CASOS DE TERIORES
tiembre.
En el caso de Navarra, la alta incidencia del Cryptosporidium se debe a la circulación en piscinas y se vincula con contagios entre niños menores de 3 años. “Hacia el final del verano detectamos brotes de esta bacteria relacionados con el uso de piscinas, especialmente las de tipo chapoteo, que son las que usan los niños más pequeños. Fue generalizado en todo Navarra”, detalla Castilla. El contagio de esta bacteria se produce –en palabras del epidemiólogo– por transmisión fecal-oral por lo que es relativamente fácil que un niño que está con diarrea pueda contagiar una piscina entera y luego es común que otros infantes puedan tragar ese agua.
LA MAYORÍA, EN MENORES DE 3 AÑOS
La mayoría de casos de esta bacteria que se detectaron en Navarra durante el verano fueron de menores de 3 años y se llegó al pico a principios de septiembre, tras unas semanas de fuerte calor a finales de agosto. “Las altas temperaturas hacen que las piscinas se masifiquen, lo que favorece un mayor contagio”, apunta Castilla. En cuanto a la gastroenteritis que provoca, indica que no produce un cuadro grave, pero sí bastante duradero, de unas 2 o 3 semanas. “Los adultos, al no ser grave, hacen vida normal y con un buen higiene el riesgo de contagio es bajo. Pero en familias con niños pequeños hay un mayor contacto y, por tanto, un mayor riesgo”. Por ello, el jefe de Enfermedades Transmisibles de Salud Pública insiste en la importancia de que los niños que tengan síntomas “no acudan a la guardería” para evitar la circulación de la gastroenteritis.
Este incremento de gastroenteritis durante este verano se produce después de dos años –2020 y 2021– marcados por la pandemia de covid-19, en los que las restricciones provocaron un descenso de la mayoría de enfermedades. En cualquier caso, ninguno de los brotes de gastroenteritis que ha habido en la Comunidad Foral ha tenido la magnitud del de Tarazona, que dejó cerca de 500 afectados y obligó a los vecinos de esta localidad y de Torrellas (también en Zaragoza) a estar casi dos meses sin poder beber agua del grifo. Durante este tiempo, los ayuntamientos tuvieron que repartir garrafas de agua a las familias de estos municipios e instalaron siete cisternas con una capacidad de 1.000 litros cada una para abastecer a las poblaciones.●
LA GASTROENTERITIS
●Leve pero duradera.
La gastroenteritis que provoca la bacteria Cryptosporidium no produce un cuadro grave, según Jesús Castilla, pero sí bastante duradero, de unas 2 o 3 semanas y la mayoría de casos se detectaron en menores de 3 años. Este parásito ha provocado uno de cada cuatro casos de gastroenteritis durante el verano y es el mismo que en septiembre provocó el brote de Tarazona, que dejó 500 afectados.