Pionyang redobla su desafío y lanza otro cohete hacia Japón
La tensión alcanza cotas inéditas ante las repetidas pruebas de armas de Corea del Norte
PIONYANG – Corea del Norte lanzó ayer un misil balístico de alcance intercontinental (ICBM) que cayó en aguas a unos a 200 kilómetros de las costas del norte de Japón, lo que redobla el desafío del régimen de Kim Jong-un en un momento de persistente y creciente tensión en torno a la península coreana. Los ejércitos japonés y surcoreano detallaron que el ICBM voló unos 1.000 kilómetros alcanzando un apogeo de 6.100 km y una velocidad equivalente a unas 22 veces la del sonido. El Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS) añadió que las “especificaciones concretas” están siendo analizadas aún por la inteligencia militar en Seúl y Washington y también que el lanzamiento se realizó desde la zona de Sunan.
Sunan, donde está el aeropuerto internacional de Pionyang, fue el lugar elegido por el régimen para lanzar misiles ICBM en febrero, marzo y el pasado 3 de noviembre.
Muchos expertos creen que el proyectil disparado ayer sería precisamente el mismo que se lanzó el pasado día 3 y que falló en pleno vuelo.
Con base en las imágenes publicadas por la propaganda norcoreana, el misil lanzado entonces parece un Hwasong-15, el misil en condiciones operativas con mayor alcance potencial del arsenal norcoreano, pero con una modificación en la cabeza muy posiblemente destinada a guiar varias ojivas hacia distintos objetivos.
CAPAZ DE ALCANZAR WASHINGTON
En ese sentido, representantes del Ministerio de Defensa nipón y diversos analistas aseguraron que un proyectil como el disparado ayer sería capaz de recorrer potencialmente unos 15.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Washington desde Pionyang. El lanzamienal to suscitó la condena unánime de varios líderes que se vieron obligados a celebrar ayer una reunión de emergencia mientras participaban en el Foro de Cooperación Económica Asia-pacífico (APEC) en Bangkok.
La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, y los primeros ministros de Corea del Sur (Han Ducksoo), Japón (Fumio Kishida), Canadá (Justin Trudeau), Nueva Zelanda (Jacinda Ardern) y Australia (Anthony Albanese) advirtieron que el misil es una “violación descarada” de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y que Pionyang se encontrará con “una respuesta fuerte y decidida de la comunidad internacional”. Por ello, pidieron a los países miembros de la ONU la activación de nuevas resoluciones sancionadoras al tiempo que reafirmaron que la puerta del diálogo sigue estando abierta para el régimen norcoreano, que ha rechazado toda oferta en este sentido en los dos últimos años.
RESPUESTA DE LOS ALIADOS Horas después llegó la respuesta de los aliados, cuando aviones de combate surcoreanos de quinta generación F-35 A lanzaron bombas guiadas por láser GBU-12 sobre objetivos que simulaban ser plataformas erectoras móviles (TEL) norcoreanas para lanzar misiles.
mismo tiempo, otros cuatro F35A surcoreanos y cuatro F-16 estadounidenses realizaron vuelos en formación de combate sobre el mar de Japón.
Se trata de dos operaciones que simulan ser ataques preventivos e incluso operaciones de castigo contra intereses norcoreanos, en lo que supone un duro mensaje para Corea del Norte.
Este último proyectil norcoreano disparado ayer se une a otro de corto alcance lanzado el pasado jueves y también a una treintena de misiles de distintos tipos, una cifra récord, disparados a principio de noviembre en respuesta a unas grandes maniobras aéreas de Seúl y Washington.