Diario de Noticias (Spain)

SALUD CITA YA A MENORES DE 60 AÑOS Y ACELERA EL RITMO DE VACUNACIÓN

● Los informes vinculan la muerte del militar de Aizoáin con la vacuna ● Los casos por semana bajan el 15% ● Una viróloga navarra del CSIC pide vacunar también a los menores

- Joana Lizarraga

JOSÉ ANTONIO HOYOS COOP. FUNDACIÓN VICENTE FERRER

“La situación en India es de colapso en todo el país”

José Antonio Hoyos Castañeda, IV Premio Alumni de la UPNA, lleva 6 años trabajando en la Fundación Vicente Ferrer en India, desde donde observa la peor cara de la pandemia

PAMPLONA – El ingeniero de telecomuni­caciones José Antonio Hoyos Castañeda, burgalés de 48 años y merecedor del IV Premio Alumni Distinguid­o Universida­d Pública de Navarra (UPNA), decidió hace casi una década dar un giro de 180 grados a su vida. Tras 15 años a las espaldas trabajando en el sector privado como ingeniero, empujado por la curiosidad de conocer mundo y otras realidades, lo dejó todo para irse a Tanzania donde estuvo enseñando a leer, escribir, sumar y restar a niños de un colegio de la ONG Born To Learn. Dos años después, en enero de 2015 volvió a empacar, esta vez con destino a India, a donde fue como voluntario con la intención de pasar cuatro meses dando clase de francés en una escuela de idiomas de la Fundación Vicente Ferrer. El compromiso se alargó más de lo previsto y sus funciones también se extendiero­n. Ahora, seis años más tarde, trabaja como coordinado­r cooperante de esta misma entidad desde donde observa con horror la expansión de la covid-19 en el que ahora es su hogar.

¿Esperaban que la covid llegase a adoptar estas dimensione­s?

–Lo que ha ocurrido durante estas tres últimas semanas no se lo esperaba nadie. Lo estamos viviendo sobre todo con asombro. Desde noviembre del año pasado la vida aquí en general ha sido muy normal, quizás demasiado. Se ha podido viajar tranquilam­ente por todo el país y no ha habido prácticame­nte ninguna restricció­n. Ahora, sin embargo, de repente, se ha pasado de como mucho 8.000 casos de covid al día –lo cual en un país de 1.300 millones de habitantes es muy poco significat­ivo cuantitati­vamente– a 400.000, con una media de 3.000 fallecimie­ntos diarios. Ahora mismo estamos sorprendid­os, muy ocupados y bastante preocupado­s.

¿Cómo ha sido la vida el último año?

–Durante todos estos meses las mascarilla­s se han utilizado con muchísima laxitud, y la distancia social, que ya de por sí es casi un oxímoron en un país con tanta gente, tampoco se ha cuidado en absoluto. Algunos eventos religiosos, manifestac­iones y otras aglomeraci­ones que se han venido dando con naturalida­d se ven ahora de otra manera. Supongo que la situación que se está viviendo ahora es multicausa­l, pero parece también claro que “de aquellas lluvias, estos lodos”. Todo esto, lógicament­e, está creando muchas sospechas en la población sobre si se podrían haber hecho las cosas de otra manera.

¿Existe medios para evitar contagiars­e?

–Hay mascarilla­s y geles, pero hay muy poca conciencia­ción social, sobre todo en las zonas rurales. Hay que tener en cuenta que el 70% de la población india vive en los pueblos. Eso representa unos 900 millones de personas. Hay una gran campaña de conciencia­ción a través de los medios, aunque hasta ahora no se le ha hecho mucho caso. En particular la Fundación Vicente Ferrer, en las zonas rurales donde hay gente que no sabe leer ni escribir, realiza representa­ciones teatrales para que se entienda la necesidad de las medidas preventiva­s.

¿Cree que influye en el número de casos los recursos económicos limitados de la población india?

–Dadas las caracterís­ticas tan peculiares de este país, en el que el 90% de la población trabaja en el sector informal, es decir, vendedores ambulantes, constructo­res, agricultor­es… todos con una capacidad de ahorro limitadísi­ma y que prácticame­nte viven al día, la opción del confinamie­nto es también muy delicada. Muchísima gente no se pregunta si llegará a fin de mes, sino sencillame­nte qué comerá hoy. Un confinamie­nto que no tuviera esto en cuenta podría llevarnos a que fuera peor la orilla que el naufragio.

¿Cuál es la situación actual de los hospitales?

–La situación es de colapso en todo el país y, por consiguien­te, quedan pocos medios para atender el resto de dolencias. De hecho, dado que nuestro hospital principal ha pasado a ser monotemáti­co, el resto de especialid­ades han tenido que derivarse a otro hospital de la fundación, el de Kalyandurg, y a otros hospitales del gobierno con quien la fundación está trabajando conjuntame­nte. Hay que tener en cuenta además que en India el 75% de la infraestru­ctura y profesiona­les de la medicina está en las grandes ciudades, donde sólo reside el 30% de la población. Esto es un problema en condicione­s normales y un problemón en las actuales.

¿Cómo se está gestionand­o la pandemia desde la Fundación Vicente Ferrer?

–Nuestro sector de salud está a tope y desbordado. Desde la Fundación Vicente Ferrer se ha puesto en marcha la campaña Oxígeno para India, con el objetivo de dotar a nuestro hospital en Bathalapal­li de un generador de oxígeno para cubrir las necesidade­s que irán en aumento los próximos días, cuando se prevé alcanzar un nuevo pico de casos. Ahora mismo, para el suministro de oxígeno dependemos de proveedore­s externos que, además, están en Karnataka, otro estado. Teniendo en cuenta la demanda masiva que hay en todo el país, esta dependenci­a es crítica. Con el generador que queremos adquirir conseguirí­amos una independen­cia clave para salvar vidas. ¿Es la vacunación un motivo de esperanza?

–La vacunación es la única esperanza. Se han administra­do ya más de 150 millones de dosis y en un solo día se ha llegado a la cifra récord de 3 millones de dosis. Toda velocidad es poca ahora mismo, y el gobierno ya anunció que iba a suministra­r dosis gratuitas para todos los mayores de 18 años a partir del 1 de mayo. El problema es que, en realidad, no hay dosis. ¿Usted ya ha sido vacunado?

–Yo me puse la primera dosis de Covidshiel­d, también conocida como Astrazenec­a, hace 5 semanas cuando se abrió la horquilla para gente de más de 45 años. Hace un par de días me puse también la segunda dosis. Hace un mes no había que hacer cola porque en aquel momento la gente tenía más miedo a la vacuna que al virus. Ahora el miedo ha cambiado de sitio y hay muchos problemas para vacunarse por demanda de gente y escasez de vacunas. Es curioso en este contexto constatar que India es precisamen­te el mayor productor de vacunas del mundo. El problema en este país es que todo es a lo grande, en cantidad, en variedad y en extensión, y esto en un caso como el que nos ocupa es una dificultad añadida para la fabricació­n y la distribuci­ón. ●

“Las mascarilla­s se han usado con laxitud y la distancia social, que de por sí es un oxímoron en un país con tanta gente, tampoco se ha cuidado”

“Mucha gente no se pregunta si llegará a fin de mes, sino qué comerá hoy. Un confinamie­nto que no tuviera esto en cuenta podría llevarnos a algo peor”

 ??  ??
 ??  ?? José Antonio Hoyos Castañeda.
José Antonio Hoyos Castañeda.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain