia. Por si fuera poco, este próximo sábado habrá una jam session en Indara en la que participarán muchas bandas de la tierra. Casi nada... ●