ITZULIA SIN TREGUA
PROFESIONALES LA RONDA PRESENTA UNA EDICIÓN SIN DÍAS TRANQUILOS Y QUE CONSERVA LA FÓRMULA DEL ÉXITO: CRONO PARA EMPEZAR Y TRACA FINAL DE CAMINO A ARRATE
PAMPLONA – La Itzulia 2022 ya provoca dolor de piernas en el pelotón, dos meses antes de su inicio. Su recorrido fue presentado ayer de forma oficial en Hondarribia, sede de la contrarreloj que inaugurará la prueba el lunes 4 de abril, y dejó bien a las claras que en la próxima edición de la ronda vasca no habrá espacio para las treguas. Todas las jornadas tendrán su miga, tanto en su núcleo como en sus respectivos finales. Y es que, tras la mencionada crono, habrá pleno de llegadas en subida: desde los 800 metros con rampas al 18% en Mallabia hasta la recta al 4% de Zamudio, pasando por las cotas de Viana y Amurrio así como por el ya clásico desenlace en Arrate.
La Itzulia siempre ha sido una carrera dura. Aún así, la exigencia añadida que presenta esta temporada implica una novedad digna de mención, igual que la recuperación tras 2020 (prueba suspendida) y 2021 (aún vigentes las limitaciones de movilidad) de la habitual etapa navarra. Desde la jornada del sterrato con final en Gorraiz en 2019, la competición no había pisado un territorio que ahora regresa a escena para protagonizar de forma íntegra el trayecto entre Leitza y Viana. Sucederá el segundo día de competición, tras el arranque hondarribiarra.
La jornada navarra, dentro de su dificultad, presentará posiblemente el perfil más asequible de toda la Itzulia 2022, que desde Viana se trasladará a Laudio para arrancar allí la tercera etapa, con final en Amurrio. Allí esperará al pelotón un circuito ratonero y un final nervioso, igual que el que aguardará al día siguiente en Zamudio, previa subida a El Vivero por una nueva ascensión con rampas que llegan al 15%. Las del final de Mallabia, 800 metros que alcanzan el 18%, aún deben ser acondicionadas por el ayuntamiento de la localidad vizcaina, circunstancia que da fe de su dificultad. Y más complicada aún será la última etapa, casi un calco de la que implicó el año pasado el recordado mano a mano Roglic-pogacar de camino a Arrate.
El esloveno del Jumbo Visma apunta a repetir en las carreteras vascas, con el objetivo de defender título. La presencia de Tadej Pogacar, mientras, se antoja prácticamente imposible, pues el del UAE ya ha anunciado que el domingo 3 de abril, víspera de la primera etapa, estará en Bélgica disputando el Tour de Flandes. El morbo puede venir servido por el primer duelo Roglic-evenepoel de la historia, pues el del Quick-step viene refiriéndose abiertamente a la Itzulia como una de sus metas de la primera mitad de la temporada. Este curso, de forma excepcional, la Amstel Gold Race ha sido programada el domingo posterior a la etapa de Arrate, tras intercambiar con la París-roubaix ubicación en el calendario. Tal circunstancia pone en duda la presencia en la Itzulia de Julian Alaphilippe.
Las invitaciones para equipos de la segunda categoría no conocen aún a sus destinatarios, pero se da por hecho que el Euskaltel-euskadi estará en la salida, después de su regreso a la prueba el año pasado. Los de Jorge Azanza buscarán mejorar su papel en una cita cuyo nivel les complica el objetivo de brillar en carrera. ●