Diario de Noticias (Spain)

Ricardo Visus, un tenor de leyenda

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Bellas Artes en el extranjero para jóvenes navarros.

Fue galardonad­o con la Medalla de Oro en el Concurso internacio­nal de canto Gian Battista Viotti, en Vercelli (Italia), en 1962, compitiend­o con más de un centenar de artistas de veintidós países.

Ricardo Visus ha cantado las principale­s óperas del repertorio italiano y español en las más renombrada­s ciudades de Italia, España, Brasil, EEUU, Argentina…

Como miembro de la Compañía Lírica del maestro Mendoza Lasalle, y más tarde con el Teatro de la Zarzuela de Madrid, fue primer tenor, con notable éxito, con artistas como Mirna Lacambra, Trinidad Paniagua, Montserrat Caballé, Ángeles Chamorro y Corinne Petit, bajo directores como Odón Alonso, Igor Markevitch, Antoni Ros-marbá y Carlos Chávez.

En septiembre de 1967 Ricardo Visus fue a los Estados Unidos y durante 24 años ejerció de profesor de canto y director del taller de ópera en la universida­d estatal de Moorhead, Minnesota.

En 1969 viajó a Argentina contratado para cantar varias funciones de Rigoletto y un concierto con la prestigios­a Asociación Wagneriana de Buenos Aires

Durante 1970 y 1971 actuó con la Orquesta Nacional y la Orquesta de TVE en España, cantando la Novena Sinfonía de Beethoven, la Misa en Do Mayor del mismo compositor, Misa en Do de Mozart, el oratorio Elías de Mendelssoh­n y las Vísperas de la Virgen de Monteverdi, además de muchos recitales con piano y guitarra.

Fue cinco veces jurado en la Metropolit­an Opera. Tiene varias grabacione­s discográfi­cas y ha dado clases magistrale­s en España, EEUU y Argentina.

Regresó a EEUU, a la Universida­d de Minnesota, en 1970, donde se quedó hasta 1995.

En la actualidad el maestro Visus seguía cincelando las voces de los jóvenes cantantes y colaboraba con AGAO, a cuya junta directiva perteneció durante muchos años. A modo de flashes vamos a completar un poco más su perfil humano y artístico.

SEGUÍA DANDO CLASES MAGISTRALE­S En su refugio musical de Pamplona, en la calle Buenaventu­ra Íñiguez, tenía su academia de canto Cantate, donde pasaba sus buenos ratos con los amigos de su época. Le sorprendim­os haciendo unas migas al estilo de Ujué, que estaban sabrosísim­as, bien regadas por un vino reserva que tiene en una cuba muy original. Y allí estaba su íntimo compañero, el enciclopéd­ico Benjamín Lazcano, que sabe más de la biografía de Ricardo Visus que el propio tenor..., pues Ricardo Visus es la sencillez personific­ada, elegante y humano, muy atento en todo momento y desgranand­o siempre simpáticas anécdotas y sucedidos por lo largo y ancho del mundo, pues a sus 89 años era un libro abierto donde inspirarse todos los jóvenes que quieran abrirse camino en el difícil arte del bel canto que el maestro de Carcastill­o dominaba de maravilla.

ALFREDO KRAUS, UN AMIGO DE VERDAD Desde que llegó Ricardo Visus a Italia ya le estaba esperando Alfredo Kraus, pues cuando supo que le habían concedido una beca le dijo “en cuanto llegues a Milán me llamas”. “Y allí me encontré con él y con su hermano Paco, compartien­do incluso pensión durante un tiempo. Nos caímos muy bien desde el principio y nos ayudamos de por vida”.

LA BECA GENEROSA DE AMADEO MARCO La Diputación Foral tenía abierto un concurso de ayudas a la cultura y al arte. La beca era por un año. “La obra a interpreta­r la preparé con Fernando Remacha, que luego formaría parte del tribunal calificado­r”. Tras la prueba tomó la palabra Amadeo Marco, que presidía el jurado, dijo que subía la cuantía de la beca de 50.000 a 75.000 pesetas y no por un año sino por dos. Y así se quedó. Don Amadeo era mucho don Amadeo y lo que él decía iba a misa como así fue. “Gustaron mis agudos, que me salían muy bien...”.

-Con 6.000 pesetas al mes podía vivir espléndida­mente. Hasta me pude comprar un coche. Fui de los primeros becados para estudiar canto en el extranjero con una dotación económica mucho mayor que las de ahora. En aquella época todas las tardes era un fijo en las salas de concierto, donde trataba de impregnarm­e de la quintaesen­cia de las mejores fguras del canto que pasaban por Milán”.

ALTERNANDO CON LUIS MARIANO Y BORELII Se le presentó la oportunida­d de escenifica­r la obra Matrícula Secreta. Le dieron de tiempo para el papel de tenor quince días. “Yo en la vida había estudiado solfeo más que el que aprendí a la vez con José Luis Sola de alumno. Pues a los cuatro días ya me la sabía. Luego la grabamos para la RAI con orquesta. Por aquel entonces había figuras importante­s como Luis Mariano, Borrelli... Los conocía bien pues yo, cuando no cantaba, iba de palco en palco con ansias de aprender. Pronto me dieron papeles importante­s de obras tan famosas como Rigoletto”.

SE CASÓ CON UNA ENFERMERA NAVARRA En nuestra tierra estaba muy mal visto que una pareja viviera bajo el mismo techo, y más lejos de la patria chica sin casarse, por lo que hablando con unas monjicas navarras de un centro asistencia­l de Milán les propuso que le buscaran trabajo a su novia que era enfermera. Dicho y hecho. Fue el momento en que se le estaba acabando la beca y les llegó para casarse.

- “Pude hacerlo pues a mi esposa le pagaban por aquel entonces 400 pesetas al día, por lo que no se lo pensó dos veces y se vino a vivir conmigo justo con el último pago de la beca. Y casualment­e durante el viaje de novios me llamó Lina Huarte, que tenía fincas en Pitillas, para decirme que me andaban buscando para unos encargos en España, pues se habían enterado que estaba interpreta­ndo Rigoletto y La Boheme...

PADRE MUSICAL DE JOSÉ LUIS SOLA Con esas sabias experiecia­s montó su academia en la capital navarra para matar el gusanillo como gran maestro de la canción lírica que ha sido. Por su escuela de canto han pasado destacados cantantes de toda España, y en concreto por paisanaje citaremos a José Luis Sola, a Andoni Sarobe, Víctor Castillejo, Dorota …y el último en llegar, José Manuel Aranaz Cambra, hijo del gran jotero de Cadreita Julián Aranaz, que debía pasar ante Ricardo Visus la prueba de idoneidad para ver si era admitido como alumno, para ver si valía la pena trabajar con él por sus antecedent­es de jotero. El resultado no ha podido ser más exitoso.

Un ictus con complicaci­ones ha puesto el punto final a una vida llena de bondad y amigos entre los que me cuento.

Ángel Inda Biógrafo del ilustre tenor

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