La gestión del riesgo del arbolado urbano
EL arbolado urbano es necesario e imprescindible en los espacios públicos y privados de las ciudades, desde el punto de vista paisajístico, ecológico y de la salubridad. Los árboles hacen más agradable el paisaje urbano y hacen más habitable la ciudad dotándola de identidad, estructura y significado. Su adecuada gestión y conservación son por tanto una prioridad del Ayuntamiento de Sevilla y, especialmente, de los trabajadores y técnicos que conforman el área de Parques y Jardines.
Por eso, al comienzo de nuestro mandato municipal, en 2015, hicimos un examen del arbolado de Sevilla tras la caída de un ailanto sobre dos personas que sufrieron heridas muy graves que estuvieron a punto de provocar la muerte de una de ellas. Se evaluaron los ejemplares que de acuerdo con los criterios de los técnicos municipales presentaban mayores riesgos de caídas y accidentes. De los 200.000 árboles existentes se realizó un análisis sobre determinadas especies y calibres con más riesgos de accidentes y se detectaron 2.500 ejemplares (un 1% del total) del máximo nivel de riesgo, que han sido apeados o están en curso de eliminación con un informe y un análisis específico de cada uno de ellos. El estudio se ha ampliado luego al resto del arbolado.
Esta difícil decisión fue resultado de un trabajo de los técnicos de Parques y Jardines que desde entonces vienen realizando un seguimiento caso a caso del arbolado. Cada ejemplar que ha tenido que ser apeado lleva una ficha completa especificando los daños detectados y el riesgo existente. Y estos estudios los han realizado trabajadores municipales con un alto nivel de cualificación, un gran compromiso con lo público e independientes. Y esto es así por su titulación universitaria, por su larga experiencia profesional y por la formación específica que reciben periódicamente a cargo de los mejores especialistas de España, que los mantienen al tanto de los avances teóricos y prácticos que se producen en el específico campo de la arboricultura.
La causa de que en 2015 se llegara a esta situación es múltiple y va desde la inadecuada selección de especies, cosa que sabemos ahora pero que cuando se hicieron las plantaciones hace muchos años no se sabía, hasta las podas mal hechas por diversas causas (falta de formación en algunos casos, falta de recursos en otros, malas prácticas) durante décadas. Estamos trabajando desde el primer día por mejorar la gestión del arbolado viario. Es donde se centran los mayores problemas. La misma especie tiene un manejo completamente distinto según se encuentre en una calle, un parque o un jardín. En este último caso, los árboles pueden desarrollarse con ma- yor libertad y tiene muchas menos interferencias con redes, pavimentos, fachadas, gálibo, etcétera, y necesitan muchas menos podas. En el viario, los árboles están en un medio muy hostil, rodeados de edificios y de pavimentos y con un subsuelo lleno de redes de suministros básicos de agua, electrici- dad y comunicaciones, donde con mucha frecuencia hay que hacer zanjas, reponer pavimentos, etc. Esto siempre conlleva afecciones a las raíces, que terminan dando la cara con el tiempo con una gravedad variable en función de muchas circunstancias.
De acuerdo con la ordenanza municipal de arbolado y parques y jardines, todo apeo tiene que ser autorizado previo informe técnico y publicación en la web del Ayuntamiento, salvo que se detecte que la caída puede ser inminente. En ese caso el técnico puede apear directamente y justificar posteriormente la intervención. Este procedimiento se cumple a rajatabla.
Recientemente se han producido algunos accidentes graves con el arbolado en el Alcázar, en la calle Marqués de Nervión y otros puntos de la ciudad. También en la Plaza del Pumarejo o en la avenida de Cádiz cayeron grandes ramas e incluso árboles. Ha habido heridos de distinta gravedad. En otras ciudades, como Madrid, los accidentes han tenido incluso efectos peores, con alguna persona fallecida.
Ante este panorama, el actual equipo de gobierno tiene muy claro que la seguridad de las personas es prioritaria sobre cualquier otra consideración. Por ello, en los nuevos contratos de conservación hay una potente línea de trabajo de gestión del riesgo del arbolado que incluye todos los recursos necesarios para revertir la situación heredada en esta materia. Esperamos tener finalizado el apeo de todo el arbolado de mayor riesgo para finales de julio o primeros de agosto según los distritos. Ello, obviamente, no significa que no vayan a ocurrir más incidentes, que desgraciadamente pueden darse, porque no existe ni el riesgo cero ni la seguridad absoluta. Pero sí significa que hemos reducido notablemente el riesgo y lo hemos llevado a un nivel razonable: habremos eliminado el riesgo predecible, aunque siga latente el impredecible.
En el Pumarejo, en la avenida de Cádiz y en otros puntos de la ciudad hemos intervenido en el contexto referido. Los técnicos municipales competentes en la materia han detectado una situación de riesgo que requería el apeo de determinado número de árboles. Dicha situación ha quedado objetivada de acuerdo con el procedimiento establecido, que incluye un informe técnico individualizado y firmado, una autorización previa o toma de conocimiento a posteriori por parte de la Dirección General, según el procedimiento que corresponda, y la publicación en la web del Ayuntamiento.
Nada de arboricidios ni en este caso ni en ningún otro en lo que llevamos de mandato, y así será hasta el final. Porque es una línea roja personal como director general de Parques y Jardines y de todo el equipo de gobierno. Muy al contrario: mucho rigor y firmeza para resolver un problema heredado muy grave que ninguna corporación anterior había afrontado. Y con un plus de coherencia: estamos plantando una media de 1.200 árboles cada año, que esperamos incrementar notablemente en la próxima campaña. Y no es propaganda engañosa, los hemos plantado en muchas ocasiones con participación en los barrios. Y lo seguiremos haciendo. La próxima campaña de plantaciones será la más importante que se haya realizado en la ciudad en los últimos años. Y en ella estamos ya trabajando.
En 2015 se llegó a esta situación por la inadecuada elección de especies y malas podas