DRAGHI Y LA ENCRUCIJADA ITALIANA: LOS POSIBLES ESCENARIOS DE UNA ELECCIÓN IMPREDECIBLE
El eventual ascenso del actual primer ministro italiano, Mario Draghi, a la presidencia de la República italiana es solo una entre un abanico de opciones y abriría un escenario sin precedentes, pues nunca nadie antes dio ese paso.
● Una crisis de Gobierno. En caso de que los partidos elijan al economista, su primer deber como jefe de Estado será solucionar la crisis de Gobierno que se abriría tras su propia dimisión como primer ministro. Entrarían entonces en funcionamiento los engranajes del sistema italiano. Mientras Draghi empieza consultas para buscar a su sustituto, se aplicaría una ley de 1988 que encomienda el cargo al ministro más anciano, actualmente el de Administración Pública, Renato Brunetta, mano derecha de Silvio Berlusconi.
● Una encrucijada. Las opciones que se abrirían son varias: la primera es hallar un nuevo Ejecutivo, preferiblemente apoyado por la actual coalición, en la que están todos los partidos excepto los ultraderechistas Hermanos de Italia. La otra, en caso de fracasar las consultas, es un adelanto electoral, un extremo que todos los analistas consideran más que improbable por la pandemia y la voluntad de no entorpecer la recuperación, sazonada con la lluvia de millones europea del Plan de Recuperación. La profesora de Derecho Público Cristina Fasone apuesta por Draghi como nuevo inquilino del Quirinal y que la política respalde un nuevo primer ministro que lleve la legislatura a su término natural, 2023, ya sea técnico o político. El politólogo Oreste Massari cree que la elección de Draghi “debería incluir un acuerdo entre partidos sobre quién debe guiar al nuevo Ejecutivo”, pero lo ve “muy difícil” por la pugna de bloques y el año electoral que arranca, antesala de las generales.
● Los otros escenarios. El exministro italiano de Exteriores y profesor de
Derecho de la UE, Enzo Moavero Milanesi, comenta que si no hay acuerdo para elegir a Draghi, las otras vías pasan por que el centroderecha, que tiene una mayoría relativa de electores, proponga un nombre. Pero si éste no es aceptado por otros parlamentarios, para obtener la mayoría absoluta se tendrá que buscar un candidato dentro de un “mosaico” de personalidades de prestigio. La baza en “última instancia” es que, ante una falta de cualquier acuerdo, Mattarella sea reelegido como su antecesor Giorgio Napolitano en 2013. Berlusconi ha anunciado que no optará a la presidencia pero exige mantener a Draghi como primer ministro. Si la derecha obedece, sus posibilidades se reducirían mucho y quedaría en manos de la izquierda, del centro y del heterogéneo y poblado Grupo Mixto.
● Elecciones anticipadas. Si Draghi es elegido jefe de Estado, cabe la posibilidad de que el Gobierno caiga y casi nadie quiere un adelanto electoral, así que muchos electores se lo están pensando. Y es que en los nuevos comicios entraría en vigor la reducción de escaños –de un tercio– en el Parlamento y muchos legisladores saben que perderían su puesto y presionarán a los partidos para evitarlo.