JESÚS BARCOS
Este periódico ya es treintañero, y encara su cuarta década con la ambición de mantener su liderazgo digital y ampliar una trayectoria que le ha asentado como un medio clave para entender la evolución de Navarra en un contexto de grandes cambios
ue en la primavera de 1994. El 8 de abril nació un nuevo diario alineado con la pluralidad de Navarra. De concepción moderna, aire fresco y cuidado visual, para contar la actualidad de una comunidad que se dirigía al siglo XXI, y acompañarla en su camino por la nueva centuria.
La idea era hacer otro tipo de periodismo. El hueco informativo existía y era perentorio cubrirlo. El lanzamiento buscaba ilusionar. Eran tiempos preinternet (la primera web nació en 1997), de pesetas y teléfonos fijos (los móviles eran cosa de cuatro), de tabaco omnipresente; de mili, objeción e insumisión. Por aquel entonces la UPNA aún estaba dando sus primeros pasos. Enrique Martín entrenaba a Osasuna; Juan Cruz Alli presidía el Gobierno de Navarra, Felipe González dormía en la Moncloa y Clinton en la Casa Blanca.
En estos 30 años, el mundo ha vivido una revolución tecnológica, que ha cambiado la comunicación, el flujo de las noticias, los hábitos de consumo y la oferta y concepción de los periódicos. DIARIO DE NOTICIAS destacó en su aparición por el color de la portada y por el diseño. Entonces leer información en una pantalla de bolsillo aún se antojaba ciencia ficción. Treinta años después, tras un trabajo constante por reforzar nuestra oferta, DIARIO DE NOTICIAS es líder digital en Navarra.
FEL CAMBIO INFORMATIVO Ahora los periódicos cuentan lo que pasa a cada minuto. Siguen siendo claves para filtrar, organizar e interpretar lo noticiable, sea en digital o en papel, ante una audiencia que nos confiere su confianza, su tiempo y dinero, desde el derecho democrático a una buena información. En el maremágnum de la sobreabundancia de mensajes, con la multiplicación de fuentes y canales, necesitamos conocer lo que pasa, capacidad de discernir, y también estilo narrativo, que alimente el placer de la lectura. Un periódico cuenta la realidad y contribuye a modificarla. Aspira a ser un potente motor narrativo y transformador. En nuestro caso, a una sociedad más justa, vertebrada y consciente de su pluralidad, con pleno respeto a los derechos humanos, el autogobierno que asiste a Navarra, o al desarrollo del Estado del Bienestar y del euskera como patrimonios colectivos. Por tanto, muy atentos al ámbito judicial, económico, cultural, sanitario, educativo, laboral, deportivo o el relacionado con el ocio y el bienestar. En definitiva, pretendemos seguir siendo un referente de nuestra sociedad, sus cambios, anhelos y tribulaciones. Evolucionando formal y conceptualmente al compás de los años. En nuestro primer tercio de vida, con los primeros ajustes en diseño en 1999, la irrupción de la web en 1998 y una nueva rotativa en 2004. En el último lustro, reforzando extraordinariamente nuestra propuesta digital, de acceso abierto y presencia permanente en redes, dentro de un replanteamiento conceptual en el que la redacción ha puesto lo mejor de sí al servicio de la inmediatez informativa.
Un diario alimenta el conocimiento, el debate público, los consensos o las discrepancias. Ayuda a fraguar entendimientos, o a catalizar la crítica o la indignación. Actitudes que deben atenderse en democracia, por más que puedan irritar a los sectores más reaccionarios.
DIARIO DE NOTICIAS ha dejado una impronta de apertura, libertad y compromiso en la opinión pública navarra, así como en la memoria de una sociedad atormentada históricamente por la violencia. Celebrar, por ejemplo, esta efeméride sin la existencia de ETA, cuyo fin definitivo se certificó en 2018, supone la constatación de progreso democrático colectivo mayúsculo. El de la desaparición de quien segó tantas vidas e ilusiones, cuyos asesinatos ocuparon tanto espacio informativo durante la primera mitad de vida del periódico.
Un medio de comunicación extrae, ordena y da constancia del discurrir de hechos y acontecimientos. Muchos de ellos son efímeros, otros retratan un tiempo, y los menos dejan huella y pasan a la historia, a la grande o pequeña, lo mismo que sus protagonistas. Ese también es patrimonio de quien acumula décadas, ser un archivador histórico del tiempo, con una hemeroteca a la que se accede en un clic.
Un periódico ya no solo explica lo que acontece cada día, es un continuo, una sucesión de narraciones al minuto, y como siempre, un cuerpo de valores, sensibilidades y principios, que contribuyen a articular una sociedad diversa, que dentro de esa heterogeneidad, se reconozca ante sí misma. Un periódico es un sensor climático, y un clima en sí mismo. Un actor clave en la conversación pública. En su quehacer informativo, DIARIO DE NOTICIAS ha sido clave para enriquecer la conversación pública en Navarra, contribuyendo por ejemplo a naturalizar la normalidad política de que Navarra pueda ser gobernada desde diferentes proyectos políticos democráticos.
Y ha estado presente –ahora mucho más gracias a internet– en los asuntos que provienen del resto del Estado y de una Europa que ahora asiste entre impasible y angustiada a la escalada de violencia bélica, según miremos a dos puntos del globo, cuando emergen grandes corrientes reaccionarias ante desafíos como el cambio climático o migratorio. Un mundo en cambio y sujeto a grandes incertidumbres que también empapan a Navarra y a sus ya cerca de 700.000 habitantes, prácticamente 150.000 más que en 1994. Esta conciencia de crisis exige responsabilidad y al mismo tiempo visión dinámica pero firme en la defensa de una convivencia pacífica, que apueste por la igualdad de oportunidades, y de una estrategia más equilibrada y justa desde el punto de vista del desarrollo humano.
HISTORIA DE NAVARRA A lo largo de su historia DIARIO DE NOTICIAS