Fiscalía niega el tercer grado a dos presos de ETA
Juan Carlos Subijana y Joseba Borde reingresan en prisión pese a la autorización que obtuvieron del Gobierno vasco
PAMPLONA – Dos presos de ETA, Juan Carlos Subijana y Joseba Borde, volvieron a ingresar en prisión tras oponerse la fiscalía de la Audiencia Nacional a su pase a tercer grado, que les había sido autorizado por el Gobierno vasco, que es el que tiene la competencia sobre las prisiones, a propuesta de la Junta de Tratamiento de la prisión de Basauri. En ambos casos, esta es la tercera vez en la que la fiscalía recurre las decisiones de los profesionales de las cárceles y del Ejecutivo Vasco.
Borde, de 65 años, fue condenado por tres asesinatos, cumple condena de un total de 30 años de cárcel, habiendo cumplimentado tres cuartas partes en 2019. La totalidad la completará en noviembre de este año, está abonando la responsabilidad civil que se le impuso desde 2021, y ha presentado escrito de “reconocimiento del daño causado y compromiso con las vías pacificas, políticas y democráticas”, destacan desde Sare. Durante su condena, ha disfrutado de más de 20 salidas programadas y nueve permisos ordinarios. Trabaja en el centro penitenciario. Subijana, de 59 años, condenado por facilitar información para asesinar al funcionario de prisiones Máximo Casado, lleva cumplidos 23 de los 28 años de cárcel que se le impusieron, también esta abonando la responsabilidad civil, y suscribió un texto de reconocimiento del daño causado “que fue considerado suficiente por el Ministerio Fiscal en agosto de 2022”. Ha participado de trece salidas programadas y unos 20 permisos ordinarios. Dispone de expedientes médicos que acreditan que padece una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, considerada grave, así como enfermedad nefrologica y desnutrición.
Joseba Azkarraga insistió en que hace más de trece años que ETA tomó la decisión de poner fin a su actividad, y cree que “la Justicia se ha convertido en el arma jurídica de la extrema derecha política”. “Ha optado, en la interpretación de la ley, por el camino de la subjetividad, la discrecionalidad y la arbitrariedad”, censuró. Sare pidió a Lakua que “siga dando pasos” y a las Juntas de Tratamiento que “continúen guiándose por sus propios criterios profesionales”.