CHIVITE LLAMA A PROTEGER A LOS MÁS VULNERABLES
Admite que la situación en Navarra “es mala” y que requiere “dar un paso más” ● Pide compromiso a los ciudadanos
PAMPLONA – Fue la propia presidenta María Chivite la encargada de anunciar ayer las nuevas medidas restrictivas para hacer frente a la pandemia en Navarra. Con 15 minutos de retraso sobre hora anunciada, y con rostro serio, la presidenta admitió que los datos en la comunidad “son malos”, y que crecimiento de los contagios está siendo “mucho mayor de lo que cabía esperar”. Y aunque esta segunda ola de la pandemia es “generalizada en Navarra en España y en Europa”, admitió la necesidad de “dar un paso más” en las medidas ante el previsible aumento de la circulación del virus en el otoño.
Chivite hizo además un llamamiento a la población para que asuma la gravedad de la situación y cumpla con las medidas anunciadas ayer, advirtiendo de que la alternativa es elevar el número de fallecidos. “Nuestra filosofía es clara, no estamos dispuestos asumir que tiene que morir un porcentaje de personas o enfermar gravemente para que la mayoría siga con su vida como si nada pasara; sí pasa”, argumentó Chivite en una alocución en la que indirectamente hizo recordar las palabras de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso en una entrevista reciente, en la que aseguraba que “no se trata de confinar al 100% de los ciudadanos para que el 1% se cure”. “Cada vida vale, cada vida cuenta, cada muerte es una tragedia y es un drama y nos negamos a asumir que esto tenga que ser así irremediablemente”, replicó Chivite.
El paralelismo entre Navarra y Madrid sobrevoló ayer la comparecencia de la presidenta, que justificó el estado de alarma aplicado en la capital porque allí no se han tomado las medidas que sí ha decidido aplicar el Ejecutivo foral. Chivite implicó al conjunto de la ciudadanía, a quien invitó a proteger la salud de los más débiles. Apuntó así al ámbito privado y el ocio como los principales factores de transmisión del coronavirus, por lo que consideró necesario incidir ahí con las nuevas medidas para “establecer un freno notable a toda actividad no imprescindible durante los próximos catorce días”.
Se trata, argumentó Chivite, de “mejorar la situación allí donde no va bien” y de que sea “una herramienta preventiva para las localidades que ahora están mejor pero que de seguir el actual ritmo de incidencia acabarán afectadas”. “Si la ciudadanía cumple la norma y la recomendación de reducir la interacción y la movilidad a lo imprescindible en dos semanas podemos estar con unos mejores datos”, confió la presidenta, que no obstante advirtió de que se tomarán medidas más duras si fuera necesario. “Estamos en un momento crítico”, subrayó Chivite, que pidió evitar en estos 14 días “aquello que no es imprescindible”.
“No podemos aceptar que haya personas que mueran para que la mayoría siga con su vida como si no pasara nada”
MARÍA CHIVITE
Presidenta del Gobierno
o lesiones cardíacas, insuficiencia multiorgánica, inflamación del corazón, cerebro y tejidos musculares e infecciones bacterianas secundarias. La gripe suele afectar principalmente a la nariz, la garganta, los bronquios y, ocasionalmente, a los pulmones.
Pero la covid-19 es una enfermedad que no solo ataca al sistema respiratorio, sino también al inmunológico y cardiovascular, subraya Peis.
De hecho, algunos de estos pacientes desarrollan coágulos de sangre en pulmones, corazón, piernas o cerebro; y, en el caso de los niños, se han dado casos de síndrome inflamatorio multisistémico.
Los enfermos de gripe se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico, generalmente. En el caso de la covid-19, una de cada cinco personas acaba presentando un cuadro grave y experimenta dificultades para respirar.
Sólo la gripe tiene vacuna
Finalmente, una diferencia clave entre ambas enfermedades es que la gripe tiene vacuna y la covid-19 todavía no.
Los antivirales para la influenza reducen el riesgo de contraer la enfermedad entre un 32% y un 43%, según un estudio europeo.
Además de prevenir el contagio, la vacuna tendrá un efecto colateral muy necesario este año: rebajar la presión asistencial y hospitalaria en plena segunda ola de coronavirus.
En 2019, estos antivirales ya evitaron un 26 % de las hospitalizaciones, un 40% de ingresos en UCI y un 37% de muertes atribuibles a la gripe, según el Ministerio de Sanidad.
Así, con el objetivo de no comprometer más recursos sanitarios y afrontar la pandemia de coronavirus con más garantías, la campaña de vacunación de la gripe 20202021 se ha adelantado a principios de octubre.
“En los próximos meses coexistirán el SARS-COV-2 y el de la gripe y esto podría tensionar especialmente nuestro sistema sanitario”, avisó la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, a finales de septiembre.
También el presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García Rojas, subraya que la vacunación “siempre es importante, pero hay contextos en los que aumenta, como en el pandemia actual”.
La actual pandemia exige que los grupos vulnerables, como mayores de 60 años, mujeres embarazadas, sanitarios y personas con alguna patología asociada, se vacunen contra la gripe para evitar complicaciones en caso de que contraigan la covid-19.
Igualmente, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) recomienda la vacunación universal de la gripe a partir de los seis meses para afinar el diagnóstico de la covid-19. ●