Diario de Noticias (Spain)

DE LA OPOSICIÓN AL RÉGIMEN HÍBRIDO: 10 AÑOS DE ORBÁN

● El primer ministro húngaro cumple una década en el poder, a caballo entre la democracia y el autoritari­smo ● El conservado­r choca con la UE por su excesivo control de las institucio­nes

- Marcelo Nagy

BUDAPEST – El primer ministro húngaro, el polémico ultranacio­nalista Viktor Orbán, cumple esta semana diez años en el Gobierno en medio de críticas de haber construido un “régimen híbrido”, entre la democracia y el autoritari­smo.

Su “revolución conservado­ra” ha cambiado Hungría, ha debilitado la separación de poderes y le ha convertido en una referente entre los sectores más conservado­res y nacional-populistas de Europa.

Orbán ha sido criticado por la Unión Europea (UE) por impulsar cambios constituci­onales y legales que aumentaron su control sobre institucio­nes independie­ntes, como la judicatura, y que dificultan la posibilida­d misma de una alternativ­a democrátic­a.

El prestigios­o centro de ideas estadounid­ense Freedom House en un reciente análisis sitúa a Hungría como el país menos democrátic­o de la UE y lo califica de “sistema híbrido”, entre la democracia y el autoritari­smo.

ELECCIONES DE 2010 El partido de Orbán, el Fidesz, arrasa en los comicios del 25 de abril de 2010 aprovechán­dose de la crisis y de la mala gestión del anterior Gobierno socialista­liberal. La mayoría absoluta de dos tercios en el Parlamento -que conserva hasta hoy- le permite lanzar profundas reformas en solitario. Asume el poder el 29 de mayo de 2010.

LEY MORDAZA Una de las primeras grandes reformas fue una normativa sobre medios bautizada como “ley mordaza” por limitar la libertad de prensa y crear un poderoso consejo de control, compuesto por miembros nombrados por el Fidesz.

Pese a que, tras largos debates con la UE, Orbán se vio obligado a retirar aspectos polémicos de la normativa, el deterioro de la libertad de prensa es obvio. Las presiones y la compra de medios por empresario­s cercanos al Ejecutivo ha limitado mucho las voces críticas. Hungría se sitúa actualment­e en el puesto 89 en el índice de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras, mientras que en 2010 estaba en el 23.

NUEVA CONSTITUCI­ÓN Durante su primera legislatur­a (2010-2014) Orbán impulsó una frenética batería de reformas muy polémicas. El Gobierno redactó en solitario una nueva Constituci­ón, que entró en vigor en 2011, sin consultar a la oposición. La nueva constituci­ón, que refleja los valores cristianos, conservado­res y ultranacio­nalistas de Orbán, también tuvo que ser enmendada por presiones de la UE. nuclear de Paks, la única de Hungría, lo que aumenta la dependenci­a energética del país de Rusia.

CRISIS MIGRATORIA La crisis migratoria de 2015/2016, cuando centenares de miles de refugiados cruzaron el país en su camino a Europa Occidental, fue para Orbán clave para asegurarle la victoria electoral de 2018. El Gobierno levantó vallas en sus fronteras sur y redactó una serie de leyes para hacer imposible la inmigració­n. Orbán se presenta como el salvador de los húngaros y de los valores cristianos, utilizando un discurso en el que no duda de comparar a los solicitant­es de asilo con criminales y terrorista­s.

EL ENEMIGO GEORGE SOROS Ya antes de la crisis migratoria, en 2013, comenzó una campaña sobre supuestos ataques del magnate estadounid­ense de origen húngaro George Soros contra Hungría, por medio de las ONG que financia y que promueven valores liberales como la separación de poderes y la transparen­cia.

En febrero de 2016, en plena crisis, Orbán empezó a decir que la Open Society Foundation (OSF), fundada por Soros, apoya la inmigració­n y por eso era un peligro para el país. En mayo de 2018 la OSF anunció que se retiraba de Hungría debido a que no podía garantizar la seguridad de sus proyectos y empleados.

NI DENTRO NI FUERA DEL PPR Las relaciones con el Partido Popular Europeo PPE, al que pertenece el Fidesz, ha empeorado al ritmo al que Orbán endurecía su discurso euroescépt­ico. La gota que colmó el vaso fueron las acusacione­s contra el anterior presidente de la CE, Jean-claude Juncker, de participar en un complot para traer a millones de refugiados. A pesar de que desde 2018 el PPE viene advirtiend­o a Orbán de que podía ser expulsado por no respetar sus valores, hasta el momento solo se ha suspendido al Fidesz, que sigue por ahora dentro del mayor grupo de la Eurocámara.

LOS PRIMEROS REVESES ELECTORALE­S Tras años de fragmentac­ión, enfrentami­ento y caos, los partidos opositores de Hungría lograron en 2019 unir fuerzas en las elecciones municipale­s de 2019. Esa colaboraci­ón, con el único objetivo de vencer al Fidesz y aunaba partidos desde la izquierda hasta la extrema derecha, venció en Budapest y en 10 de las 23 ciudades más grandes del país. La oposición promete presentars­e unida en las elecciones generales de 2022.

EL VIRUS Y EL PODER ILIMITADO La actual pandemia ofreció ha facilitado a Orbán continuar su concentrac­ión de poder: su mayoría parlamenta­ria aprobó que pueda gobernar por decreto y sin límite temporal. La medida generó una lluvia de críticas dentro y fuera del país. El Parlamento húngaro tiene previsto levantar el próximo martes los poderes especiales y volver así al “trabajo parlamenta­rio normal”, como dijo el propio primer ministro el pasado viernes. ●

JERUSALÉN – Benjamín Netanyahu fue ayer el primer jefe de Gobierno de Israel en activo en sentarse en el banquillo por delitos de corrupción y, poco antes, volvió a cargar contra las institucio­nes del Estado, ante un juicio que ha evidenciad­o la profunda polarizaci­ón social del país.

Justo una semana después de que tomara posesión de su quinto mandato como primer ministro de un controvert­ido Gobierno de unidad con el centrista Beny Gantz, Netanyahu no pudo evitar, como intentó, la foto en el banquillo, aunque la obligada mascarilla por la pandemia y los planos de espalda disimularo­n la expresión de su cara.

“Queríais grabarme en la corte como parte de vuestra propaganda, pero yo quiero que la gente vea la imagen completa, que conozca todo”, afirmó sobre la retransmis­ión del juicio en directo, pero después de haber intentado evitar acudir a esta primera vista, en la que se formalizó la lectura de cargos.

La ley contempla hasta diez años por delito de cohecho y hasta tres por fraude y abuso de confianza, de los que se tendrá que defender en tres casos separados de corrupción por recepción de regalos a cambio de favores y supuestos tratos para recibir una cobertura positiva de los medios.

“Lo que se está juzgando hoy es un esfuerzo para frustrar la voluntad del pueblo, para derrocarme a mi y al campo de la derecha”, denunció

Netanyahu, minutos antes de que se iniciara la vista.

El primer ministro cargó contra los periodista­s, cuestionó las pruebas presentada­s que considera “fabricadas” y denunció “chantaje” a los testigos.

Fiscales, policías y medios fueron el blanco de la diana de una breve intervenci­ón que hizo ante la prensa antes del juicio y rodeado por diputados y miembros de su partido Likud y del recién creado Ejecutivo.

El jefe de Gobierno que más años ha estado en el cargo en Israel se mostró confiado de su defensa y no dudó en volver a desacredit­ar a la Fiscalía por lo que considera una “absurda acusación”: “¿Están bajo presión?, ¿tienen algo que ocultar, algo personal?”, sugirió.

En torno a la Corte del Distrito de Jerusalén, en la parte este ocupada de la ciudad, cientos de manifestan­tes a favor y en contra de Netanyahu coparon las calles, pese a las restriccio­nes por el coronaviru­s, como escenifica­ción de la división social que genera este juicio.

Los gritos de los manifestan­tes se colaron en la corte y llegaron a ser la música de fondo de una tensa audiencia en la que Netanyahu solo se manifestó escuetamen­te durante el protocolo del procedimie­nto.

En la audiencia preliminar de ayer, los abogados de la acusación intentaron retrasar el inicio del proceso legal hasta 2021, alegando que no habían tenido tiempo de revisar la documentac­ión, en lo que ya de por sí se prevé un juicio que puede durar años.

La vicefiscal general del Estado, Liat Ben Ari, pidió no alargar el procedimie­nto: “La opinión pública tiene derecho a que este caso avance y se resuelva”, afirmó.

Poco después de que terminara la vista, los tres jueces del tribunal que se encargarán del caso convocaron la próxima audiencia preliminar para el 19 de julio.

Además, al final de esta jornada histórica, Mandelblit advirtió de que la Fiscalía “no se dejará amedrentar, actuará sin miedo bajo el principio de que todos los ciudadanos son iguales ante la ley”, en clara alusión a los embates de Netanyahu y sus seguidores. ●

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Foto: E.P. Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, en una reunión en el Parlamento Federal alemán.

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