El Parlamento insta a implantar un mejor servicio de teleasistencia
Plantea establecer una atención las 24 horas del día incluso cuando el usuario esté fuera de su domicilio
PAMPLONA – Todos los grupos del Parlamento foral dieron ayer su apoyo a una resolución que insta al Gobierno de Navarra a “diseñar e implantar un servicio modernizado de teleasistencia avanzada”.
La iniciativa, impulsada por el PSN, es realmente ambiciosa, ya que pretende establecer una atención que permita “demandar ayuda las 24 horas del día los 365 días del año, tanto si el usuario se encuentra en su domicilio como fuera; un sistema de activación por voz y otro por botón; un sistema capaz de detectar caídas, altas temperaturas y humos tóxicos; un sistema de localización para mantener informados a los familiares y un servicio de urgencias; un sistema de teleseguimiento por imagen que sirva tanto de acompañamiento como de consulta o seguimiento; y un sistema de control de agendas y telemonitorización”. Sin duda, unos avances más que considerables con respecto a la situación actual.
En la exposición de motivos, la resolución firmada por el portavoz parlamentario Ramón Alzórriz se remite al artículo 15 de la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, desde el que se da cobertura al servicio de teleasistencia, para dejar constancia de la “obsolescencia” del actual modelo de respuesta y atención a situaciones de emergencia, inseguridad, soledad y aislamiento de los usuarios, necesitado de “mejoras a nivel espacial y tecnológico”.
AUTONOMÍA EN EL DOMICILIO A tal fin, para optimizar los cuidados a partir de una “respuesta integral a personas en situación de dependencia o con enfermedades crónicas”, se demanda la incorporación de los avances tecnológicos necesarios para, “más allá de un teléfono fijo que responde principalmente a situaciones de emergencia”, fundir la cobertura médica con la atención social, de manera que “se asegure la permanencia autónoma en el domicilio durante el mayor tiempo posible”.
Se trata, en definitiva, de facilitar un nuevo “paradigma de transición entre el espacio de dependencia y la autonomía personal, que permita ampliar y adaptar la asistencia a las necesidades de las personas usuarias”.