“ERC blanquea la imagen del PSOE y no lo hace gratis, su objetivo es traer de vuelta a Rovira”
“Tristeza” es la sensación que embarga a la líder de Junts en el Congreso tras comprobar cómo ERC se echa en brazos de Sánchez a costa de acabar con la unidad independentista
PAMPLONA – Cuentan que en 2014 Míriam Nogueras (Dosrius, Barcelona, 11-V-1980) prometió que nunca más votaría a ERC. Por entonces militaba en la plataforma No vull pagar y conoció a líderes como Jordi Turull, hoy su secretario general, y Josep Rull. De ahí, y de todas las recientes experiencias que han dinamitado la estrategia soberanista, procede su beligerancia en el discurso contra Esquerra, de quien no comprende su inexplicabe giro más allá de las contrapartidas que pueda obtener desde Moncloa.
¿Qué sensación le dejó el Pleno en el que se aprobaron los Presupuestos del Estado y se dio el primer paso para modificar el delito de sedición?
—Llevamos unos días muy intensos, casi de maratón, y la sensación con la que me quedé es de tristeza. Porque el Estado español, el del 155, ese que quiere reformar las leyes para detener a quien no le gusta, que alardea de haber noqueado al independentismo y haberlo diluido, ese es el mismo a quien una parte del catalanismo da estabilidad y contribuye a sus planteamientos. Se lo digo con el corazón en la mano y, aunque esta semana volveremos con las pilas cargadas, me siento muy triste por esta imagen y el sentimiento de sentirnos muy solos en Madrid. Todo lo sucedido es una pena de cara a este proyecto por el que llevamos tiempo luchando, que no es solo la independencia, que es la herramienta para llegar a tener un Estado. Venimos de una etapa en la que la política y la sociedad han ido de la mano para lograr algo donde todos podamos tener un presente y un futuro mucho mejor. En Junts seguimos militando en el independentismo. Algunos otros, y ellos mismos lo dicen, militan ahora en otras cosas.
“Lo que muchos independentistas hacemos hoy nos llevará a la cárcel mañana”, avisó cuando se conoció la reforma del delito de sedición.
—Nosotros fuimos los primeros en pedir la supresión del delito de sedición cuando otros lo hacían solo para reformarlo y rebajar las penas. Los propios socialistas, uno tras otro, se están esforzando en hablar de que no se elimina, sino que se sustituye. Simplemente le han cambiado el nombre porque si luego te detienes en cómo queda el delito de desórdenes públicos, pues muchas de las cosas que estamos haciendo o hemos hecho nos llevarían a prisión. Y pongo un ejemplo: el del chico que han condenado a tres años y medio de cárcel por participar en la protesta del Tsunami Democràtic en el aeropuerto de Barcelona, castigado por dos delitos que ninguno llega a dos años y por eso no irá a prisión. Pero con la reforma sí que lo haría ya que el delito de desórdenes públicos agravados pasa de tres años a cinco. Ocurriría también con quienes el 20-S estábamos ante la conselleria de Economía, con quienes fuimos a votar el 1-O, nos manifestamos el 3-O... Y no lo decimos solo nosotros, también Amnistía Internacional. Es que, aparte de Esquerra, nadie ve esta reforma con buenos ojos. Sinceramente, creo que el Gobierno español les ha colado un gol. No puedes avalar una propuesta así, hasta los comunes han admitido que habrá que presentar enmiendas. Que a estas alturas te la cuelen así es para hacértelo mirar. Te quitan la sedición por una puerta y te la vuelven a meter por la de atrás. No hay nada que celebrar.
¿Lo ha comentado personalmente con Esquerra?
—Y les he dicho: es que estos ya saben cómo hacer esto. Lo hicieron con la insumisión, la convocatoria del referéndum... Si no vamos todos juntos a la hora de enmendar esta proposición, nos irá mal. Pero algunos han dejado de militar ya en el proyecto independentista y no se cortan en decirlo. Lo que sí les pedimos es que no nos pongan palos en las ruedas al resto. Que no me hablen de que lo que buscan es homologar el delito a los estándares europeos. Nuestra propuesta entronca con la jurisprudencia europea y no con una sentencia del Supremo que parte de la base de que lo que hace el independentismo es delito.
¿Y a cambio de qué se posiciona así Esquerra Republicana?
Esquerra se presta a ello y me imagino que no lo hace gratis. Si vas de la mano del Gobierno, tienes todo el arco mediático de tu lado. Por ejemplo, ahora cuenta con tres presidencias de comisión y esto, al margen de dinero, es influencia y poder en el Estado español. Nadie, ni Convergència, tuvo tres presidencias. Es decir, les están envolviendo con la alfombra roja y yo creo que ellos están encantados.
Junts no cree que se haya emprendido una desjudicialización.
—Esa vía es un mantra que sirve para todo. Se habla mucho de desjudicializar, como se hace sobre el diálogo y casi siempre la respuesta es el silencio. Al final, ellos fabrican un relato público y a la hora de la verdad te encuentras que solo se trata de crear titulares y una foto. Si quisieran desjudicializar, no estaría la Abogacía del Estado sentada en muchos casos contra el independentismo. Y esto depende exclusivamente del Gobierno del Estado. El único interés del PSOE es blanquear su imagen y ERC le está ayudando. Y, desde luego, no a cambio de un proyecto para Catalunya.
Nada más saltar el tema de la sedición, irrumpió el intento de acometer el delito de malversación. Pero parece que ha bajado el suflé.
—Muchas veces nos enteramos por la prensa de los temas que van saliendo y luego se vuelven a esconder. Lo que es evidente es que hay un objetivo claro por parte de ERC: traer de vuelta a Marta Rovira, y que pueda ejercer de nuevo junto a Oriol Junqueras. Y yo lo veo legítimo, lo que pasa es que me pregunto: ¿hemos llegado hasta aquí para esto? ¿Para que el premio sea que solo nos castiguen un poco? Si realmente ese es su objetivo, que lo cuenten, porque si una cosa tiene que abanderar la política es la transparencia. Junts no está aquí para reformar el Estado español ni su Código Penal. Que no nos tomen el pelo.
¿Se busca además facilitar la extradición de Carles Puigdemont?
—No lo decimos nosotros, lo han dicho ellos: Sánchez, Calviño, Borrell, Patxi López... Que no podían hacerlo antes porque no había una concordancia a nivel judicial con Europa. Parece un win-win (yo gano/tú ganas): unos ganan quedándose a Puigdemont y otros trayendo a Rovira. Pero la defensa del president seguirá con su estrategia en Europa porque lo que pase en el Estado es irrelevante. Nuestra actitud no será ser unos acomplejados tratando se sacar cuatro migajas. Hace pocos días todos celebraban la absolución de Roger Torrent y la anterior Mesa del Parlament: bien, pues eso ha sido posible porque Josep Costa, de Junts, no se aplanó como los demás.
Pedro Sánchez se jacta de haber implosionado la unidad independentista, y los hechos le dan la razón.
—¡Claro! Y eso forma parte de mi tristeza. En esta última sesión escuché al diputado socialista Paco Aranda decir que en 2017 tenían un tremendo pastel con Catalunya y ahora tienen a un Govern roto y sin rumbo. Y yo pensé: ¿Cómo permite ERC dar por bueno este discurso y blanquearles? No sé qué más hay tan bestia y tan bueno que les pueda compensar.
Afirma usted que el Govern de Pere Aragonès ni es independentista, ni siquiera republicano.
—Que el señor Aragonès me hable del Govern de la Tercera República... El suyo es un gobierno autonómico de una monarquía, y ya está. Si quieres un Govern republicano e independentista, trabaja para ello. Que no vendan ese cuento. Al menos, cuando estaba Junts y el conseller Giró, lo primero que se hizo fue imponer un decreto para asumir los costes del Tribunal de Cuentas en las casos del independentismo, y eso se logró a pesar de Esquerra, que ha metido nuevos consejeros que han trabajado duro contra el independentismo.
¿No hubo posibilidad en Madrid de hacer un frente soberanista amplio?
—No, nunca. Lo intentamos desde el primer día, incluso en las negociaciones para formar el Govern, y fue uno de los puntos que demoró la investidura, pero por la otra parte la voluntad fue nula. Ya entonces tenían clara su renuncia y quién sería su socio: el PSOE.
¿Acertó entonces Junts decantándose por salir del Govern?
—Yo mantuve la neutralidad porque era parte de la sindicatura en ese proceso de votación. Pero sí tengo claro que cada paso que da Junts, al final, acertado o no, nos hace más fuertes. Van a pasar más cosas que confirmarán lo que le digo. Fue salir y subir las afiliaciones al partido.
En el Parlament ya se ha evidenciado el acercamiento de Aragonès al PSC de Illa de cara a las Cuentas.
—Llevan tres años de socios del PSOE. El PSC es el PSOE. Lo que hacen en Catalunya es solo puro teatro, modular la imagen y el discurso. Pero ellos ya son socios. Tienen todo pactado con el PSC, yo creo que saben hasta qué. Es más, está en manos de Illa saber cuándo habrá elecciones en Catalunya. Con la estrategia de ERC quien gana es el PSOE, y quien pierde es todo el independentismo. El día que se den cuenta será ya tarde.
“¿Hemos llegado hasta aquí para que el premio sea que solo nos castiguen un poco? Junts no surgió para reformar el Estado ni su Código Penal”