Diario de Noticias (Spain)

Síndromes y normalidad­es

- POR Tomás de la Ossa

Los psicólogos lo llaman el Síndrome de la Cabaña, y se aplica a quien, después un largo tiempo en reclusión forzosa, sufre miedo, o incluso fobia, al tener que salir de nuevo a la calle y abandonar el lugar en el que se siente seguro. Están documentad­os incluso casos de secuestrad­os que reaccionar­on con pánico cuando sus rescatador­es les quisieron sacar de los zulos en los que estaban encerrados.

Hasta aquí, todo muy lógico: del mismo modo que en el desconfina­miento de estas semanas algunas personas se han ido de botellón –suponemos que eso se llamará Síndrome Carpe Diem, o directamen­te de Abstinenci­a–, a otras les da miedo hasta montarse en el ascensor. No queremos ni imaginar el calvario de los que ya antes del coronaviru­s eran aprensivos o maniáticos de la higiene.

Pero, dicho todo esto, algunas voces se han alzado con la petición de que no se use de manera indiscrimi­nada esa etiqueta de la cabaña. Y el motivo es obvio: imaginen a alguien que en estas semanas no ha tenido problemas económicos –por tener ahorros, por mantener su sueldo, por hacer teletrabaj­o...– y que ha descubiert­o que en su casa se está muy bien, porque por fin ha podido estar con su familia, o dedicarse de lleno a sus hobbies, o al noble arte de darle al sofá su forma corporal. Alguien que, de repente, ha descubiert­o que en la vida anterior a la pandemia, ésa que nos empeñamos en llamar normal, no tenía tiempo, el bien más preciado. Pónganse, por ejemplo, en la piel de un madrileño que salía de su casa a trabajar a las 6 o 7 de la mañana y volvía a las 9 de la noche. Y que alguien le diga que la pereza que le da regresar a esa vidorra es un síndrome, una anomalía de su mente, porque lo correcto y dichoso es que viva para trabajar y no lo contrario...

En suma, que no es que neguemos el síndrome de la cabaña, sino que depende mucho de la cabaña y aún más de lo que nos espera fuera de ella. ●

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain