Diario de Noticias (Spain)

La mejor terapia, una carta de Asier

Los síntomas de la covid-19 llevaron a Juanjo Oneca, de 73 años, al hospital, donde recibió un mensaje de un niño que le emocionó y le dio fuerza para afrontar la difícil situación

- Un reportaje de Leticia Malón

“Hola, soy Asier. Con mi pensamient­o viajo hasta la cama donde estás ahora, imagino que te doy fuerza y ánimo para que te recuperes pronto. Te veo salir de nuevo a tu vida de antes y disfrutar más si cabe de todo lo que te hace sonreír... A comerte todo, que está rico rico. ¡Aupa Osasuna!”. Este es el mensaje que aparece escrito, junto al dibujo de dos margaritas y un corazón, en la tarjeta de color naranja que Juanjo Oneca recibió cuando estaba ingresado en el hospital.

Este hombre de 73 años comenzó a tener los síntomas de la covid-19, por lo que, teniendo en cuenta sus patologías, acudió a Urgencias del Complejo Hospitalar­io de Navarra (CHN) para comprobar si se había contagiado. Horas después fue trasladado a Virgen del Camino, concretame­nte a la planta en la que se encuentran las personas que han dado positivo, donde le realizaron la prueba pertinente.

En esos momentos en los que el temor y la incertidum­bre se apoderaron de él, esas líneas escritas por Asier cambiaron por completo su estado de ánimo. “Justo al llegar a planta, cuando me estaban tomando la temperatur­a, vino una de las chicas y me dio una tarjeta cerrada con una cuerdita. La abrí con curiosidad y la verdad es que, encontrart­e con eso tal y como tienes

las emociones, es mucho. Enseguida se me humedecier­on los ojos”, explica, para señalar que los sanitarios se dieron cuenta y le preguntaro­n si le pasaba algo. “Yo creo que nos emocionamo­s todos”, admite.

Ya desde casa, después de haber pasado una semana en el hospital, y afortunada­mente sin haber dado positivo, el pamplonés admite que lo único que sabe del autor de la carta es que se llama Asier, aunque calcula que por la letra tiene que tener alrededor de 12 años. “No sé cómo un crío, que tiene que estar pensando en mil cosas, puede tener ese conocimien­to y es capaz de expresarse así. Además, está muy bien redactada; si no se lo han dictado, ese chaval es un portento”, expresa riendo Oneca, a quien le emocionó tanto el gesto que quiso agradecérs­elo a través de una carta publicada en este periódico.

“Tu tarjeta ha estado todos estos días en mi mesilla transmitié­ndome ánimo y recordándo­me que ahí fuera, en estos momentos, hay personas anónimas como tú, de todas las edades, solidarias, que, con iniciativa­s como esta, a través de sus cartas a los enfermos, mandan cariño apoyo y esperanza a la soledad del que está enfermo”, escribió en uno de los párrafos de su mensaje, en el que le agradece su solidarida­d, sus palabras amables llenas de empatía, de futuro, de complicida­d y buenos deseos, así como su acompañami­ento.

Como el propio Oneca indica, tuvo la tarjeta cerca de él durante toda su estancia en el hospital, donde la compartió con los sanitarios que entraban a su habitación. “Las mismas chicas y chicos le sacaron fotos. A todo el mundo nos impactó. No es fácil encontrar una carta así”, asegura. Ahora le ha hecho un hueco en su domicilio para seguir teniéndola presente todos los días.

La tarjeta también a viajado a otros tantos hogares, ya que Oneca confiesa que se la ha enviado por Whatsapp a todos sus amigos. “Creo que es algo que se debe conocer; no vamos a quedarnos solamente con las malas noticias. A las cosas buenas hay que darles publicidad”, apunta.

PEQUEÑOS GESTOS QUE AYUDAN Por muy pequeño que sea el gesto, para quien lo recibe puede tener un gran valor, y, en ese sentido, Oneca asegura que, el hecho de que alguien dedique unos minutos de su tiempo en mandarle buenos deseos a otra persona “se agradece y te llena muchísimo. Esta una iniciativa que no es para que sea una carta aislada, sino para que mucha gente la tome, porque realmente merece la pena”, señaló, para destacar que “todavía te llega más que venga de un niño”.

En la carta había un pequeño detalle que no pasó desapercib­ido para su destinatar­io. “¡Aupa Osasuna!”, escribió Asier, lo que para Oneca fue “la guinda”, ya que es muy forofo del equipo navarro. “Fíjate que me estoy emocionand­o al acordarme. Es algo que solo se puede entender cuando estás dentro. Desde fuera lo puedes ver y decir que es muy bonito, pero realmente la carta se entiende viéndola allí en el hospital y pillándote tan de sorpresa”, explica Oneca, quien reconoce que lo que menos se imaginaba cuando le entregaron la tarjeta era encontrars­e con algo así.

En su carta publicada en DIARIO DE NOTICIAS, Oneca animó a Asier a que siga siendo así en su vida porque lo que hace tiene un gran valor, y deseó que su agradecimi­ento también pudiera llegarle al pequeño. Aunque le gustaría conocerlo si se da la ocasión, para este hombre eso es lo de menos; lo que quiere es “que por lo menos se dé cuenta de que la tarjeta ha llegado y le ha servido a alguien, que no la ha mandado y se ha quedado por ahí. Que sepa que detrás de esa tarjetita había un señor mayor que la cogió con mucho gusto”, señala.

Sin duda, para él, esta es una de las cosas positivas que se pueden sacar de los momentos complicado­s que estamos viviendo. Otra de

“La iniciativa se agradece y te llena muchísimo, y todavía te llega más que venga de un niño”

JUANJO ONECA

73 años

ellas es la labor de los profesiona­les que trabajan en el hospital. Llegar a planta y ver la situación y la indumentar­ia que llevaban los sanitarios, con la que solo se le veían los ojos, fue para Oneca “un choque emocional fuerte”, pero, por encima de eso, se queda con “la alegría en sus ojos y el cariño con el que te tratan, aún viendo lo que está pasando y sabiendo el riesgo que corren”.

Durante estos días, Oneca confiesa que prefiere no ver mucho la televisión ya que “al fin y al cabo están siempre dándole vueltas a lo mismo y tampoco te aclaras mucho porque no se sabe lo que está pasando”. Lo que sí conoce, y destaca, son las numerosas iniciativa­s que la población está llevando a cabo para intentar ayudar a quienes más lo necesitan.

Por ello, una de las conclusion­es que Oneca saca de esta pandemia es que “nos hemos dado cuenta de que somos más solidarios de lo que nos parece. Siempre habrá personas a las que no les importe nada, pero yo creo que en general lo somos”, opina, para señalar que, en estos momentos especialme­nte complicado­s, “no nos queda más remedio” que apoyarnos los unos a los otros. ●

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Foto: cedida La carta que Juanjo Oneca recibió cuando estaba ingresado en el hospital.

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