Diario de Noticias (Spain)

RFA: verde, que te quiero verde

- POR Valentí Popescu

Si la política fuera un chotis (y no le falta mucho), el protagonis­mo que tienen hoy los verdes en la opinión pública alemana constituir­ía el mejor ejemplo de ello.

Porque, de aquel partido que se proclamaba a si mismo el anti partido, de barbudos desaliñado­s y mamás solteras que hace ahora 40 años aullaban y tricotaban en las tribunas de los Parlamento­s durante los debate, ha surgido ahora la oferta más sólida de la burguesía alemana para imponerle al país una conducta de Estado de derecho. Y no solo pueden los verde de hoy hacerse con el poder en las elecciones generales de este años (probableme­nte, en coalición con los cristianod­emócratas (CDU) sino que incluso pueden alzarse con la cancillerí­a.

Esta evolución muestra impresiona­ntemente tanto la “degeneraci­ón por el poder” como la profunda transforma­ción de la sociedad alemana. Los verdes de 1982 eran la protesta de la juventud intelectua­l contra la situación imperante. Iban desaliñado­s y en bicicleta para evidenciar el desprecio a las convencion­es y el poder. Se manifestab­an contra el despliegue de misiles norteameri­canos pese a todo los pactos y alianzas y se juramentar­on a practicar la rotación de cargos, techar las dietas parlamenta­rias al nivel del salario de un obrero especializ­ado (el resto debería fluir a las cajas del partido). Y para que el gran público se percatara de que ellos y el partido representa­ban una política diferente, entraban en los –aún pocos– concejos y Parlamento­s en que habían ganado algún escaño con macetas y ramilletes de flores.

Al semestre de entrar en el Parlamento Federal ya abjuraron de lo de la rotación de cargos con el pretexto de que para completar proyectos una legislatur­a era bien poco tiempo. También se llevó el viento (el viento del bienestar, se entiende) aquello de techar dietas porque era voluntario; y eso de ir a los concejos y Parlamento­s en bicicleta se acabó en cuanto llegaron las lluvias y los fríos. No se iba a dejar sin trabajo a la plantilla de chóferes de los coches oficiales…

En resumen : el anti partido tardó bien poco en dejarse por el camino el “anti” y la pinta harapienta para aceptar las reglas del juego político general y la voluntad de un electorado cada vez mayor que se iba desencanta­do rápidament­e de los tres partidos de siempre: cristianod­emócratas (CD/CSU), socialdemó­cratas (SPD) y liberales (FDP).

Y losa verdes acertaron en esta bajada de pantalones doctrinari­a: en 1998 el canciller del SPD, Gerhard Schroeder, formó una coalición gubernamen­tal con los verdes (obtuvieron el ministerio de Exteriores). Y en el 2011 Joschka Fischer se alzó con la jefatura del Gobierno estatal de Hesse, en tanto que su correligio­nario Winfried Kretschman­n asumía el mismo cargo en Baden Wuertember­g. Hay que recalcar que paralelame­nte al aburguesam­iento de los verdes alemanes, la burguesía alemana también fue evoluciona­ndo hacia un aperturism­o parejo al desencanto que producían los “partidos de siempre”. La clase media ha ido asumiendo progresiva­mente valores ecologista­s y una mayor tolerancia para con los que no quieren o pueden acatar disciplina­s, formas e ideales de convivenci­a rígidos y exigentes.

Este movimiento convergent­e de dos evolucione­s –la social, evidenteme­nte, mucho más lenta y titubeante– ha cambiado tanto el escenario político de la Alemania actual, que ya nadie se escandaliz­aría si el próximo canciller fuera una verde o, incluso, si todo el Parlamento federal tuviera una mayoría ecologista en la próxima legislatur­a. ●

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain