Bajo el mismo cielo
LUNES, 20 DE MAYO
La pareja de Ayuso, en el juzgado
Después de un ejercicio de sokatira judicioso, con querellas cruzadas, la pareja (novio, en boca de la presidenta madrileña)a de Isabel Díaz Ayuso comparece ante el juzgado número 19 de Madrid. Alberto González Amador está imputado -o investigado, según la nueva jerga- por dos delitos de fraude fiscal y otro más de falsedad documental.
MARTES, 21 DE MAYO
España no reconocerá a Palestina como Estado
Las no noticias son noticia. Después de que Pedro Sánchez anunciara a bombo y platillo que el Consejo de Ministros de este martes se saldaría con el reconocimiento de Palestina como Estado, hubo frenazo y marcha atrás. La nueva doctrina es que todavía es demasiado pronto y habrá que esperar a que otros países den el paso. Sin embargo, la realidad es bastante más pedestre, como comprobarán en el siguiente epígrafe.
MIÉRCOLES, 22 DE MAYO
Sánchez, sobre su esposa... y más
A petición del insistente PP, que muerde y no suelta la presa, el
Parlamento europeo en Bruselas.
presidente del Gobierno español deberá responder en el Congreso sobre las actividades dudosas de su esposa, Begoña Gómez. Sin embargo, el equipo de comunicación del interpelado ha cambiado el guion, y en la comparecencia de este miércoles, Sánchez aprovechará para anunciar que el Ejecutivo está a punto de reconocer a Palestina como Estado soberano. Larga cambiada para desviar los titulares... que más que probablemente no colará.
MIÉRCOLES, 22 DE MAYO
Reactivación del ‘Caso Tsunami’
Pasadas las elecciones catalanas, al hiperactivo juez García-castellón le faltó tiempo para reactivar el denominado Caso Tsunami,
con la citación a declarar de ocho investigados, entre ellos, la todavía secretaria general de ERC, Marta Rovira, con residencia en Suiza.
Todo, a dos semanas de que el Congreso valide la ley de Amnistía que, salvo sorpresa mayúscula, dejará sin efectos todas las maniobras orquestales en la oscuridad del magistrado que debió haberse jubilado hace seis años.
VIERNES, 24 DE MAYO
Comienza la campaña para las elecciones europeas
El ciclo electoral eterno de 2024 suma y sigue. Este viernes comienza la campaña electoral para las europeas del domingo 9 de junio.
El gran reto de todos los partidos es movilizar a un electorado que, además de no sentirse aludido por estos comicios, manifiesta un cansancio que roza con el hastío ante la sucesión de citas con las urnas.
En lo más cercano, en Euskal Herria habrá tentaciones de interpretar los resultados como (falsa) segunda vuelta de las elecciones al Parlamento Vasco.
Por lo que respecta a España, el PP pretende que la contienda sea una reválida tras su victoria insuficiente en julio de 2023. Salvo el CIS de Tezanos, siempre obediente a los interes del partido en que milita, todos los sondeos apuntan a una victoria de los de Núñez Feijóo. Los efectos prácticos del triunfo solo quedarán en lo simbólico, salvo que Puigdemont determine otra cosa.*● ecía Octavio Paz que uno de los gestos más antiguos y repetidos es alzar la mirada y contemplar con asombro el cielo estrellado. “Esa contemplación termina con un sentimiento de fraternidad con el universo”, concluía el poeta. Hace ahora 30 años conocí a Miguel de la Quadra. Él hablaba de esa experiencia, de cómo en los más remotos lugares donde viajaba había sentido que el mismo cielo nos unía más allá de las fronteras y las barreras culturales, que ha inspirado relatos y cosmogonías en todos los pueblos de la Tierra. Y aunque los astrónomos poblamos ese firmamento de historias de la mitología griega y les damos nombres romanos a las constelaciones, gran parte de las estrellas las denominamos con sus nombres árabes; nuestra ciencia es heredera del cuidadoso escrutinio que hicieron en China, en América, en islas perdidas del Pacífico donde aprendieron antes que los europeos a navegar siguiendo sus posiciones. El día 21 de mayo se celebra desde no hace tanto el día de la diversidad cultural y en el Planetario solemos recordar que bajo el mismo cielo y con las mismos puntos luminosos que lo tachonan tenemos historias que nos narraron en el Chile austral, en Laponia, en el centro de África o desde las islas japonesas; en el frío de los desiertos del Sahara o de Atacama; en lugares tan distantes del mismo mundo que solemos pensar completamente diferentes y sin conexiones en común. El cielo nos invita a lo contrario: entendernos en la variedad, celebrar esos gestos que decía el Nobel y sentir la fraternidad de pertenecer al mismo mundo ahora tan amenazado. Mañana por la tarde lo celebraremos de la mano del Servicio Educativo Intercultural, de la Escuela de Música de Barañain y del Servicio Ayllu de Convivencia Intercultural y Lucha Contra el Racismo y la Xenofobia. ●
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