“La vida espiritual es un compromiso con los demás y con la realidad”
María Toscano pronunció una conferencia sobre ‘Espiritualidad y religión en el siglo XXI’ invitada por el Foro Gogoa dentro de su programación de este año ¿Qué es lo que nos exige una auténtica espiritualidad? ¿Cómo nos transforma?
–La espiritualidad exige un cambio, una orientación, mirar al Oriente. Estamos desorientados, no miramos al Oriente, hemos perdido el sentido y la visión. Toda verdadera espiritualidad debe conducir por el camino de la transformación, de la búsqueda del verdadero oriente, del camino espiritual que transforma a medida que se recorre, porque si no es así no es auténtica. No se puede caer en la banalidad, ni en la blandura espiritual. La vida espiritual es una fortaleza del ser humano que puede estar blanda por fuera, pero tiene que ser muy firme por dentro.
¿Nos proporciona la historia algunos antecedentes en los que mirarnos?
–En el siglo V, San Agustín de Hipona decía que algunas doctrinas de los paganos contienen artes y sabidurías que sirven a la verdad y preceptos morales utilísimos que conducen al culto de Dios. Es decir, que ya desde el principio del cristianismo hay, por una parte, la actitud abierta de la búsqueda de la verdad que ya está en otros, en otras culturas religiosas, en otros lechos teológicos.
¿Cuál debe ser, en su opinión, nuestra posición ante las nuevas espiritualidades y las diferentes religiones?
–No debemos temer a las nuevas espiritualidades, siempre que mantengamos la cordura y una posición de firmeza, de conocimiento. Todas las religiones son verdaderas en la medida que responden a la misma nostalgia, a la llamada del espíritu, a quienes quieren planificarse de una manera total en un ansia de encontrar algo que está fuera de ellos mismos. Es lo que llamamos trascendencia. Todas las religiones viven apoyándose en lo que definimos como “las aguas subterráneas del Espíritu”. Lo que tiene que hacer una religión es proporcionar un horizonte de sentido.
¿Se puede tener fe sin creencias?
–El teólogo jesuita Javier Melloni dice que “se puede tener fe y, sin embargo, no mantener las creencias”. Hoy estamos muy cansadas, cansados de formulaciones dogmáticas estereotipadas, como pequeñas píldoras de solución, como si las religiones estuvieran encapsuladas en unas verdades que hay que tragar y aceptar, sin darnos cuenta de que lo que importa es lo que oculta la cáscara, lo que esconde la píldora, la vida que está dentro de esas verdades. Mirad lo que dice Melloni: “importa el fuego, aunque las creencias, la leña, se consuman; no importa la denominación de origen de la creencia, sino embriagarse con el vino del espíritu”. La religión ha venido a dar un horizonte de sentido, eso que nosotros llamamos con palabras más simples la salvación.
“Las instituciones se dedican a darnos dogmas, verdades encorsetadas, realidades escuetas”
“Hay un vacío y una necesidad de encontrar un techo sólido y un suelo firme”
“Toda verdadera espiritualidad debe conducir por el camino de la transformación”