ANAITA SE VIENE ARRIBA
LIGA PLENITUDE ASOBAL EL HELVETIA DA UN GOLPE SOBRE LA MESA EN LOGROÑO, SE LLEVA UNA MERECIDA VICTORIA Y ENCADENA DOS TRIUNFOS QUE LE PERMITEN COGER AIRE Y OLVIDAR EL BACHE
LOGROÑO – El Helvetia se llevó ayer un meritorio triunfo de Logroño por 22-26, en un partido en el que los navarros estuvieron más “enteros”, y por su fe y por su regularidad merecieron más que un rival que jugó sólo a ráfagas y que en el segundo tiempo no supo reaccionar al empuje de los pamploneses. De esta forma, Anaitasuna suma su segunda victoria consecutiva tras haber superado un bache del que ya se quiere olvidar.
Los riojanos tuvieron un arranque de partido nefasto, ante un rival mucho más centrado, que se mantuvo por delante en el marcador casi todo el primer tiempo y que supo leer las debilidades en la defensa logroñesa.
El equipo de Miguel Ángel Velasco tardó más de diez minutos en entrar al partido y para entonces Anaitasuna ya llevaba una ventaja clara de cuatro goles. El conjunto navarro tuvo en su mano hacer más sangre y, sin embargo, se paró, lo que dio aire a un Logroño que tenía menos ritmo, en parte porque algunos de sus jugadores (Dutra, Rivero o Javi García) salen de lesiones y no están para más.
Pero se trata de efectivos de mucha calidad y aún sin ritmo poco a poco fueron minando la moral del Helvetia, sobre todo cuando en apenas cinco minutos el marcador pasó de un 3-8 a un 68 que hablaba por sí sólo de lo que podían hacer los locales si querían.
Y quisieron. Tanto que poco antes del final del primer tiempo, Dutra logró el empate a 11, que dio paso a segundos del final al 12-11 de Javier Rodríguez.
El BM Logroño parecía haber encauzado el partido, sobre todo porque en el inicio del segundo tiempo consiguió que se jugara a su ritmo y eso le sirvió para mantenerse por delante en el marcador un cuarto de hora, aunque con diferencias cortas, de uno o dos goles.
Y eso decantó el encuentro, porque el equipo de Quique Domínguez
creyó en la remontada, aumentó el ritmo de juego y no encontró respuesta enfrente.
Así, cuando el equipo navarro logró empatar a 18 goles el choque ya iba en una dinámica ganadora para él, mientras el Logroño no sabía o no tenía físico para cambiar las cosas. Además, Jorge Pérez volvió a estropear su estadística en la portería y Diocou tampoco entró en juego, con lo que los visitantes se vieron con la victoria en la mano a diez minutos del final.
Y tampoco cambiaron en ese tiempo, sino que mantuvieron la intensidad y el acierto, y eso les dio la victoria ante un Logroño que no entendía lo que pasaba y que tampoco jugaba con la intensidad necesaria para vencer. Al final, acabó por vencer el Helvetia, el que más se lo merecía. Ahora tan sólo resta el partido del sábado en La Catedral ante el Benidorm para cerrar la primera vuelta y el año. Un choque en el que intentará poner la guinda.