EL ESTRENO PERFECTO
GRUPO E ‘LA ROJA’ DEBUTA EN CATAR CON UNA GOLEADA HISTÓRICA. JUGARON AZPILICUETA Y NICO
DOHA
– Fue el estreno soñado. La mayor goleada de la selección española en la historia de los Mundiales –con doble participación navarra: la de Azpilicueta, que jugó todo el partido, y la del debutante Nico Williams, que saltó al campo en el minuto 69)–. Una pegada desconocida hasta el momento relanza la ilusión de La Roja, que se ganó a pulso el derecho a soñar con algo grande en Catar 2022, al exhibir una perfecta combinación de fútbol y hambre de éxito al pasar por encima de Costa Rica.
Puede ser mi gran noche, canción de Raphael, sonó por megafonía tras cada gol. Y tanto que lo era. España borraba del campo a una Costa Rica que no compareció, sin respuesta ante el aluvión de fútbol que se le vino encima en un inicio de Mundial para la historia de La Roja.
El excesivo respeto al debut recibió una bofetada de descaro. Desde Alemania
2006 no ganaba en su puesta de largo España. Desde su primera participación, Italia 1934, no marcaba tres tantos en el primer acto. Los que buscan similitudes entre la España que cambió su historia con su generación de oro desde 2008, con el liderazgo de Luis Aragonés, y el que ejerce Luis Enrique con su apuesta actual, tienen argumentos más que añadir a su lado de la balanza.
Un grupo de jóvenes que no conocen el vértigo, supervisados por la experiencia de jugadores que aún brillan. Busquets pisa el balón, se gira y los años no pasan por él en la selección. Disfrutando de un equipo que se instala en campo contrario y domina hasta aburrir a un rival que persigue sombras. Jordi Alba, un puñal en la banda izquierda.
La apuesta de Luis Enrique por Rodri de central, ante un rival del que esperaba pocos ataques, aumentó la calidad en la posesión. Y a los 11 minutos, con Costa Rica sin encontrar la
ESPAÑA
Unai Simón; Azpilicueta, Rodri, Laporte, Jordi Alba (Balde, m.64); Busquets (Koke, m.64), Gavi, Pedri (Carlos Soler, m.57); Ferran Torres (Morata, m.57), Marco Asensio (Nico Williams, m.69) y Dani Olmo.
Keylor Navas; Fuller, Duarte, Calvo, Bryan Oviedo (Matarrita, m.82); Borges (Aguilera, m.72), Yeltsin Tejeda; Campbell, Bennette (Bryan Ruiz, m.61), Martínez (Waston, m.46); y Anthony Contreras (Zamora, m.61).
1-0 m.11: Dani Olmo. 2-0 m.21: Marco Asensio. 3-0 m.31 Ferran Torres. 4-0 m.54: Ferran Torres. 5-0 m.75: Gavi. 6-0 m.90: Carlos Soler. 7-0 m.92: Morata.
Mohammed Abdulla Mohame (Emiratos Árabes). Amonestó a Calvo (68) y Campbell (95), de Costa Rica.
Al Thumama. 40.013 espectadores (unos 3.500 españoles).
COSTA RICA Goles Árbitro Estadio
forma de salir de su propio campo, Gavi rompió líneas y encontró el pase a Olmo, que picó con calidad ante la salida de Keylor Navas.
Alejada la leyenda costarricense de su verdadera identidad. Sin paradas salvadoras. Acariciando la rosca que le metió Asensio e impotente al ver cómo entraba en su portería en el minuto 21 el zurdazo del antiguo compañero (2-0). Y La Roja quería más y llegó el penalti inocente de Duarte a Jordi Alba que enganchó al partido a Ferrán. Parecía el más impreciso con balón del tridente, pero afinó con calidad y calma en la pena máxima (3-0). Se enchufó y, ya en la segunda parte (minuto 54), volvió a marcar para firmar el único doblete del partido (40). acabó firmando un doblete que le vuelve a convertir en el máximo artillero con Luis Enrique en el banquillo.
La seguridad defensiva de Costa Rica en su fase de clasificación se desplomó. Al equipo le temblaron las piernas. Ni la veteranía de Celso Borges contagió a un grupo renovado. Ni una mala entrada ante tanta inferioridad, ni una llegada con peligro ante Unai Simón.
Luis Enrique reservaba jugadores para próximas batallas y España no levantó el pie. Sintió que era un día grande para disfrutar hasta el final. Morata buscó el gol, pero se topó con una rápida salida de Keylor y picó el balón para que Gavi, de volea ajustada al poste, hiciese el quinto.
Ya corría por el campo Balde, último en sumarse a una selección en la que parecía que llevaba años. Explotó su velocidad en el carril izquierdo de un día que jamás olvidará, como tampoco la selección. Tomando el testigo de Nico Williams, que se sumaba a la fiesta desequilibrando por la derecha y metiendo un centro con el que Carlos Soler marcaba el sexto antes de que la conexión Olmo-morata pusiese el broche a la gran noche que cantó Raphael.