Israel recrudece su ofensiva y anuncia la muerte de tres figuras clave de Hamás
El asedio del Ejército israelí al Hospital al Shifa, en ciudad de Gaza, continúa por decimotercer día consecutivo
JERUSALÉN – Las tropas israelíes recrudecieron en las últimas horas los ataques y bombardeos contra la ciudad de Gaza, además de en el centro y sur de la franja palestina, y anunciaron que mataron a tres figuras clave de Hamás en el Hospital al Shifa, cuyo asedio militar perdura por decimotercer día consecutivo. Una operación coordinada por la flotilla Shayetet 13, la unidad Duvdevan y la brigada Nahal “llevaron a cabo una redada selectiva en un edificio del hospital donde se encontraron con los terroristas”, detalló ayer un comunicado castrense. Siempre según el texto, los soldados abatieron en la sala de emergencias a Mahmoud Halil Zakzouk, subcomandante de las operaciones con cohetes de Hamás, y en la sala de maternidad a Fadi Duyk, quien ayudó a llevar a cabo un ataque en Cisjordania en 2002, así como a Zakaria Najib, quien había sido condenado por participar en el secuestro y asesinato del soldado israelí Nachshon Wachsman en 1994. Estos nombres se suman a la muerte anunciada el pasado jueves de Raed Thabet, jefe de personal y de suministros de Hamás, también en el Hospital al Shifa. En total, según cifras castrenses israelíes, más de 200 supuestos milicianos del grupo ya han sido sucumbido en esta operación militar, que comenzó el pasado día 18 de marzo. Además, cerca de un millar de personas han sido arrestadas, y de ellas, unas 500 estarían asociadas “a Hamás o la Yihad Islámica Palestina”, según Israel, que ataca este centro médico por cuarta vez. Ayer, la agencia de noticias palestina Wafa denunció “ejecuciones, detenciones, torturas y desplazamientos forzados” en el centro, como ya hizo el miércoles la oenegé Monitor Euromediterráneo de Derechos Humanos, tras documentar la “ejecución” de trece niños –de entre 4 y 16 años– por fuego directo israelí contra el complejo médico.
Desde el inicio de la guerra en Gaza, hace ya casi seis meses, más de 32.700 gazatíes han muerto y cerca de 75.200 han sido heridos, más del 72 % mujeres y niños, según las últimas cifras del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás. Otros 8.000 cuerpos se estima que siguen bajo toneladas de escombros.
“UNA CONTRADICCIÓN MORAL” Pese a la destrucción, Estados Unidos autorizó en los últimos días la transferencia de miles de millones de dólares en bombas y aviones de combate a Israel, según fuentes militares y diplomáticas. Un movimiento criticado por el Ministerio de Exteriores palestino, que dice que pone entredicho la presunta preocupación estadounidense por el número de muertos civiles en el enclave.
“Exigir al (primer ministro Benjamín) Netanyahu que deje de matar civiles y suministrarle (al mismo tiempo) armas es una contradicción moral y de principios que no tiene
precedentes”, dijo el ministerio en una declaración en la red social X. El ministerio lamentó también el “fracaso continuo” por parte del Consejo de Seguridad de la ONU y de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para obligar a Israel a respetar sus decisiones, entre ellas, la implementación de un alto al fuego en Gaza y el permitir la entrada de más ayuda humanitaria en el enclave. Esta semana, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución para un alto el fuego, gracias a la abstención de Estados Unidos. La CIJ emitió nuevas medidas provisionales como parte del caso iniciado por Sudáfrica por incitación al genocidio, y demandó al gobierno de Netanyahu la entrada inmediata y sin restricciones de ayuda en Gaza.
MEDIACIÓN DE FRANCIA El ministro de Exteriores francés, Stéphane Séjouré, afirmó ayer durante una rueda de prensa en El Cairo con sus homólogos egipcio y jordano que han acordado trabajar conjuntamente para lograr un alto el fuego inmediato en Gaza. “Acordamos trabajar juntos para lograr un alto el fuego inmediato en Gaza y encontrar una solución política”, afirmó antes de destacar los “esfuerzos conjuntos europeo-árabes para salir de la crisis” en el enclave palestino y remarcó su rechazo “contra cualquier acción militar en la ciudad palestina de Rafah”.
El jefe de la diplomacia francesa pidió también la apertura de los cruces fronterizos, la entrada de ayuda y la liberación de los rehenes sin condiciones, al tiempo que subrayó la posibilidad de “tomar medidas adicionales contra los colonos”. En su intervención, reconoció la implicación de Egipto y Jordania, ya que son países que “están en primera línea para afrontar la tragedia” del enclave y, ante la extensión del conflicto en la región, afirmó que “Francia presentó propuestas para resolver la crisis entre Israel y el Líbano”, si bien no ofreció más detalles. Su homólogo egipcio, Sameh Shukri, afirmó que Egipto sigue adelante en la coordinación con Francia y Jordania para conseguir la estabilidad regional y resolver la crisis en Gaza y reiteró su negativa a desplazar a los palestinos de su tierra.
El jefe de Exteriores jordano, Ayman Safadi, denunció, por su parte, los impedimentos para suministrar alimentos y medicinas a los palestinos en Gaza, cuestión que definió como “una decisión política de un gobierno extremista que decidió utilizar el hambre como arma”. Más de un millón de gazatíes sufre una falta de alimento de proporciones catastróficas, según un informe de inseguridad alimentaria respaldado por la ONU, y la hambruna es ya inminente para más de 200.000 personas en el norte de la Franja. Sin embargo, nada ha cambiado pese a esos mandatos internacionales, y solo 159 camiones de media diaria han logrado entrar en marzo en Gaza con ayuda humanitaria, según datos de UNRWA, en comparación con el medio millar que lo hacían antes de la guerra.