“Después de ocho años, Sephora me despidió por defender mis derechos”
Paloma La Haba, de 34 años, impulsó como delegada de ELA una huelga por “un convenio digno” y ha acabado en la calle
PAMPLONA – Apenas han transcurrido dos meses desde que Paloma La Haba Marina, titulada en Caracterización y Efectos Especiales, recibiera la carta de despido disciplinario por “mantener una huelga por exigir la negociación de las condiciones de trabajo, y por ese efecto negativo económico y de imagen según justificó la empresa”, contó ELA, sindicato al que está afiliada esta joven de 34 años. “Sephora me echó a la calle por defender mis derechos laborales”, está convencida Paloma, que ocupaba el puesto de coordinadora de maquillaje en esta cadena francesa de cosméticos.
Sephora le fichó en 2013 con un contrato de 20 horas, que “a base de pelear” logró aumentar hasta las 36 y con pluses por antigüedad, pudo llegar a los 1.000 euros. Su sindicato defiende la nulidad de este despido porque “Sephora se sitúa en este conflicto, que dura más de un año, en una posición de vulneración de derechos fundamentales, como el de la huelga, el de la libertad de sindicación, el de la libertad de expresión en el desempeño de un cargo sindical o el derecho a la negociación colectiva”.
El juicio se ha fijado para diciembre. “Sentí decepción porque no esperaba que una empresa no comprendiera mis necesidades básicas, inherentes a un convenio; y rabia por no lograr los objetivos; pero también descanso, por este año y medio de lucha”, dice.
Sin embargo, durante estos meses Paloma no se va a quedar esperando. “No quiero vivir del paro sino de mi trabajo”, remarca. En septiembre pasado, cuando todavía mantenía su puesto en la tienda de Carlos III, se matriculó en una FP superior para dos años sobre Prevención de Riesgos Profesionales en la Escuela Sanitaria Técnico Profesional de Navarra. “Como delegada en Sephora tuve que aprobar un curso básico sobre prevención de riesgos; me gustó y decidí estudiar esta materia por si en un futuro puedo ejercer como técnica en una empresa”, anhela esta militante de
ELA, sindicato al que está agradecida por el apoyo recibido. “Cuenta con personas comprometidas, se preocupan por informar, dispone de una caja de resistencia y defiende una línea política”, explica. Ahora está en plenos exámenes y pendiente de la cuenta para llegar a fin de mes con gastos fijos e hipoteca.
“Trabajaba con un contrato de 36 horas hasta marzo. Ahora estudio riesgos laborales”
PALOMA LA HABA MARINA
Militante de ELA