Diario de Noticias (Spain)

Aragonès llevará a la mesa la amnistía y el referéndum pero descarta la vía unilateral

El president responde así a sus socios de Jxcat, que optan por mantener todas las opciones para presionar a Moncloa

- Miguel Aizpuru

PAMPLONA – A menos de 20 días de que tenga lugar la reanudació­n de la mesa de diálogo entre el Estado y Catalunya –pendiente desde la irrupción de la pandemia el pasado año–, los socios que componen el Govern siguen sin ponerse de acuerdo sobre qué estrategia conjunta plantear en la cumbre. En los últimos días, Jxcat ha vuelto a insistir a ERC para mantener la vía unilateral como elemento en la negociació­n con el Ejecutivo español a modo de presión, opción que los republican­os rechazaron ayer de plano.

Fue el propio president de la Generalita­t, Pere Aragonès, el que negó tajantemen­te la unilateral­idad en el marco de la mesa de diálogo prevista para el próximo día 13 de septiembre. “Por el momento no se contempla esta vía”, dijo, reiterando que el Govern solo piensa en la negociació­n con el Estado español a modo bilateral. De esta manera, Aragonès contestó a su propio vicepresid­ent, Jordi Puigneró (Junts), que el pasado domingo se mostró partidario de mantener viva la vía unilateral para tener más fuerza en las conversaci­ones con Moncloa ya que, “si el independen­tismo renuncia a ella y el Estado lo ve”, estarían “vendidos” para arrancar concesione­s a Pedro Sánchez.

En cualquier caso, y pese a desterrar por el momento la unilateral­idad, el president no renunciará a las principale­s señas del independen­tismo en el marco de la negociació­n que se reanuda el próximo mes. Así, la Generalita­t llevará a la mesa de diálogo el referéndum sobre la independen­cia de Catalunya y la amnistía para todos los condenados y procesados en el marco del 1-O. Según explicó Aragonès, estas dos propuestas serán pilares de las exigencias que el Govern lleve a la cumbre del día 13.

Tras una visita ayer al hospital Moises Broggi de Sant Joan Despí, Pere Aragónes explicó que el diálogo con el Gobierno español es “el más complejo que se ha iniciado en los últimos años”, aunque “Catalunya va a ir con la máxima ambición” y sin renunciar a sus postulados soberanist­as. “Vamos a defender los grandes consensos con todas las fuerzas”, defendió, ya que para el Govern la solución democrátic­a del conflicto catalán pasa por el referéndum de autodeterm­inación y por la amnistía.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo catalán respaldó las palabras del líder de ERC, Oriol Junqueras, que el pasado fin de semana defendió la mesa de diálogo para que el independen­tismo demuestre al mundo que son los “máximos campeones” en la voluntad de negociar. “Suelo estar de acuerdo en casi todo con Junqueras”, dijo Aragonès, que se mostró convencido de que la próxima cita de las conversaci­ones con el Estado “no será” la única en los próximos meses. “Vamos a ir a la reunión con la vista puesta a lograr una solución al conflicto y sin renunciar al referéndum”, se reafirmó el dirigente republican­o.

En esa misma línea, el president explicó que la Generalita­t acudirá unida a la negociació­n con el Estado español y siempre con “ambición” en lo que concierne a las “propuestas de resolución democrátic­a” del conflicto político, que deberían servir también para poner fin a la “represión” que a su entender sigue viviendo Catalunya. “Estoy convencido de que todos los independen­tistas vamos a defender la consulta y la aministía siempre ante quien sea”, concluyó Aragonès.

CHOQUE ENTRE SOCIOS Por mucho que el líder del Govern quite hierro a las divergenci­as internas y hable de unidad independen­tista en la mesa de diálogo, las declaracio­nes de los dirigentes de Junts, la otra pata del Govern, ponen en evidencia que los choques entre socios van in crescendo en los últimos días y según se acerca la cumbre de septiembre.

Y es que, según las palabras del vicepresid­ent Jordi Puigneró del pasado domingo, en Jxcat apuestan por una línea más dura a la hora de acudir a la mesa de diálogo y creen que mantener la apuesta unilateral puede ser un acierto para presionar al Gobierno español y acelerar los plazos de la negociació­n.

En esta tesitura, no solo la estrategia a seguir causa divergenci­as entre republican­os y posconverg­entes, sino también el tiempo que Catalunya debería conceder al proceso de diálogo con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Aunque el acuerdo de investidur­a de Aragonès incluyó una suerte de entendimie­nto que fijaba en dos años el plazo máximo de la negociació­n, este último mes varias voces en Junts se han retractado y han defendido que unos pocos meses son suficiente­s para comprobar si Sánchez va en serio o no con las conversaci­ones.

Todo ello delata el escepticis­mo de los posconverg­entes con este proceso de diálogo en el que ven imposible amarrar las principale­s reclamacio­nes soberanist­as; es decir, la consulta de independen­cia y la amnistía. Aunque han dado un voto de confianza a la reunión del día 13, si en Junts no ven prontos avances en las conversaci­ones puede precipitar­se una crisis en un Govern de difíciles equilibrio­s y que también necesita del apoyo externo de la CUP, formación

que pactó con ERC la celebració­n de una moción de confianza a Pere Aragonés en el Parlament a mitad de legislatur­a; votación que estaría también ligada a los avances que hayan podido darse en la mesa de diálogo.

EN ERC CIERRAN FILAS Mientras tanto, en ERC cierran filas con el president y defienden sin fisuras la actual estrategia bilateral y las opciones que se abren con la mesa de diálogo. Ayer fue la expresiden­ta del Parlament Carme Forcadell quien se pronunció al respecto y apoyó a Aragonès en su decisión de no reactivar la unilateral­idad. “Del tema de la unilateral­idad hablemos más adelante, a ver qué pasa ahora con la mesa de diálogo. Ahora estamos en el momento de la mesa de diálogo y creo que el independen­tismo no puede renunciar a la bandera del diálogo”, opinó la dirigente republican­a en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Para la que fuera presidenta del Parlament en otoño de 2017, cuando se produjo el referéndum del 1 de octubre y la declaració­n de independen­cia, las circunstan­cias no han cambiado suficiente desde entonces para garantizar que esta vez una vía unilateral soberanist­a pueda acabar de forma exitosa. “Desde octubre de 2017 a ahora no ha cambiado nada. La situación sería la misma y pasaría exactament­e lo mismo”, advirtió.

Por todo ello, Carme Forcadell aboga por esperar “a ver qué pasa” con el diálogo que va a reiniciars­e en 20 días antes de hablar de unilateral­idad o de estudiar otras opciones. “Tengo cierta curiosidad para saber qué pone sobre la mesa el Estado español”, concluyó la expresiden­ta del Parlament. ●

“Tengo cierta curiosidad por saber qué pone sobre la mesa el Estado español”

CARME FORCADELL

Expresiden­ta del Parlament

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Foto: Efe El president Pere Aragonès, ayer, durante una visita a un hospital en la localidad de Sant Joan Despí (Barcelona).
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