El peligro de caída de ramas justifica las talas
El Ayuntamiento asegura que sólo apea los ejemplares irrecuperables y que planta otros nuevos
El Ayuntamiento de Sevilla reanudó ayer la intervención sobre el arbolado en mal estado de la avenida de Cádiz y recalca que no hay otra solución que talarlos porque tienen un nivel máximo de riesgo de caída.
Parques y Jardines explicó ayer a este periódico que estos árboles de la avenida de Cádiz forman parte de los 2.500 en toda la ciudad que suponen un riesgo severo y señaló que representan únicamente un 1% del total de 200.000 árboles que hay en la capital sevillana. Esos 2.500 ejemplares fueron catalogados en un informe del año 2015 con nivel 4 de peligrosidad, lo que indica que son “árboles con defectos estructurales y/o
El gobierno señala que ha cumplido estrictamente la ordenanza de arbolado
morfológicos que suponen un riesgo estático bastante elevado”.
Según el balance municipal, de esos 2.500 ejemplares en mal estado se han retirado ya en el mandato del alcalde Juan Espadas unos 1.600, el resto se están retirando en estos meses y se quiere completar de aquí a finales de verano la retirada de todos los que faltan. A cambio, el Consistorio asegura que se han plantado 2.500 árboles y se plantarán otros 5.000 en la próxima campaña, a partir del otoño.
El resto del arbolado de la ciudad requiere de “un seguimiento y un tratamiento para evitar que lleguen a esa situación de nivel 4, objetivo que se ha tratado de conseguir en la medida de las posibilidades durante este año”, asegura Parques y Jardines.
Ese informe sobre el estado del arbolado de la ciudad se redactó en el año 2015, al inicio del mandato de Juan Espadas, a raíz de las graves heridas que una rama provocó ese año al caer sobre dos personas. ¿Por qué tantos árboles han llegado a esta situación? La respuesta que dio el informe es variada: durante décadas la ciudad ha hecho una selección de especies inadecuada, mala calidad de la planta procedente del vivero sin cumplir estándares mínimos, malas condiciones de plantación, falta de adopción de medidas que garanticen un desarrollo de las raí- ces mínimo del árbol, y deficientes podas y conservación.
Sobre este informe, los expertos en árboles consultados por este periódico critican que el Ayuntamiento no haya reevaluado en años posteriores a 2015 la situación de cada uno de esos 2.500 árboles en mal estado, ni haya aplicado soluciones alternativas a la tala para tratar de salvarlos.
La delegación de Parques y Jar- dines explicó ayer que los árboles de la avenida de Cádiz, sobre los que se intervino el lunes (dos fueron talados y 16 podados masivamente), han causado 11 incidencias graves en los últimos años (2015-2018) con intervención de los Bomberos, por caída de ramas o árboles, y que por esa razón hay que actuar sobre ellos.
Respecto a la actuación del lunes, el Consistorio mantiene que “en ningún momento tomó
la decisión de paralizar los 16 apeos (talas) por motivos de seguridad de la Avenida de Cádiz”. Según su versión, “se optó por realizar los trabajos de poda previos a los apeos que iban a continuar a lo largo de la semana. Y así se le comunicó también a la representante de la Red de Sevilla por Clima a primera hora de la tarde”.
La versión de los vecinos y de las entidades que protestaban en la zona es diferente. Aseguran que los técnicos de las empresas contratadas informaron de que 18 árboles iban a ser talados, y ante la protestas de los congregados, se presentó el director de Parques y Jardines y ordenó un cambio de planes: talar dos y podar los 16 restantes.
El Ayuntamiento afirma que ha cumplido estrictamente en estos tres años de mandato la ordenanza municipal de arbolado, que fija condiciones especiales para los árboles en supuesto de peligro para la seguridad peatonal o vial. Esas condiciones son que el Ayuntamiento puede actuar de urgencia sin precisar un informe motivado de cada árbol antes de la actuación.
Añade que la gran cantidad de incidentes ocasionados el verano pasado por los árboles en mal estado ha obligado a acelerar los trabajos este verano.
La asociación de vecinos Jardines de la Buhaira y entorno del Prado, en Nervión, lleva años pidiendo la tala de estos árboles por estar huecos y ser foco de roedores y todo tipo de insectos, según aclaró ayer Julio del Junco, presidente de la entidad vecinal.