Menos cupé y más
un programa de conducción adicional (reparto de par 50/50 frente al 80/20 del modo Eco/comfort y de 70/30 en el modo Sport), ayuda para descender pendientes y una animación de los parámetros para la conducción todoterreno en el visualizador de medios; y, en combinación con los faros Mutilbean Led, una función especial de iluminación para la conducción fuera del asfalto. Todo ello con una altura libre al suelo que crece hasta los 14,3 centímetros.
Esta aproximación a los vehículos todoterreno en el nuevo GLA también se advierte en un diseño de “proporciones externas poderosas, con voladizos cortos, resaltes longitudinales esbozados sobre el capó, ruedas de grandes dimensiones enrasadas con la carrocería, formas nítidas fruto de una reducción patente de las aristas, faros de diseño preciso y detallado, musculosos hombros de la carrocería y un mayor énfasis en las superficies para transmitir un porte seguro, deportivo y moderno”.
Por dentro, el diseño nos recuerda que estamos en un Mercedes, es decir, en un entorno dotado de gran sofisticación, funcionalidad, calidad de materiales, cuidado por el detalle, armonía y un equipamiento sencillamente sobresaliente, con interminables opciones a disposición. Ya sólo el cuadro de instrumentos de pantalla exenta, los cinco difusores de ventilación redondos con efecto turbina, el sistema de infoentretenimiento MBUX o el control de confort Energizing (gestiona la climatización, iluminación, reproducción de música y hasta los programas de masaje de los asientos) nos muestran un habitáculo que dibuja un automóvil de lujo, deportivo y compacto.
La seguridad, como no podía ser de otro modo, sigue progresando con la incorporación y desarrollo de sistemas de asistencia que hacen que, como recuerda Mercedes, “el GLA sea capaz de reaccionar por sí mismo si el conductor no lo hace” cuando las situaciones de riesgo derivadas de la presencia de otros vehículos, peatones y ciclistas o de nuestro propio automóvil puedan propiciar un accidente.
La extensa oferta mecánica completa un conjunto realmente brillante. Junto al futuro gasolina híbrido enchufable 250 e que llegará más adelante (con 218 CV, 450 Nm, 220 km/h de velocidad punta, de 1,6 a 1,8 litros de consumo medio y una autonomía WLTP en modo eléctrico de 53 a 68 kilómetros), la gama parte en gasolina con el GLA 200 (con 1.332 cc, 163 CV, 250 Nm, tracción delantera, cambio automático 7G-DCT, 210 km/h y 6,7 litros de gasto WLTP, por 40.800 euros); seguido por el GLA 250 4Matic (1.991 cc, 224 CV, 350 Nm, tracción total, caja 8G-DCT, 240 km/h y 7,6 litros de consumo medio, desde 51.150 euros), para más adelante incorporar la versión más deportiva, la Mercedes-amg 35 4Matic de 306 CV y 400 Nm. Los diésel emplean el motor de dos litros (1.950 cc) con la caja automática 8G-DCT y tres variantes: 200 d (150 CV, 320 Nm, tración delantera, 208 km/h y 5,4 litros de gasto promediado, desde 41.125 euros), 200 d 4Matic (150 CV, 320 Nm, tracción total, 205 km/h y 5,6 litros de consumo, desde 43.450 euros) y 220 d 4Matic (190 CV, 400 Nm, tracción total, 219 km/h y 5,6 litros de gasto, desde 45.450 euros). ●