El recuerdo de la burbuja de hace dos décadas
La volatilidad bursátil es una característica común a todas las firmas y se asemeja a lo ocurrido a finales de los 90
PAMPLONA – Los últimos anuncios de recortes laborales del sector tecnológico han traído a la memoria de burbuja tecnológica que se produjo en los primeros años de la década de los 2000, cuando desaparecieron –bien por quebrar o por fusionarse con otras– alrededor de 5.000 firmas vinculadas al sector.
A finales de los 90, el explosivo surgimiento de Internet en su primera versión -aún sin redes sociales ni contenidos audiovisuales- proporcionó un caldo de cultivo para la entrada de numerosos fondos de capital riesgo, que elevaron artificialmente el precio de las acciones en el mercado bursátil del Nasdaq, el índice tecnológico por excelencia. Poco a poco, se fue comprobando que el precio de las acciones se estaba inflando sin ninguna justificación, lo que terminó de pinchar una burbuja basada en la especulación. Aquella crisis dejo malheridas a empresas que hoy en día son referencia, como la consultora de telecomunicaciones Cisco y el gigante del comercio electrónico Amazon. El escenario de hoy parece distinto, puesto que los beneficios de las grandes multinaciones son sostenidos y regularmente estables en el tiempo pese a los últimos vaivenes. Además, el propio contexto en el que se sitúa Internet es muy distinto a hace veinte años, cuando no se sospechaba que la digitalización cobrase tanta fuerza en la economía, el ocio y las relaciones personales y sociales.
En cualquier caso, la volatilidad bursátil es una característica común a todas las firmas tecnológicas, de forma que impulsan mucho su cotización cuando la economía va bien y la pierden súbitamente cuando va mal. El sector se encuentra sujeto también a las tensiones que dictan los intereses geopolíticos. Así, Apple se ha visto obligada a anunciar un retraso en el lanzamiento de los nuevos iphone 14 Pro, que se ensamblan en las plantas del fabricante chino Foxconn en la ciudad de Zhengzhou. Miles de trabajadores han abandonado sus puestos de trabajo ante el temor de ser confinados en estas factorías si aparece un caso de covid. La política de covid cero de China está alterando toda la cadena de suministros.