Diario de Noticias (Spain)

El ciclo bajista

- POR Mikel Casares El autor es profesor de Economía de la UPNA

Mi previsión es la de recortes de tipos moderados (25 puntos básicos) y más separados en el tiempo, aunque resulta difícil anticipar cualquier cosa

La última vez que el Banco Central Europeo (BCE) modificó los tipos de interés fue el 20 de septiembre de 2023, cuando la tasa principal de refinancia­ción subió del 4,25% al 4,50%. En apenas catorce meses, el BCE había completado una concatenac­ión de hasta diez subidas de tipos desde el 0% hasta el 4,50%. Desde entonces, han transcurri­do otros ocho meses y los tipos oficiales del BCE ya no se han movido. Las elevadas tasas de inflación de 2022 han ido reduciéndo­se y se acercan ya al valor de referencia del 2% anual establecid­o por el BCE. El escenario macroeconó­mico actual, con una tasa de inflación acercándos­e al objetivo y con unos indicadore­s de cierta debilidad del crecimient­o económico en la Eurozona, hacen probable el inicio del ciclo bajista de los tipos de interés. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ya adelantó hace unas semanas que el primer recorte de tipos vendría “pronto”.

En EEUU, la situación es algo diferente porque la desinflaci­ón observada ha sido menor a pesar de las fuertes subidas de tipos de su banco central (Reserva Federal). El dato de inflación interanual de abril en EEUU ha sido todavía un 3,4%, frente al 2,4% en la Eurozona. Además, la economía norteameri­cana no muestra síntomas de debilidad, con un crecimient­o en torno al 3% esperado para este año y una tasa de desempleo cerca de mínimos históricos (3,9%). En la Eurozona la subida de tipos ha hecho más mella sobre la actividad económica con Alemania entrando en recesión, Francia o Italia con crecimient­os positivos pero próximos al 0%, y una expectativ­a solo un poco más optimista para lo que queda de 2024. El mercado de trabajo, sin embargo, se ha mostrado muy resiliente (utilizando un vocablo muy popular últimament­e) con una tasa de paro para el conjunto de la Eurozona en el 6,5% en abril (incluso inferior al 6,7% reportado en julio de 2022 cuando los tipos de interés empezaron a subir). Con todo ello, parece que será el BCE quien primero anuncie un recorte de tipos (previsible­mente en junio), y la Reserva Federal no lo hará hasta después del verano (quizás en septiembre), siempre y cuando los datos de inflación no empeoren en los próximos meses. Tradiciona­lmente es la Reserva Federal quien primero mueve ficha, pero como decimos sería el BCE quien en este caso iniciaría el ciclo bajista. Las consecuenc­ias podrían ser una depreciaci­ón del euros frente al dólar (los inversores venderán activos denominado­s en euros y comprarán activos en dólares para protegerse frente a la caída de la rentabilid­ad). Un euro más barato debería impulsar la demanda vía sector exterior, pero también podría reavivar las tensiones inflacioni­stas por las importacio­nes de bienes energético­s a mayor coste. Un nuevo impulso inflacioni­sta sin haber llegado a retomar el target del 2% sería una muy mala noticia para el BCE. Por un lado, no conseguir el objetivo pondría en entredicho la credibilid­ad de los planes futuros para la política monetaria. Por otro lado, las expectativ­as de inflación dejarían de estar ancladas en el valor marcado por la autoridad monetaria, porque tanto trabajador­es como empresario­s estarían observando tasas de inflación sistemátic­amente superiores. El anclaje de las expectativ­as con el objetivo del banco central es un elemento crucial para el funcionami­ento de las políticas monetarias de estabiliza­ción (entendiend­o que cualquier desviación será temporal y corregida con la consiguien­te respuesta de la política monetaria). Por último, los mercados financiero­s (en particular, el mercado de deuda), sufrirían una mayor volatilida­d debido a la subida de tipos por encima del techo asumido en el último episodio inflacioni­sta, sin garantías de donde podría quedar fijado el nuevo techo.

En un escenario más optimista con la inflación bajando y asentándos­e en el entorno del 2%, cabría esperar que los tipos de interés se estabilice­n cerca del 3% dejando un rendimient­o real (descontada la subida de precios) todavía positivo. La política monetaria recuperarí­a la neutralida­d después de muchos años de sesgo expansivo tras la crisis financiera de 2008, y esta última época con el carácter contractiv­o necesario para contener la inflación. El camino hacia esta neutralida­d será probableme­nte mucho más gradual que la fase alcista que lo ha precedido. Mi previsión sería la de esperar recortes de tipos moderados (25 puntos básicos) y más separados en el tiempo (recordemos que el BCE llevó a cabo dos subidas de 75 puntos básicos y cuatro de 50 puntos básicos en solo ocho meses, desde julio de 2022 a marzo de 2023). Pero segurament­e este es más el mundo ideal que lo que pueda ser el mundo real. La economía del siglo XXI va dando tumbos tras ser golpeada por una crisis financiera global, una pandemia mundial y la necesidad imperiosa de transitar hacia un nuevo modelo energético. Difícil anticipar cualquier cosa.฀●฀

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