LOS CLIENTES: SIN MIEDO, PERO CON TODAS LAS MEDIDAS DE SEGURIDAD
MARI ESPUELAS
Lejos de sentir aprensión por volver a pisar un centro comercial, Mari Espuelas visitó ayer el centro comercial Itaroa “para dar una vuelta y ver lo que hay en las tiendas, sin ninguna compra especial en mente”. Protegida con mascarilla y guantes, Mari aseguró que las medidas de seguridad puestas en marcha por el centro comercial situado en Huarte son “muy completas”, algo que le proporcionó la confianza suficiente para volver a disfrutar de una mañana de compras.
SILVIA GONZALO
Silvia Gonzalo admitió que ayer fue el primer día después de tres meses de confinamiento en el que pudo echar un ojo a las nuevas colecciones de las tiendas, y es que prefirió sortear las ganas de comprar nuevas prendas para el verano hasta que las tiendas físicas abrieran de nuevo sus puertas. “He creído que lo mejor era no hacer compras por internet. Más que porque puedan no estar higienizadas correctamente, para evitar los traslados de las personas que trabajan en mensajería”, aseguró.
NAROA MORENO
Tras hacer la compra en el supermercado ubicado en Itaroa, Naroa Moreno y su madre decidieron “dar una vuelta para echar un ojo” por las tiendas del centro comercial que abrió ayer las puertas de la mayoría de sus tiendas. A pesar de que Naroa tuviera en mente comprarse unos pantalones cortos ahora que llega el calor, admitió que no tuvo reparo en ojear y probarse otras prendas. “No he tocado toda la ropa como hubiera hecho antes, solo lo que de verdad me interesaba”, explicó.
NURIA ARAIZ
En vistas de que el buen tiempo vendrá para quedarse en la Comunidad Foral, Nuria Araiz y su hija acudieron ayer al Hipercor situado en Itaroa con la mira fijada en hacerse con una de las “cotizadísimas” piscinas desmontables que venden en el supermercado. “Hemos venido expresamente a por la piscina y cuando hemos llegado nos hemos encontrado con que solo quedaba una y nos la hemos llevado por los pelos. Los vendedores nos han dicho que han volado”, contó Nuria.
NEREA IDOATE
Nerea Idoate, vecina de Zizur, no veía la hora de que abrieran los centros comerciales para devolver algunas prendas con las que se había hecho antes del estado de alarma y que no había podido retornar. “Compré varias cosas que al final no terminaron de convencerme y, una vez empezó el confinamiento, ya no pude hacer nada con ellas. Además, también he venido a comprar un regalo de cumpleaños para una amiga”, explicó Nerea, que se mostró reticente a comprar dicho regalo por internet.