FALLECE A LOS 74 AÑOS JAVIER PAGOLA
● Periodista, maestro y escritor, plasmó su personalidad austera y solidaria en los numerosos movimientos e iniciativas a los que dedicó su vida ● En 2017 recibió el II Iruñeko Zapia y fue uno de los fundadores del Foro Gogoa
PERIODISTA Y ESCRITOR, ERA UN REFERENTE DEL COMPROMISO SOCIAL
PAMPLONA – El periodista, maestro y escritor Javier Pagola Lorente falleció ayer en su domicilio de Pamplona a los 74 años de edad como consecuencia de ELA, una grave enfermedad que le fue diagnosticada hace año y medio. Su muerte ha causado gran consternación y pesar en los numerosos sectores sociales en los que Javier se ha implicado a lo largo y ancho de su fructífera y solidaria existencia. Su familia y sus múltiples amistades y colaboradores le recuerdan y le recordarán como una persona austera, solidaria y siempre dispuesta a ayudar desde su mejor cualidad humana, la bondad. Todo un referente del compromiso social.
Nacido en Manila (Filipinas) el 6 de enero de 1946, donde la familia, originaria de Navarra, se había desplazado al trabajar su padre como administrador en una de las numerosas empresas españolas existentes en ese país, Javier vivió en Pamplona desde su infancia. Estudió en el Seminario y, concluido el Bachillerato, se licenció en Magisterio, formación a la que siguieron las de técnico de radio y televisión, periodista y escritor. Desarrolló su labor profesional de manera continua desde 1969 en Radio Pamplona (SER) (antigua Radio Requeté) donde, entre otras muchas aportaciones, destaca el informativo Batzarre, que él conducía y que fue todo un referente de la información plural y democrática al inicio de la transición. De la radio, pasó, en 2000 hasta su jubilación laboral, a dirigir comunicación y gestión de Medicus Mundi, ONG de cooperación internacional.
Javier Pagola estaba casado con Maribel Turias Dancausa, su gran compañera, y juntos formaron una entrañable saga familiar integrada por sus dos hijos, Eneko y Pello, sus nueras, Patricia Eciolaza y Mirian Erquicia, y sus cuatro nietos, Jon, Mikel, Luka y Nahia, que han sido su motor en una existencia intensa y fructífera ya que al entorno familiar, que completa su hermano Félix y su cuñada Loli, y profesión se suma una vida volcada en otros cometidos sociales que merece la pena destacar porque aúnan y expresan sus inquietudes sociales y religiosas, siempre desde una perspectiva progresista, solidaria y, como su vida, tremendamente austera.
Destacan su contribución, entre otras, a las Comunidades de Cristianos de Base, al Colectivo Alaiz, a las Aulas de la Tercera Edad o al Foro Gogoa, asociación civil, esta última, promovida por un grupo de mujeres y hombres creyentes, laicos en su mayoría que, tal y como presenta en su web, “pretende potenciar el diálogo Fe-cultura, y ser un punto de encuentro, en el ámbito del pensamiento crítico social y religioso, abierto al conjunto de toda la Sociedad”.
Precisamente en torno a este foro del que Pagola fue fundador en 1996 junto a pensadores como Guillermo Múgica o Roberto Oiz, entre otros muchos, se encargó de difundir mediante entrevistas en DIARIO DE NOTICIAS los contenidos de las conferencias celebradas estos años. Ayer, Roberto Oiz destacaba la enorme aportación de Pagola a este foro por “su basta cultura, su afición a la lectura y sus innumerables contactos con personas que han enriquecido la cultura y debate en Pamplona”. El legado de Pagola se completa con varios libros entre ellos los editados por el Gobierno de Navarra “Llegar a viejo” (1980) sobre la ancianidad en la Comunidad Foral, “Quesos de Navarra” (1989), de los que fue coautor, o “Recorrer y contemplar los paisajes de Navarra – Nafarroako Paisaiak oinez eta begiz”, “Navarra por mil Caminos” , recopilatorios de atractivos recorridos por la geografía foral que también difundía desde los micrófonos radiofónicos.
VOZ DE LA ELA El propio Javier se encargó de hacer pública su enfermedad, ELA, que le fue diagnosticada en mayo de 2019 y de la que se hizo eco el pasado junio en su último artículo en prensa. Si bien reconocía la dureza del diagnóstico, aprovechó su escrito para destacar “la suerte que tenemos de vivir en Navarra y contar con un excelente Servicio Público de Salud” y recordar “tanta gente de países empobrecidos que no dispone siquiera de servicios de atención primaria”. Evidenciaba su fortaleza de espíritu al estar decido a “mirar de frente a lo que me ha tocado”; hacía un guiño al necesario respaldo fami