Solo ante el peligro
Quienes esperaban que el Tribunal Supremo, controlado por una mayoría conservadora de 6 frente a 3 progresistas, actuaría sistemáticamente de forma favorable al presidente
Trump, se llevaron una desagradable sorpresa esta semana, cuando sus nueve magistrados votaron de forma unánime para obligar al expresidente a presentar ante los tribunales sus declaraciones de impuestos. Probablemente también fue una sorpresa para el propio Trump, quien lleva ya siete años ocultando sus declaraciones fiscales, algo realmente nuevo en el mundo de la política: aunque no hay obligación de hacerlo, prácticamente todos los candidatos para cargos de mayor o menor responsabilidad hacen pública su situación económica y divulgan sus declaraciones de Hacienda.
Trump fue el primer candidato presidencial de nuestros tiempos que se negó a presentar esta información e incluso luchó ante los tribunales para impedir que diversas instancias le obligaran a hacerlo. Al final, el asunto llegó al Supremo, un tribunal con una mayoría republicana y con varios magistrados nombrados por el propio Trump y allí, contrariamente a las previsiones generalizadas e incluso a lo que temía el Partido Demócrata, Trump perdió el apoyo y no le quedan ya instancias para seguir ocultando sus declaraciones. Aparte de las consecuencias que esta situación puede tener para su candidatura