El óptico-optometrista, una figura necesaria y demandada dentro de la sanidad pública
EL PAPEL DE ESTOS PROFESIONALES ALTAMENTE CUALIFICADOS PUEDE SER FUNDAMENTAL PARA DESCARGAR LAS LISTAS DE ESPERA DE PRIMERAS CONSULTAS CON EL ESPECIALISTA DE OFTALMOLOGÍA, ALGO QUE SUPONE UN SALTO CUALITATIVO Y CUANTITATIVO DENTRO LA SALUD VISUAL EN ATENC
Un reportaje de
xploramos el mundo a través de los cinco sentidos pero la vista es, seguramente, el más primordial de todos ya que nos permite conectar con los que nos rodea. De hecho, la pérdida del sentido de la visión es la que más preocupa a los españoles (92%) y el estado de su salud visual preocupa un punto por encima del estado de salud general, según se recoge en el Libro Blanco de Salud Visual 2022.
No obstante, el Sistema Nacional de Salud ofrece una cartera de servicios bajo mínimos en el ámbito de la salud visual lo que provoca que los ciudadanos se topen con una falta de medios importantes. Así lo explican desde la Quinta Delegación Regional del Colegio Nacional de Ópticos - Optometristas y que va en concordancia de las peticiones del Consejo General de Ópticos Optometristas (CGCOO) y de la Sociedad Española de Optometría (SEO).
En la atención primaria, la especialidad que recibe más derivaciones es oftalmología (14,5%). En el caso de pediatría, las derivaciones al oftalmólogo son aún más frecuentes, suponiendo el 27,6% de los casos; de éstos, el 76,4% son problemas de agudeza visual, con un origen puramente refractivo que deberían solucionarse en atención primaria. De esa manera, se evitaría saturar la especialidad de oftalmología que en la actualidad es, a nivel nacional, la segunda rama médica con mayor lista de espera, por detrás de traumatología.
Lo que ocurre ante este panorama es que del 68% de la población que revisa su vista de forma habitual sólo el 20% decide hacerlo a través de la sanidad pública. El 80% restante recurre a las consultas privadas o a su seguro médico. Pero, ¿qué pasa con aquellos que no pueden costearlo? Queda patente que la falta de eficiencia en la cobertura pública de la salud visual genera desigualdades de acceso en grupos de riesgo sociosanitario.
E¿QUÉ PUEDE OFRECER EL ÓPTICOOPTOMETRISTA EN EL SNS?
El Consejo General de Colegios de Ópticosoptometristas (en adelante CGCOO) junto con la Sociedad Española de Optometría (SEO) han realizado un exhaustivo Informe Técnico sobre la necesidad y la importancia de ampliar la cartera de servicios que ofrece el sistema público, que imperiosamente pasa por la incorporación de los ópticos-optometristas en atención primaria sanitaria. Se trata de una reclamación mayoritaria entre estos profesionales de la visión y que podría aportar múltiples beneficios para el conjunto de la población sin necesidad de aumentar el número de pediatras o de médicos de familia en el primer nivel sanitario.
Según las estimaciones del estudio, la entrada de los ópticos-optometristas en el SNS, unos profesionales de alta capacitación y formación, tendría óptimas consecuencias. Por una parte, se brindaría un mayor servicio a los ciudadanos: reducción del tiempo de asistencia, detección precoz de alteraciones visuales y, por lo tanto, mayor calidad de vida. Por otra, supondría una reducción de las listas de espera para la especialidad de oftalmología y desaturación de la atención primaria, mejorando la eficiencia del sistema público y reduciendo los costos a largo plazo.
La incorporación de los ópticosoptometristas dentro de la sanidad pública podría llevarse a cabo mediante dos vías; bien integrándolo como un profesional sanitario más con un enfoque claramente de atención primaria y complementario de otros profesionales sanitarios (pediatra, médico de familia y oftalmólogo); o bien, incorporándolo mediante acuerdos de externalización de servicios, a través de un modelo de capitación en el que se preestablezca el coste por paciente/año.
Asimismo el Informe Técnico valora qué impactos tendría en el SNS. Además de los beneficios anteriormente apuntados, la previsión estima que se podrían atender a 5.000 pacientes pediátricos al año y a 4.000 adultos, algo que evitaría en torno a 1.035.000 de derivaciones anuales a oftalmología cuyos profesionales podrían centrarse en tareas más especializadas.
La propuesta de introducción de los ópticos-optometristas en el sistema de salud contempla un total de 239 unidades de optometría públicas; 82 en atención pediátrica y 157, en atención de adultos. En base a los datos y supuestos contemplados en el análisis, el modelo público resulta un 31,5% más económico que el modelo de capitación. Sin embargo, éste último tiene la ventaja de que no requiere inversión ni cambios profundos en la organización del SNS. Según los cálculos realizados en el informe, implementar la figura del óptico-optometrista de manera global significaría un ahorro neto entre los 52-56 millones de euros (en función del modelo que se elija, integrado o de capitación). Una cifra que podría elevarse sustancialmente tomando otros costes para la primera consulta especializada, pudiendo llegar incluso a los 160 millones de euros (si se toma el valor de Osakidetza).
SERVICIOS DEL ÓPTICO-OPTOMETRISTA EN LA ATENCIÓN VISUAL
El papel de los ópticos-optometristas es fundamental para descargar las listas de espera de primeras consultas con el especialista, algo que supone un salto cualitativo y cuantitativo dentro la atención visual en atención primaria. Desde el colectivo profesional reclaman que estos profesionales, legal y altamente capacitados, pueden desarrollar perfectamente determinadas funciones específicas en salud visual como la evaluación de la agudeza visual, la refracción (graduación), la medición de la tensión ocular o el manejo de la tecnología asociada.
Igualmente, el rol del óptico-optometrista permite llevar a cabo controles de seguimiento de afecciones visuales previamente diagnosticadas o la verificación del correcto uso de tratamientos prescritos. Además, su condición de profesional de la visión, puede ayudar a inculcar hábitos de higiene visual a los pacientes para evitar posibles problemas como sequedad ocular, blefaritis o miopía escolar, así como mejorar las capacidades visuales de pacientes con poca visión.
LA FALTA DE CREACIÓN DE LA CATEGORÍA ESTATUTARIA DE ÓPTICOOPTOMETRISTA EN MUCHAS CCAA, PRINCIPAL ESCOLLO
A nivel estatal, el principal obstáculo con el que se topa la demanda de incorporar a los ópticos-optometristas en la sanidad pública es, según los representantes colegiales, esencialmente administrativo, ya que hay muchas CCAA donde aún no ha sido creada la categoría estatutaria de óptico-optometrista, requisito previo para poder ser incluido, incidencia que no tiene lugar ni en la CA Vasca ni en la CF de Navarra en las que sí está reconocida. Por otro lado, pese al valioso servicio que se podría ofrecer desde atención primaria también se contempla que podría levantar posibles recelos de otros profesionales ante la incorporación de nuevos agentes al sistema. El análisis también tiene en cuenta que es una acción complicada de coordinar entre las 17 comunidades autónomas y ante la ausencia de un Plan Nacional de Salud Visual.
La gran mayoría de ópticos-optometristas reivindican la introduc