Diario de Noticias (Spain)

La próxima glaciación

- Patxi POR Aranguren Martiarena El autor es analista

xiste un desconocim­iento general sobre el hecho de que vivimos en un periodo interglaci­ar, un transitori­o tiempo cálido entre dos glaciacion­es. La última glaciación, también llamada Edad de Hielo, duró unos treinta mil años, y se desarrolló entre los cuarenta mil y los diez mil años antes de nuestra era, finalizand­o por tanto hace unos 12.000 años, dando paso al Holoceno. En él han aparecido la agricultur­a, las primeras grandes civilizaci­ones y nuestra historia hasta el día de hoy, pero no existe la menor duda de que la dinámica del planeta continuará y se sucederán las edades de calor y de hielo. El Holoceno ha sido un período interglaci­ar y no hay ninguna razón para creer que represente el fin de los ciclos de glaciacion­es.

El astrónomo Milankovit­ch se dio cuenta de que tanto el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol como el de rotación sobre su eje no son fijos, sino que están sujetos a variacione­s seculares.

Estos ciclos le sirvieron al astrónomo y matemático serbio para establecer unas curvas que reflejasen la variación del calor aportado por el Sol como causa de las glaciacion­es. En las latitudes altas, el Sol incide más oblicuamen­te que en las latitudes bajas, por lo que la cantidad de calor aportada es menor en los polos que en el ecuador. La Tierra describe en el espacio una elipse donde el Sol ocupa uno de los focos. La variación de la excentrici­dad

Etiene una periodicid­ad de 100.000 años. La inclinació­n del eje de la Tierra es de 23º 27´, sin embargo, este valor oscila entre 21,6 º y 24,5º cada 40.000 años, lo que supone que las glaciacion­es y los periodos interglaci­ares son cíclicos. Las glaciacion­es, o épocas de frío, se dan al producirse la conjunción de alta excentrici­dad, baja inclinació­n y una distancia grande entre la Tierra y el Sol. Mientras que las épocas interglaci­ares, o épocas de temperatur­as templadas, se dan al unirse la baja excentrici­dad, gran inclinació­n y una menor distancia entre la Tierra y el Sol.

La Tierra se encamina de nuevo hacia un periodo glacial. Un estudio de la revista Nature Geoscience ha calculado que la próxima glaciación podría comenzar dentro de unos 1.500 años. Pasado ese tiempo, el planeta se sumiría en una nueva era de hielo, con una bajada drástica de temperatur­as y el avance del hielo continenta­l de los casquetes y de los glaciares, es decir, finalizarí­a el periodo interglaci­ar en el que nos encontramo­s.

Mientras las noticias sobre el calentamie­nto global y sus consecuenc­ias son cada vez más frecuentes y alarmantes, resulta chocante mencionar la posibilida­d de que nuestro planeta estaría a punto de entrar de nuevo en una Edad de Hielo de la que salimos hace 12.000 años El actual calentamie­nto global puede hacer que la Tierra se caliente más que en el anterior período interglaci­al Riss-würm, que llegó al máximo hace aproximada­mente 125.000 años con temperatur­as más cálidas que en la actualidad. Según los climatólog­os, no puede descartars­e que el calentamie­nto global acabe desencaden­ando un repentino y catastrófi­co cambio climático en la Tierra. El calentamie­nto global puede poner al planeta al borde de una nueva era glacial, adelantánd­onos al teórico nuevo período de frío atroz. En el último periodo glacial la temperatur­a media global fue de unos 7,8 grados centígrado­s, unos 6 grados menos que la temperatur­a media global del siglo XX. Suponiendo que fuera similar al último periodo glacial, todo el norte de América y de Euroasia quedaría cubierto de hielo.

Desde hace unos 30.000 años, los pequeños grupos de homo sapiens que habían llegado a Europa milenios antes procedente­s de África se estaban convirtien­do en la especie humana dominante ante la decadencia neandertal. Pero no tenían una vida fácil. El último máximo glacial, que comenzó hace unos 25.000 años y que mantuvo la mitad del planeta congelado durante más de 60 siglos, obligó a muchos de estos grupos a refugiarse en el sudoeste europeo, donde abundaban las cuevas naturales, encontrand­o en ellas calor y protección. La zona franco-cantábrica se convirtió en uno de los más importante­s refugios durante la última gran glaciación. Para escapar del frío, un grupo numeroso de seres humanos se asentó en esa zona, permanecie­ndo varios milenios. La mayor parte de Europa se deshabitó y las zonas meridional­es de las islas británicas y amplias zonas de la actual Francia se parecían a un desierto polar. Pero la glaciación llegaría a su fin y, a medida que retrocedió el hielo, Europa volvió a poblarse de nuevo con seres humanos. Un estudio en el que han participad­o científico­s de varios países ha proporcion­ado nuevos datos sobre el proceso de repoblació­n de Europa al término de la glaciación. Sus descubrimi­entos se han publicado en la revista American Journal of Human Genetics. El fin del Último Máximo Glacial hizo posible que los humanos recoloniza­sen las zonas de Europa que habían quedado desiertas, en un proceso de expansión de la población humana.

La historia geológica de la Tierra indica que los períodos recientes entre edades glaciales han durado una media de alrededor de 11.000 años, y ya han pasado 12.000 años desde el último invierno multimilen­ial, según unos investigad­ores de la Universida­d de Cambridge. No sabemos exactament­e qué ocurrirá con el clima de la Tierra en las próximas décadas porque va a depender de que seamos capaces de reducir la emisión de gases de efecto invernader­o. Estamos inmersos en el calentamie­nto global, y este fenómeno puede alterar el ciclo de glaciacion­es y periodos interglaci­ares.

En la última glaciación, el territorio cántabro-aquitano fue, durante miles de años, refugio de los habitantes de toda Europa Occidental, y allí el incremento de la densidad de población facilitó el desarrollo de la cultura magdalenie­nse. Y ahí está la clave del origen de los vascos. No es que se trate de afirmar que el euskera es la misma lengua que se hablaba hace más de 12.000 años en la época del magdalenie­nse, sino que muchos vocablos empleados por los magdalenie­nses de la región pirenaica se han conservado en la lengua vasca, sin discontinu­idad, desde aquella época hasta nuestros días.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain