La Unidad de Protonterapia de la CUN trata a 608 pacientes en 3 años
Han atendido a 513 personas de 18 comunidades autónomas, y a 95 de 25 países diferentes La entidad social tiene como objetivo el impulso del euskera en la Zona Media y en la Ribera
PAMPLONA–
Un total de 608 pacientes han sido tratados en la Unidad de Protonterapia de la Clínica Universidad de Navarra en sus primeros tres años de vida. Concretamente, desde 2020 se han beneficiado de esta técnica 513 pacientes españoles procedentes de 18 comunidades autónomas, y 95 de 25 países diferentes. De ellos, 249 eran mujeres y 359, hombres, y 179 del total eran pacientes menores de 18 años.
La protonterapia está especialmente indicada para tumores de localización compleja o cercanos a órganos de riesgo sensibles a la radiación, lo que precisa de un abordaje “multidisciplinar y personalizado”, indicaron desde la clínica.
En concreto, durante estos tres primeros años han tratado más de 24 tipos de tumores distintos, con una mayor prevalencia de cánceres pediátricos (26%), sarcomas (20%) y tumores en cabeza y cuello (12%).
Un último caso donde la protonterapia se ha convertido en el tratamiento de elección es el de los pacientes que precisan de una reirradiación, porque ya recibieron con anterioridad un tratamiento radiológico para tratar un tumor primario.
Javier Aristu, director clínico de la Unidad de Prontonterapia, apuntó que “los protones son también una terapia acertada en personas con tumores precoces como, por ejemplo, de mama, pulmón o próstata, que tienen buen pronóstico y, por tanto, quieren evitar las secuelas derivadas de la radiación que podrían surgir a lo largo de los años, al igual que ocurre con los pacientes pediátricos”. “Ahí radica el futuro de la protonterapia: en la generaprocesos
– La consejera de Relaciones Ciudadanas, Ana Ollo, y el director-gerente de Euskarabidea/instituto Navarro del Euskera, Mikel Arregi, mantuvieron ayer un encuentro con Ibai Sueskun, representante de la asociación Errigora, para conocer de primera mano sus actividades. Errigora es una iniciativa popular que tiene como eje el sur de Navarra y trabaja, principalmente, en zonas donde el euskera no es oficial con el objetivo
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lización de una forma de radiación que permite aumentar la dosis en el tumor para conseguir un mayor control local de la enfermedad, minimizando la irradiación de los tejidos sanos y el riesgo de efectos radioinducidos innecesarios (aparición de segundos tumores)”, añadió.
“Hemos vivido un cambio de paradigma en el tratamiento del cáncer con una mayor oferta de tratamientos sistémicos, lo que ha posibilitado que los pacientes oncológicos vivan más años. Sin embargo, esto de impulsarlo y de promover, al mismo tiempo, la soberanía alimentaria.
La entidad, que inició su andadura hace una década, abarca una red también aumenta el riesgo de que el tumor primario vuelva a progresar. En estos casos, los protones son la forma óptima de volver a radiar, ya que concentran mejor la dosis en el tumor y disminuyen la toxicidad adyacente”, destacó Aristu.
Felipe Calvo, codirector del Departamento de Oncología Radioterápica y director científico de la Unidad, comentó que “este tercer aniversario refleja una consolidación y sostenibilidad de los
UN PROCESO FORTALECIDO
diversa tanto de euskaltzales, agricultores y agricultoras y personas productoras-transformadoras, como de consumidores y consumidoras, y y métodos de trabajo. En este tiempo podemos confirmar que contamos con una tecnología muy robusta, ya que no hemos tenido que afrontar ninguna discontinuidad en tratamientos”. “Alcanzar el tercer aniversario muestra un fortalecimiento de los procesos implementados, especialmente tras un primer año marcado por la pandemia que supuso una mayor complejidad en todos los ámbitos, desde lo asistencial a la gestión y manejo de pacientes y profesionales”, concluyó acerca a éstos los productos locales apoyándose en el trabajo en auzolan de personas voluntarias. Los beneficios de sus campañas son destinados a apoyar actividades en favor de la lengua en esas áreas de Navarra.
El mes de marzo pasado presentó Errigora el sello que distinguirá 72 productos de 23 productores diferentes. “Se garantiza que la materia prima sea local y teniendo como requisito que las empresas productoras sean pequeñas y familiares”, explicaron. La etiqueta certifica que el producto es de la Zona Media o de la Ribera, que la empresa cuenta con un plan de “normalización” del euskera, que la empresa participa en los auzolan de Errigora y que la relación con los agricultores ha sido justa.
Entre las funciones de Euskarabidea están la realización de programas de sensibilización sobre el euskera y la colaboración con entidades públicas y privadas con este mismo objeto.–